21/11/2019
Por Mapuexpress
La artista visual mapuche Marcela Huitraiqueo denuncia a través de una carta pública una situación de violencia vivida por presentarse en mapudungun en una clase en el contexto de sus estudios de posgrado en la Universidad de Concepción.
Luego de esperar más de dos meses por una respuesta formal de la Universidad de Concepción, la estudiante Marcela Huitraiqueo, ha decidido hacer pública, a través de un comunicado, una situación de violencia vivida el día 5 de septiembre pasado en el contexto del inicio de la asignatura “El arte como documento” del Magister Arte y Patrimonio de la Universidad de Concepción. En su escrito señala: “durante el inicio de esta primera clase, la docente nos invita a presentarnos. Al momento de llegar mi turno, inicio mi presentación en mapuzungun. Como Mapuche perteneciente al Lof Huete Rukán de Wallmapü Temuco, el chalin (presentación) es una acción importante de reivindicación hacia mi identidad Mapuche y, asimismo, el derecho a expresar libremente mi lengua. Sin embargo, la docente Lama al escucharme hablar, me detiene abruptamente, para manifestar de forma textual que “al parecer no nos estábamos entendiendo”, insinuando que si lograba comprender el contexto donde me encontraba. ”
La artista explicó a sus compañeras y profesora que estaba hablando en mapudungun, su lengua de origen, y que luego traduciría el saludo, como hace habitualmente, ante lo que la docente le señaló que debió habérselo consultado previamente y le señaló que se presentara de nuevo desde el principio, petición que realizó insistentemente ante la negativa de la estudiante.
La situación produjo impacto no solo en la artista que se vió impedida de hacer uso de su derecho a hablar la lengua de su pueblo, también violentó a las demás estudiantes que estaban presentes, quienes no solo solidarizaron con Marcela, sino que manifestaron su propio sentir ante este hecho de violencia a través de una carta que hicieron llegar al Director del programa de Magíster Arte y Patrimonio, Javier Ramírez, en la cual expresaron “La situación vivida fue incómoda para cada una de nosotras, por primera vez vivimos un hecho de violencia simbólica de carácter racista.”
La artista recurrió, según los protocolos, a la Dirección de equidad de género de la Universidad de Concepción y diversidad a cargo de Lucía Saldaña, para denunciar la situación. La respuesta de la dirección llegó este lunes 18 de noviembre a través de una carta donde señalan que la situación “constituiría un episodio de discriminación”, ante lo cual le ofrecen un procedimiento de conciliación o continuar con un proceso de acompañamiento psicológico, y que por no ser un caso de acoso o agresión sexual no se realizará una investigación.
Por otro lado, la docente, cuyo actuar fue denunciado, escribió a Marcela una carta de disculpas públicas donde expresa, entre otras cosas, que espera que “estas disculpas la hagan sentir mejor y permitan remediar su percepción de vulnerabilidad. Así mismo, creo que me permitirá ser más cuidadosa a futuro.”
La estudiante y artista mapuche busca un posicionamiento de la Universidad de Concepción, para ha interpuesto un recurso de protección contra la Universidad de Concepción, que no ha dado respuesta hasta ahora. Las medidas que se han tomado enfocan la situación como un hecho de “discriminación”, una reparación individual que sitúa en un ámbito solo de la agresión personal obviando la dimensión política de la violencia ejercida. Este tipo de situaciones es racismo, corresponde a un ordenamiento global donde existen pueblos que son tratados como subalternos y que tienen una historia de resistencia a la dominación colonial. Este sistema se mantiene, entre otras cosas, a la existencia de una serie de instituciones que reproducen esta dominación a distintos niveles, una de las formas de erradicar el racismo es denunciando y exigiendo posicionamientos de estas instituciones, más allá de los actuares individuales.
Conversamos con Paula Huenumilla, quien es parte de Mapuzuguletuaiñ, organización mapuche que lleva adelante procesos de enseñanza del mapudungun en diversos territorios del Gulumapu y del Puelmapu desde hace varios años a través de la metodología de inmersión.
Como organización mapuche que trabaja por la revitalización del mapudungun, ¿qué quieren manifestar sobre esta situación, lamngen?
“En el contexto actual que vivimos como Wallmapu esta situación de violencia hacia el pueblo mapuche es algo que pasa cotidianamente, se está invisibilizando lo que queremos como pueblo para nuestro porvenir, en relación a esto queremos reinvindicar nuestra lengua en distintos espacios donde nos desarrollamos, como es el ámbito universitario, donde ella se sintió con el derecho de hablar su lengua. El mapudungun se encuentra en situación de pérdida, hace más de cien años profesores sin criterio han hecho callar a nuestra gente, a estudiantes en colegios rurales y en las ciudades, riéndose de los apellidos mapuche, porque les cuesta hablar castellano, etc.”
¿Qué piensan de la responsabilidad de la Universidad de Concepción en relación a este episodio de violencia?
“La Universidad de Concepción que tiene un gran prestigio se ve empañado por estas situaciones de violencia. Dentro de esta universidad hace cinco años se han levantado grupos de estudiantes mapuche, se empezó a jugar palin, a hacer txawün de distintas temáticas para fortalecer la identidad mapuche, en ese mismo sentido, logramos levantar un curso de mapuzugun, bajo el amparo de una ñaña de Alto Bio Bio estudiante de pedagogía de la Udec, quien nos consiguió sala. Estos talleres eran abiertos a estudiantes y gente mapuche en general, pero la misma universidad aún sigue invisibilizando a los estudiantes mapuche. Por otra parte, la Universidad de Concepción ha estudiado la lengua mapuche por años y años a través de sus académicos, que han hecho carrera a través del mapudungun, entonces que a sus estudiantes que quieran ejercer su derecho de hablar la lengua se les discrimine de esta forma es terrible, la realidad es que aún nos quieren como sujetos de estudios, en anticuarios y museos.”
