El tratado de Tantauco y anexión de Chiloé de Chiloé tiene distintos significados dentro de la provincia, mientras en Ancud, autoridades locales y regionales participaron -con ánimo de celebración- de una ceremonia para conmemorar la anexión de Chiloé al territorio nacional. Al sur de la isla grande, representantes de comunidades mapuche williche de Quellón rememoraron esta importante fecha repasando las asignaturas que todavía están pendientes por parte de instituciones del Estado con las comunidades indígenas de Chiloé.
La firma del Tratado de Tantauco marcó un hito para el pueblo mapuche williche de Chiloé, pues pese a que con la firma de dicho acuerdo se ratificó el reconocimiento de los Potreros Realengos (títulos de propiedad comunitaria) que en su momento realizó la corona española, lo cual fue reafirmado y complementado en el articulado de la legislación chilena a través de la Ley Freire, dictada en el año 1823 y aplicada en Chiloé en el año 1829.
Décadas más tarde se llevó a cabo un proceso que se caracterizó por inscribir a nombre del fisco chileno el extenso territorio insular despojando territorialmente a las comunidades indígenas del archipiélago, especialmente aquellas comunidades radicadas al sur de la isla grande.
Para Pablo Inaicheo, longko de la comunidad Coihuin de Compu comentó que este nuevo aniversario del Tratado de Tantauco, no tiene un aire de celebración, producto de que “después de 199 años no hemos logrado lo que se firmó en ese tratado, porque la deuda histórica sigue estando en las comunidades de Quellón. Creo que el tema principal es que se respeten en su totalidad los títulos realengos, lo que es el Fundo Yaldad, el Fundo Huequetrumao y Coihuin y otros. Si bien es cierto se han restituido en parte, aún queda territorio que es ancestralmente de las comunidades y no se ha reconocido en su totalidad”, expresó.
El dirigente explicó otro de los problemas asociados a la entrega de tierras, se ha producido porque “el Estado a través de la ley indígena ha llevado a crear otras comunidades que, de repente solicitan el mismo territorio que las comunidades históricas, entonces se transforma en una disputa. La comunidad Coihuin de Compu tiene una demanda de 60 mil hectáreas que se han venido restituyendo de forma parcelada, pero la demanda sigue abierta”.
Cristian Chiguay, longko de la comunidad Mon Fen de Yaldad, al sur de Quellón complementó lo expresado anteriormente planteando que para las comunidades indígenas el Tratado de Tantauco “marca un hito de vulneración de derecho y también de robo por parte del estado hacia los pueblos originarios, para nosotros una de las mejores conmemoraciones, -si es que alguien va a conmemorar algo-, sería que el Estado o algún ente de gobierno puedan reconocer y aplicar en plenitud el tratado Tantauco”, indicó Chiguay recordando que “en uno de los artículos del tratado quedó estipulado que los bienes que pertenecen a los habitantes de la Isla de Chiloé serán respetados a perpetuidad y es una de las primeras violaciones que hace el estado de Chile después de haber firmado el tratado Tantauco”.
El líder mapuche williche dio a conocer que en la actualidad “estamos en ese proceso de reivindicación de tierras, nosotros como Potrerillo Yaldad, tenemos la reivindicación de 30.000 hectáreas y así sucesivamente las demás comunidades vecinas”.
Agregando que esta misma demanda de tierras, los ha llevado “mediante estudios e informes oficiar a la comisión de paz y entendimiento y también oficiar al gobierno por la demanda de tierras que tiene nuestra comunidad. De hecho, hace poco, dos o tres días atrás tuvimos una reunión con la ministra de Desarrollo Social donde tocamos el tema de tierra y el tema de la recuperación de los territorios del mar a través de la ley Lafkenche”.
Opinión similar de Eduvina Neun, antigua dirigente de la comunidad de Weketrumao, recordó que una los ejemplos más claros de la falta de reconocimiento de las tierras mapuche williche al sur de Quellón, está reflejado en la disputa por el parque Tantauco del expresidente Sebastián Piñera el cual “pertenece a las comunidades, ese Parque Tantauco está entre Weketrumao y el Fundo Yaldad y también toda una parte del fundo Coinco. Por eso nosotros años atrás, cuando supimos que iba a construir un camino, nos opusimos y estuvimos acampando aproximadamente unos 15 días en la montaña para correr el ingreso al parque”, concluyó.
Además de las tierras, las comunidades indígenas mantienen otras demandas abiertas, pues en la actualidad existen espacios costeros marinos de pueblos originarios en tramitación, siendo la comuna de Quellón la que concentra la mayor cantidad de ellos; la provincia de Chiloé y la región de Los Lagos tienen la mayor cantidad de espacios costeros del país.
Por José Luis Vargas
