Frente al conflicto entre el Estado Chileno y el Pueblo Mapuche que se ha agudizado en las últimas semanas en la Araucanía a través de hechos de violencia como los ataques racistas a miembros del Pueblo Mapuche en diferentes comunas, la quema de camiones que se ha venido dando en la región, y la huelga de hambre a la que se han visto obligados 25 presos mapuches en las cárceles de Angol y Lebu para hacer escuchar sus demandas, queremos señalar lo siguiente:
- Como organización que defiende los derechos humanos, condenamos todo forma de violencia. La violencia afecta no solo a las víctimas y sus familiares, sino a todxs lxs ciudadanxs que habitamos Chile, pues rompe el mínimo pacto de convivencia que es la base para la construcción de una sociedad plural y diversa, pero sobre todo afecta la vida y derechos fundamentales de quienes más estamos llamados a proteger: los niños y niñas que habitan este territorio.
- Condenamos los ataques de la madrugada del sábado 22 de agosto a un camionero y su familia en la ruta CH-182 que une Collipulli y Angol, donde una menor de 9 años resultó herida de gravedad. Ante ello, pedimos el esclarecimiento urgente de los hechos y una investigación imparcial con apego al debido proceso, que establezca las responsabilidades penales a quien corresponda, evitando prejuzgamientos y estigmatizaciones hacia el pueblo mapuche.
- Asimismo consideramos que toda violencia ejercida en contra de la niñez en la Araucanía es condenable. Por ello también condenamos la represión y violencia sistemática que se ejerce contra las niñas y niños mapuches, que pone en riesgo no solo su vida y salud, sino su desarrollo y estabilidad física y emocional. Hechos de violencia que han sido ampliamente documentados por organismos como el INDH[1] y Naciones Unidas[2]. Ante ello, exigimos se garantice el pleno respeto a sus derechos y a un ambiente libre de represión donde puedan desarrollarse con plenitud.
- Instamos también al establecimiento urgente de una mesa de diálogo con los 25 prisioneros mapuches que se encuentran en huelga de hambre en la cárcel de Angol y Lebu, considerando especialmente la situación de los prisioneros Antu Llanca y Daniel Nahuelpi, quienes han sido víctima de violencia estatal y criminalización desde que son niñxs.
Reiteramos que el diálogo es la única vía de solución para lograr un acercamiento y entendimiento entre las partes de un conflicto, a partir de un respeto y reconocimiento mutuo. Solo a través de un diálogo sincero y en igualdad de condiciones se puede avanzar hacia la solución de las demandas históricas y estructurales que plantea el Pueblo Mapuche, y solo a través del diálogo se contribuye al fortalecimiento y legitimación de las instituciones democráticas.
Observatorio Ciudadano, 25 de agosto de 2020