¡Cómo se ha querido matar a la raza!
Pésele a los ladrones y asesinos de
nuestro pueblo, ¡no moriremos!
(Manuel Aburto Panguilef, Temuko. 16 de Diciembre de 1916.)
Temerarias e irresponsables han sido las declaraciones de los ministros de la actual administración ante los hechos de violencia racista experimentados por mujeres y hombres mapuche que se manifestaban tomándose algunos municipios de la región de la Araucanía, ante la nula voluntad del gobierno por atender la extensa huelga de hambre llevada a cabo por los presos políticos mapuche.
A vista y paciencia de la policía, nuestros peñi y lamgen fueron golpeados por grupos de civiles armados, sus vehículos quemados y entonando gritos de odio y racismo a nuestra mera condición de mapuche.
En este sentido como organizaciones y comunidades mapuche firmantes hacemos un llamado a toda la ciudadanía del Wallmapu, mapuche y chilenas a detener esta espiral de violencia racista y colonial.
Creemos que este escenario de violencia sólo sirve a los fines de aquellos que no quieren una solución política, de quienes quieren resolver el conflicto político por medio del sometimiento violento: por un lado, los latifundistas y empresarios asociados al APRA, que fundan sus riqueza y privilegios en el saqueo de nuestro pueblo, por otro los sectores duros del Estado, como el actual ministro del interior, partidarios de mayor represión.
En este sentido nos preguntamos ¿cuáles son las acciones que el Gobierno prevé aplicar ante estos hechos de tal gravedad e inaceptables en una democracia? ¿Se atreverá acusar a los/as agitadores de estos grupos paramilitares, que promueven el odio y terrorismo, o se hará cómplice de todo esto?
Emplazamos al gobierno a aislar a su electorado de ultraderecha y avanzar en las respuestas a las históricas reivindicaciones de nuestro pueblo.
Este gobierno y el que vendrá, debe tener claro que sin la voluntad del Estado de devolver las tierras reclamadas por las comunidades y avanzar en un mayor estándar de reconocimiento de nuestros derechos nacionales, las movilizaciones de nuestro pueblo continuarán.
Si se decide proseguir la política represiva, lo único que provocará es una agudización del conflicto. Si esa fuera su voluntad, deben saber que la violencia no intimidará a nuestro pueblo. No lo hizo en el pasado ni lo hará en el futuro. Trataron de aniquilarnos, pero somos un pueblo más vivo que nunca. Han tratado de humillarnos y hoy somos más orgullosos de nuestro origen.
En tiempos de violencia colonial, la respuesta de quienes componemos el movimiento mapuche no puede ser el sectarismo o el egoísmo político. Propiciar instancias de diálogo interno, fortalecer alianzas, restablecer confianzas entre las organizaciones mapuche se yergue hoy como una responsabilidad de todos y todas. No es una organización o comunidad en particular quien sufre hoy la violencia colonial: es nuestro Pueblo en su conjunto. Tampoco puede ser nuestra respuesta a la coyuntura el radicalismo étnico, graficado en irresponsables llamados a la confrontación con los «chilenos». Ni tampoco es tiempo de que los partidos políticos guarden un silencio cómplice.
Por último, hacemos un llamado a concentrarnos este jueves 6 de agosto a las 11:00 hrs. a las afuera de la intendencia regional para manifestarnos y decir NO a la violencia racista y colonial en el Wallmapu.
Firman:
Comunidad Francisco Quereban.
Comunidad Agustin Hueche Montero.
Comunidad Ignacio Ancalaf.
Comunidad Valentin Calbuin II.
Comunidad Juan Calfuqueo Romero.
Comunidad Antonio Huilipan.
Comunidad Huenchu Sandoval.
Comunidad Ignacia Ñancurray
Asociación Indígena Mesa del Trigo
Movimiento Autonomista Wallmapuwen.
Crédito de la foto: John Englart / Flickr
