En la isla Apiao, la Ley de Espacios Costeros impulsa la inclusión comunitaria y la gestión sostenible del borde costero destacando la colaboración entre vecinos y organizaciones en el ECMPO para proteger antiguos corrales de pesca, recursos marinos y fortalecer la administración local del mar.
Vecinos de Apiao refuerzan la gestión inclusiva del maritorio con apoyo de la Ley de Espacios Costeros.
La Ley de Espacios Costeros para los Pueblos Originarios (Ley 20.249) continúa siendo fundamental para proteger los derechos consuetudinarios de las comunidades indígenas en Chile. Aprobada en 2008, esta normativa fomenta la gestión sostenible y colectiva del borde costero mediante la creación de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO), promoviendo la conservación cultural y ambiental. En diciembre de 2024, la isla Apiao, ubicada en el Archipiélago de Quinchao, Chiloé, celebró un importante avance: las dos Juntas de Vecinos de la isla, «Estero Huichaapiao» y «Sargento Aldea», fueron formalmente incorporadas como usuarios no titulares del ECMPO Isla Apiao. Este hito refuerza el modelo de gestión inclusiva y la colaboración entre comunidades locales. «Este importante logro refleja el apoyo mutuo entre organizaciones comunitarias, vecinos y familias que comparten el territorio, garantizando una gestión sostenible a largo plazo», destacó el canal de comunicación Wapintu Quinchao a través de sus redes sociales.
La inclusión de sectores como Ostricultura, Metahue Sector Norte y La Vega dentro del ECMPO busca no solo proteger los recursos del borde costero, sino también fortalecer la cohesión social. Según Pedro Jara Sánchez, presidente de la Comunidad Cahuiño de Apiao, «los ECMPO resguardan semilleros, criaderos y áreas de desove, asegurando la continuidad de los recursos que históricamente hemos utilizado de manera consuetudinaria». La Ley 20249 Crea El Espacio Costero Marino De Los Pueblos Originarios, también llamada: Ley Lafkenche, permite articular actividades tradicionales como la pesca artesanal, la mariscadura, el buceo y la carpintería de ribera, además del cuidado de los corrales de piedra y la recolección de algas.
Estas prácticas, que garantizan el desarrollo sostenible, también incluyen prácticas espirituales y culturales. «Los beneficios de los ECMPO son muchos, no solamente para las comunidades de los pueblos originarios, sino, están también integrados los sindicatos de pescadores, la junta de vecinos, los clubes deportivos, las iglesias y todo lo que lleva a la práctica de la subsistencia en los bordes costeros: recolecciones de mariscos, algas, donde lo más importante para nosotros, como pueblos originarios, es lo espiritual, de las tradiciones ancestrales que se resguardan todavía con los vecinos y las vecinas que componen los lugares de que se solicitan para este resguardo», afirma el dirigente de Isla Apiao. Asimismo, para Jara Sánchez, los beneficios de los ECMPO van más allá de la preservación ambiental: «El ECMPO es gratuito para todos, y con una duración indefinida en el cuidado de todos los sectores de los que estamos en los espacios costeros».
La normativa también establece la protección frente a acciones que puedan perjudicar el uso consuetudinario de los espacios, como lo indica el artículo 15, que sanciona el bloqueo al acceso de playas y la navegación en los ECMPO, según resaltan desde Isla Apiao. En la isla, este modelo convive armónicamente con concesiones acuícolas, trabajando con empresas para garantizar el equilibrio entre desarrollo económico y cuidado ambiental: «Aquí nosotros tenemos también dentro de nuestra isla dos concesiones que están trabajando. Por ejemplo, allí están las grandes empresas salmoneras. Y cada ingreso de solicitud, por lo tanto, no afectan a los derechos adquiridos por estas personas o empresas, sino que trabajamos armónicamente junto a ellas». El dirigente de la comunidad Cahuiño, destaca: «También está el artículo 15, que establece como infracción el impedir el acceso a las playas y el mar, o la navegación dentro de los ECMPO. Sernapesca, Subpesca y Armada de Chile, son los órganos encargados de velar por el adecuado uso de los ECMPO. Y estos son inclusivos. Allí ante el artículo 11, la letra b, permite incluir usuarios que no sean parte de las comunidades indígenas, en la toma de decisiones, en la administración, los espacios costeros, a diferencia de las áreas de manejo y explotación, los recursos bentónicos o las concesiones acuícolas».
Desde Wapintu Quinchao señalaron que: «la asociatividad es clave para fortalecer la gobernanza interna de la isla y promover la inclusión comunitaria en la administración de estos espacios». Además, la educación tiene un papel fundamental en este esfuerzo. «Nosotros acá estamos trabajando en conjunto con los colegios básicos de la isla, enseñando a los alumnos sobre el resguardo y el autocuidado del medio ambiente. La escuela nos está apoyando ampliamente en esta tarea, fomentando prácticas como no botar basura y cuidar el medio ambiente. Hoy estamos enfocados en esta labor para mejorar la calidad de vida de todos en nuestra comunidad.», expresó Jara Sánchez. La experiencia de Apiao es un claro ejemplo del impacto positivo de la Ley de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios, que permite a las comunidades costeras cuidar su patrimonio y construir un futuro en armonía con su entorno natural.
Fuente: wapintuchilwe.cl