No pude vender la miel, y yo vivo de eso. Yo no puedo cosechar si sé que hay trazas, no es ético vender un producto tóxico. Se murieron las abejas de 14 de mis 25 colmenas debido a que por pensar que podría haber peritaje, no intervine en lo más mínimo mis abejas. Entonces comencé a hacer el reclamo ante Forestal Arauco y llegó finalmente un señor a negociar. Ellos no reconocieron el daño y tuve que aceptar que la compensación quedara registrada como asesoría. Recién en septiembre de 2020 me pagaron la segunda cuota de los 6 millones por la producción no vendida. Yo había iniciado un reclamo ante la entidad internacional que certifica a CELCO como sustentable, lo que no continué.”
Forestal Arauco, un vecino muy tóxico para seres humanos y abejas
María Elena Rozas y Lucía Sepúlveda
Santiago de Chile, 11 de abril de 2021/ RAP-AL/ Bernardo Riquelme Opazo produce miel libre de agrotóxicos en el secano interior del Maule, a 20 km de Constitución. Su vecino es Forestal Arauco, dueño de las 170 hectáreas de Rinconada Aylwin próximas a su predio. Él se comunicó con RAP-AL para informar: “El miércoles 31 de marzo, el guardia del predio de Forestal Arauco me avisó que al día siguiente iniciaría la fumigación con glifosato (Panzer Gold), metsulfuron (Aliado) y triclopir (Garlon). Después que ellos han desbrozado, cortando los pinos antiguos del predio hasta los 12 cm., estos se brotan y vuelven a nacer. Ellos quieren impedir eso porque se trata de pinos de plantaciones con una genética diferente a la de los que plantan ahora. Y por eso van a aplicar este cóctel en vez de pasar de nuevo la desbrozadora mecánica”.
El afectado solicitó a la forestal hacerse cargo de llevar sus 40 cajas de abejas al borde costero norte de Constitución en el bosque nativo de la empresa, en Putú y Quivolgo, para regresarlas tras el fin del período de reentrada para abejas fijado en alrededor de un mes. O bien que remplazara la pulverización, por desbrozamiento mecánico. Pero el guardia respondió que no había dinero para ello. Le dieron plazo de un mes para resolver el destino de sus abejas y de sus cultivos agroecológicos de papa nativa, maíz de rulo (de semilla local), y espárragos.
Un cóctel venenoso
El venenoso cóctel que usará Forestal Arauco en realidad es una bomba. Se prepara con glifosato (nombre comercial Panzer Gold), plaguicida altamente peligroso; triclopir (Garlon), nocivo, fetotóxico y con efectos crónicos para abejas, animales y seres humanos; metsulfuron metil (Aliado), tóxico para abejas e insectos y provoca cambio en el peso de los órganos y disminución del peso corporal en los animales. Es muy tóxico para organismos acuáticos y puede causar efectos adversos a largo plazo en el ambiente acuático.
Aunque SAG clasifica a dos de estos herbicidas (glifosato y metsulfuron) con etiqueta verde para el efecto agudo, la Agencia de Investigaciones del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasifica al glifosato como posible cancerígeno en humanos, uno de sus diversos efectos crónicos para la salud. Los estudios científicos muestran además que el glifosato afecta a la flora silvestre, incluyendo las abejas, al interferir con su sistema de orientación y afectar a las bacterias benéficas del tracto digestivo de estos polinizadores. Investigadores de la Universidad de Texas concluyen que el glifosato es peligroso para las abejas, según la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Las abejas que recibieron glifosato perdieron algunas de sus bacterias benignas en el intestino, concluyendo los investigadores que el glifosato puede debilitar su sistema inmunológico alterando su microbioma intestinal. Para estos científicos eso es una prueba de que el glifosato contribuye al declive global de las abejas melíferas. El Parlamento Europeo pidió la prohibición del glifosato para el año 2022.
