Por Martina Paillacar Mutizábal. Periodista Mapuexpress (*)
Franck Gaudichaud, es doctor en Ciencias Políticas y profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Toulouse Jean Jaures, Francia. Es autor de los libros: “Poder popular y cordones industriales. Testimonios sobre el movimiento popular urbano. 1970-1973” (2004, Lom ediciones); “Operación Cóndor: notas sobre el terrorismo de Estado en el Cono Sur” (2005, Sepha ediciones); “Chile: 1970-1973, Mil días que estremecieron al mundo” (2016, Lom ediciones) y “Descubrir la revolución chilena (1970-1973)” (2023, Les éditions sociales), entre otros.
En Mapuexpress, conversamos con el profesor Gaudichaud, para conocer su visión respecto a algunos antecedentes políticos e históricos sobre la vinculación entre los movimientos sociales y las demandas de nacionalización de la minería durante el periodo previo y durante el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973) bajo la presidencia de Salvador Allende.
Estas demandas, se canalizaron en la promulgación de la Ley 17.450 que reforma la Constitución Política del Estado, modificando el artículo 10 de la Constitución, señalando que: «Por exigirlo el interés nacional y en ejercicio del derecho soberano e inalienable del Estado a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 10 N° 10° de esta Constitución Política, nacionalízanse y declaránse, por tanto, incorporados al pleno y exclusivo dominio de la nación, las empresas que constituyen la Gran Minería del Cobre, considerándose como tales las que señala la ley, y, además, la Compañía Minera Andina» (1).
Además, agregaba que «El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e hidrocarburos y demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales».
Imagen: Afiche de Antonio Larrea (1971), presentada por Franck Gaudichaud en Coloquio sobre desigualdades territoriales en el país.
-Una de las demandas de los actores populares organizados durante la Unidad Popular fue la nacionalización del cobre para tener un control soberano de los recursos naturales y a su vez, expulsar el dominio de Estados Unidos en Chile. ¿Por qué son relevantes estas demandas, qué consecuencias considera usted que tuvieron y cómo se articulan con otras exigencias como la expropiación del latifundio, a modo de ejemplo?
La nacionalización del cobre fue una reivindicación histórica en Chile, en un contexto en el que el gobierno de Allende tenía eje como combinar el anti imperialismo, es decir, la oposición de Estados Unidos en el suelo chileno y a la vez para retomar el control de los recursos, no solamente del cobre sino de todos los recursos mineros, lo que Allende llamaba “el sueldo de Chile”. Esto con la idea de que no puede haber política nacional soberana si no hay control de los recursos del suelo por parte de las entidades públicas. A la vez, era una reivindicación histórica de los actores populares, de que no puede haber redistribución de la riqueza sin justamente ese control. Gran parte del movimiento obrero, de la CUT, de los sindicatos organizados, pobladores, reivindicaban también la nacionalización con expropiación para pensar la redistribución de la riqueza a escala nacional. Fue una pelea política muy importante del primer año de la UP hasta su nacionalización en julio de 1971.
-Según su investigación, ¿estas demandas se dieron en todo Chile o más bien en la zona centro-norte del país?
Los trabajadores mineros y sindicatos mineros de las grandes minas del norte fueron actores centrales, eran actores importantes del propio movimiento sindical, tenían mucho peso. En ese sentido, articularon sus demandas para ellos y, a la vez, para el país. De hecho, no era tan fácil porque un sector de los mineros durante la UP en El Teniente, encabezaron huelgas en contra de Allende, reivindicando más sueldos, y más salarios. Y aliados con la DC, también sectores mineros estuvieron creando problemas al gobierno de Allende. Pero el consenso fue en torno al recurso y a su nacionalización.
-¿Cómo la instauración de la dictadura y el modelo neoliberal viene a fragmentar las demandas sociales y las medidas de la UP a través de la privatización de la minería, donde el cobre pasa a manos de privados, nacionales y extranjeros?
Efectivamente, la obra de la dictadura no fue solamente aplacar, reprimir y destruir uno de los movimientos obreros más organizados de América Latina, el movimiento social. Fue también combatir al pueblo Mapuche, privatizar el conjunto de las empresas nacionalizadas y finalmente volver a dar a los Estados Unidos las multinacionales y a la oligarquía chilena el control de los recursos. Aunque es interesante ver que la dictadura no privatiza a Codelco- la Corporación Nacional del Cobre de Chile- porque va a utilizar el recurso para sus propios beneficios y, para propios beneficios de los militares mantiene Codelco público. Pero sí da concesiones ampliadas a todos los actores privados, lo que hace que hoy día 70% de la extracción minera en Chile sea privada y solamente el 30% pertenece a Codelco. Aquí vemos muy bien como el clan Pinochet privatiza a su favor, a favor de la oligarquía y a favor del capital transnacional.
-Lo que estamos investigando, entre otros, es cómo las concesiones mineras de exploración y explotación afectan a las comunidades Mapuche, porque no son consultadas ni informadas respecto a la instalación de las mismas, afectando también sus derechos a la libre determinación y autodeterminación.
El neoliberalismo en Chile, la dictadura, y el modelo actual minero profundizan el despojo neocolonial que existe, es su prolongación y profundización. Desgraciadamente el gobierno de Boric actual y la negociación respecto al Litio es muy ambigua porque da muchos espacios a los que fueron enemigos del pueblo chileno por ejemplo a Ponce Lerou. En ese sentido, hay un problema estructural: el despojo neocolonial y a quién le pertenece el recurso: si a los pueblos que habitan Chile, en particular a las comunidades indígenas o bien a la oligarquía y al capital transnacional.
*Esta entrevista se enmarca en el proyecto: “Choyipe Taiñ Newen Mapu: Comunicación y Resistencias contra las amenazas mineras en la Fütawillimapu” de Mapuexpress apoyado por Cultural Survival.
Referencias:
- Ley 17.450 reforma la constitución política del Estado, Ministerio de minería. Disponible en : https://www.bcn.cl/leychile/navegar?i=29026
- El Teniente es la mina de cobre más grande del mundo, ubicada en Machalí, Región de O’Higgins.