¿Qué mensaje le dan a Marcela, quien ha sido estudiante de los talleres de Mapuzuguletuaiñ en años anteriores?
“La ñaña ha asistido a los cursos de mapudungun, que como organización desarrollamos hace cuatro años en Concepción, nosotros queremos apoyar a la lamngen y nos alegramos que ella haga pública esta denuncia. Alentamos a la ñaña a “que continúe hablando mapuzugun, que no se deje amedrentar por estos comentarios ignorantes y racistas, nosotros debemos estar intactos con nuestra convicción del valor de nuestra lengua y la hablaremos en cualquier territorio, queremos alentar a la ñaña, que no pierda la energía, estas situaciones de violencia afectan, sin embargo en este proceso de reconocernos como mapuche esto nos fortalecerá.”
A continuación publicamos el comunicado que Marcela Huitraiqueo nos ha hecho llegar:
Concepción, 19 de noviembre del 2019
COMUNICADO
Mari Mari kom pü che, kom pü wenüy, kom pü tañi rewma
Yo, Marcela Riquelme Huitraiqueo, mujer Mapuche y estudiante del segundo semestre del Magister Arte y Patrimonio de la Universidad de Concepción, deseo a través de este comunicado, relatar un episodio violento y doloroso que he protagonizado el día 5 de septiembre del presente año, durante la primera clase de la asignatura obligatoria “El arte como documento” impartida por la docente Bárbara Lama Andrade.
Para contextualizar, durante el inicio de esta primera clase, la docente nos invita a presentarnos. Al momento de llegar mi turno, inicio mi presentación en mapuzungun. Como Mapuche perteneciente al Lof Huete Rukán de Wallmapü Temuco, el chalin (presentación) es una acción importante de reivindicación hacia mi identidad Mapuche y, asimismo, el derecho a expresar libremente mi lengua. Sin embargo, la docente Lama al escucharme hablar, me detiene abruptamente, para manifestar de forma textual que “al parecer no nos estábamos entendiendo”, insinuando que si lograba comprender el contexto donde me encontraba. Sorprendida, argumento la motivación de mi presentación, afirmando que posteriormente haría la traducción necesaria al español. La docente declara que si deseo utilizar el mapuzugun en su clase debía informarle con anticipación, entendiendo que debía contar con su permiso para el uso de la lengua. Luego de esto, enuncia que ya que contaba con su autorización debía repetir todo desde el principio.
Abrumada por sus declaraciones, me niego a su petición, considerándola una imposición violenta y humillante. La docente se vuelve insistente, y me obliga nuevamente a presentarme ante ella y toda la generación de magister, siempre desde su mirada burlesca y despectiva. La gravedad de los actos acontecidos me impulsan a denunciar la situación, siguiendo el protocolo, en primer lugar a través de Dirección de Equidad de Género y Diversidad de la Universidad de Concepción, además de enviar una carta notificando al director del magister, el Sr. Javier Ramirez Hinrichsen, donde solicito la separación inmediata del espacio físico y disculpas públicas por silenciar el mapuzungun en un contexto de aula, concibiendo que la conservación, defensa, resguardo y aprendizaje de nuestra lengua es esencial para el sentido de pertenencia y preservación de la identidad del pueblo Mapuche. De forma paralela, mis compañeras de generación redactan una carta a dirección de magister, detallando la situación ocurrida y solicitando el reemplazo inmediato de la docente.
La denuncia es acogida por Dirección de Equidad de Género y Diversidad. Además, decido recurrir a la asesoría legal de un abogado, presentando un recurso de protección contra la docente Bárbara Lama y la Universidad de Concepción, con la finalidad de que la situación ocurrida sea de conocimiento de rectoría, exigiendo las disculpas públicas correspondientes por parte de la casa de estudios y profesora, como un acto mínimo de reparación al daño provocado. Mediante estas acciones, se acoge la petición de reemplazo de la docente Lama, quien al recibir la notificación de denuncia, envía una acotada carta de disculpas, donde manifiesta textualmente: “a través de esta carta espero hacer sentir mejor su percepción de vulnerabilidad”, posicionándome desde una supuesta apreciación individual de mi sentir, infiriendo que sus dichos y acciones me violentan aisladamente, excluyendo el trauma histórico del pueblo Mapuche, el cual sufre violencia sistematizada e infundada hasta el día de hoy, adjudicándome una condición de vulnerabilidad intrínseca, desvinculándose de la gravedad de sus actos provocados en aula, deduciendo que no existe arrepentimiento, como tampoco honestidad en sus palabras. Hoy, 19 de noviembre de 2019, recibo la respuesta de Dirección de equidad y diversidad de género de la Universidad de Concepción, quienes rechazan la investigación del caso, ya que lo “étnico” no se encuentra dentro de su protocolo y por lo cual no constituye un caso agravante de investigación. Lo cual me hace sentir nuevamente discriminada y violentada, sin contención real de parte de la casa de estudios.
Sigo esperando una respuesta concreta por parte de la Universidad de Concepción por los hechos de violencia racista ocurrido en una de sus aulas, perpetuados por la docente Bárbara Lama Andrade el pasado 5 de septiembre del presente año.
Decido relatar mi testimonio y compartirlo como una acción de denuncia pública, como mujer y estudiante Mapuche manifiesto el dolor que esta acción me ha causado, trayendo a revivir momentos traumáticos protagonizados por mi pueblo, impidiéndonos el uso normalizado de nuestra lengua materna, el mapuzungun, y que viene a dar cuenta que aún en un contexto donde se difunde “el desarrollo libre del espíritu”, el Mapuche es reprimido.