Insólita virtualidad de triclopir para abejas
Las etiquetas y hojas de seguridad de SOLCHEM SpA señalan que Garlon (triclopir) de Forestal Arauco es “virtualmente” no tóxico para abejas. Pero en la realidad, la transnacional CORTEVA, su fabricante, señala en Uruguay en las hojas de seguridad que se debe avisar a los apicultores cercanos antes de la aplicación. Además, “Se aconseja el traslado de las colmenas fuera del área de aplicación por lo menos a cuatro kilómetros del límite (…) por treinta días. En caso de no poder trasladar las colmenas, taparlas con arpillera o espuma de goma húmeda durante la aplicación y tomar precauciones para evitar que el producto aplicado y sus compuestos de degradación hagan contacto en aves, abejas, organismos acuáticos y/o peces debido al posible efecto adverso que les pudiera ocasionar”. En la Unión Europea la aprobación del triclopir expira el 30 de abril de 2021 y hasta ahora su uso está permitido bajo la condición de que los Estados miembros incluyan medidas de mitigación de riesgos, inicien programas de seguimiento en zonas vulnerables y presten especial atención a la protección de las aguas subterráneas bajo condiciones vulnerables, entre otras disposiciones. Ninguna de estas medidas se adopta en Chile.
Un saboteado retorno al campo
Bernardo es usuario de Indap y de Prodesal y está inscrito en el registro de apicultores de SAG. Su vida cambió hace cinco años cuando abandonó su trabajo independiente como paisajista -dedicado al diseño de Jardines Japoneses- y ya habiendo formado a sus seis hijos, para trabajar en el predio donde habían vivido sus padres. Su historia, como la de otros, es parte de una tendencia de retorno al campo en busca de una vida más sana, para cultivar alimentos con técnicas de la agroecología y disfrutar del aire puro.
¿Y qué pasó en 2019 con sus abejas Bernardo?
“No hubo aviso previo de la aspersión. El 27 de abril de 2019 vi que comenzaron a fumigar. El guarda bosques de Arauco me dijo ´Aquí le hago el papelito´ y me avisó en plena faena que iban a fumigar. En el SAG me negaron la inspección inmediata que pedí. La SEREMI de Agricultura ordenó una inspección para el día siguiente a las 9 AM, pero llegaron a las 17:30 horas. Los inspectores justificaron la demora aduciendo que primero fueron a hablar con Forestal Arauco. No respondieron a mis cuestionamientos de lo improcedente que era aquello, pues el afectado era yo. Quedaba uno solo de los cinco vehículos con aplicadores a esa hora. Ya no se podía fiscalizar con ese aviso previo, todo era concomitancia. El año 2018 ocurrió lo mismo respecto de no dar aviso, pero solamente llamé al Servicio de Salud del Maule y nunca tuve respuesta”.
¿Qué daños tuvo en 2019?
No pude vender la miel, y yo vivo de eso. Yo no puedo cosechar si sé que hay trazas, no es ético vender un producto tóxico. Se murieron las abejas de 14 de mis 25 colmenas debido a que por pensar que podría haber peritaje, no intervine en lo más mínimo mis abejas. Entonces comencé a hacer el reclamo ante Forestal Arauco y llegó finalmente un señor a negociar. Ellos no reconocieron el daño y tuve que aceptar que la compensación quedara registrada como asesoría. Recién en septiembre de 2020 me pagaron la segunda cuota de los 6 millones por la producción no vendida. Yo había iniciado un reclamo ante la entidad internacional que certifica a CELCO como sustentable, lo que no continué.”
Bernardo Riquelme vende a $7.000 el kg de miel entre sus redes personales, a quienes se las ofrece como miel totalmente natural sin trazas de contaminación por plaguicidas y libre de procesos industriales. Comenzó con seis cajas de abejas, viviendo en una mediagua y hoy tiene una casita, la única en el fundo.
El efecto deriva
A los riesgos ya descritos para las abejas, se agregan otros que se descargan sobre quienes viven en las cercanías del predio de la Forestal Arauco, debido al efecto deriva, que es la diseminación de estos herbicidas en la atmósfera, fuera del blanco fijado, cuando se está pulverizando. Hay además factores climáticos que pueden provocar una revolatilización o evaporación de los herbicidas aplicados, fenómeno que puede extenderse más allá de las 24 horas posteriores a la aplicación. Agrava esta situación, el hecho que otros factores pueden generar una tercera deriva después de semanas, meses o años de la aplicación desplazando los plaguicidas y sus residuos, fuera del campo asperjado. Esto hace imposible controlar la no dispersión de las partículas y prevenir la contaminación del aire, las aguas, los suelos y las poblaciones, los animales y los polinizadores expuestos luego de las aspersiones. Según estudios publicados en Brasil por A. Chaim en su estudio «Tecnología de aplicación de Agrotóxicos…» cerca de 32% de las pulverizaciones quedan en los cultivos que eran el objetivo; pero 49% van al suelo, y 19% van por el aire a otras áreas vecinas afectando los cultivos próximos y zonas habitadas.
El predio que heredó Bernardo está en sucesión y es parte del fundo La Vega. Él ha cerrado cerca de 15 hectáreas allí, de las cuales 11 son de cerros. Está reforestando con quillay a la espera de las primeras lluvias. Por el lado paterno, el ahora agricultor está emparentado con doña Isabel Riquelme, la madre de Bernardo O´Higgins, ya que su tatarabuelo tenía predios en Ñuble antes de irse a Constitución y por el lado materno tiene ascendencia mapuche, ya que su abuela se apellidaba originalmente Millao.
El feudo de Celco
Relata Bernardo sobre su entorno: “Constitución, el pueblo más cercano, es de CELCO. Su planta de celulosa está instalada allí, en el pueblo. No hay otra fuente de trabajo y de una forma u otra, la gran mayoría de las familias dependen de la industria. Hay un canal local en el Maule que se llama Contivisión que empezó como independiente y hoy recibe aportes financieros de Celco. El jefe de CONAF está casado con la jefa del Ministerio Público. El marido de la secretaria municipal es el abogado encargado de la Corporación de Asistencia Judicial. El Juez de policía Local es asesor de Arauco. El vínculo social y aglutinador en los emprendimientos locales es una casona con oficinas, financiada por Celco/Arauco. Los pequeños campesinos engordan sus animales en los vastos predios no cercados de la Forestal Arauco, y varios recolectan un preciado hongo de exportación, morchella cónica, que brota en los bosques quemados y se exporta a la Comunidad Europea. Los hijos de las familias de Constitución trabajan subcontratados como aplicadores de plaguicidas o en faenas forestales. Ninguna denuncia aquí puede prosperar.”
Historial de Arauco
Los impactos negativos ambientales y socioeconómicos de los monocultivos de pinos y eucaliptus y plantas de celulosa de forestal Arauco, entre otras CELCO, de propiedad del Grupo Angelini, han afectado gravemente por décadas en el país a las comunidades que colindan con las más de un millón de hectáreas que posee en regiones del norte, centro y sur. El despojo de tierras a campesinos mapuche y chilenos, la pérdida de fuentes de agua y de biodiversidad, la destrucción del bosque nativo y el uso intensivo de plaguicidas en sus plantaciones, están entre las afectaciones más conocidas, mientras que los niveles de pobreza en las comunas en que se asienta la industria están entre los peores de todo el país. Según el nivel de pobreza por ingresos, Constitución tiene un índice de 23,9 que es uno de los más altos de la región del Maule.
Actualmente Forestal Arauco desarrolla en territorio mapuche el resistido proyecto MAPA de ampliación de su planta Arauco de celulosa. La empresa ha sido denunciada por la Federación de Trabajadores Forestales Rodrigo Cisternas por reiteradas prácticas antisindicales con trabajadores subcontratados.
Forestal Arauco, una empresa insostenible
La certificación de sustentabilidad entregada periódicamente por el Forest Stewardship Council, FSC ha sido impugnada internacionalmente por organizaciones mapuche y territoriales. Al largo historial de denuncias, se suma esta nueva vulneración al derecho a la vida y a un ambiente libre de contaminación, por las fumigaciones áreas con plaguicidas altamente peligrosos. Ello está impidiendo el derecho al normal desarrollo de las actividades económicas que realizan los agricultores, apicultores y las comunidades vecinas a las plantaciones de pino y eucaliptus de la empresa de Angelini. Entre los afectados están los pequeños apicultores de Constitución, entre ellos Riquelme, del Fundo Las Vegas.