Andrea Neculpan, viuda del werken de la comunidad We Newen de Collipulli, asesinado con un impacto de bala el 04 de junio, acusa que la PDI y la Fiscalía se descartan mutuamente por la dilación en la entrega de cualquier información por el crimen contra su marido, el que sigue bajo completa oscuridad.
FUENTE: Interferencia.cl
Más de un mes ha pasado desde el asesinato del werken (vocero) Alejandro Treuquil (37 años) y su viuda, Andrea Neculpan, no ha recibido ninguna información sobre el asesinato de su marido desde la Fiscalía de Collipulli.
El werken de la comunidad We Newen de Collipulli, fue asesinado con un impacto de bala- mientras buscaba un caballo en la comunidad- que recibió el jueves 04 de junio, mientras que otras tres personas resultaron heridas.
Nuestro medio conversó nuevamente con la esposa del fallecido, quien tras la muerte, denunció amenazas desde Carabineros al werken en este artículo de INTERFERENCIA: Carabineros le dijo a mi marido ‘te vamos a matar igual’.
El viernes 12 de junio, Neculpan junto a integrantes de la comunidad We Newen se dirigieron a la Fiscalía en Collipulli para entregar una carta exigiendo justicia por el asesinato del dirigente, denunciando “falta de rigurosidad y demora en la investigación”.
Pese a que Fiscalía apunta que asesinato de Treuquil puede ser un delito común, Neculpan persiste en sus dudas, debido a los violentos días de represión policial que antecedieron al asesinato de Treuquil. “Es como que a los autores se los tragó la tierra, como que nadie sabe nada de ellos. Me dicen que supuestamente hay un imputado, pero ya ha pasado más de un mes y no hay ningún detenido”, comenta.
Andrea Neculpan, llevaba trece años de relación con el werken Alejando Treuquil y tuvieron tres hijos, el mayor de 9 años, una niña de 5 y el más pequeño de 4 años. Además, recientemente perdió un embarazo de cuatro meses, después de un allanamiento de Fuerzas Especiales de Carabineros en el cual lanzaron lacrimógenas a su casa.
El jueves 21 de mayo Alejandro Treuquil, recibió a funcionarios del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), sede La Araucanía, en su comunidad, la cual había sufrido constantes operativos policiales. A Treuquil le quedó pendiente una reunión con el jefe de la sede regional del INDH, conversación en la que aportaría mayores antecedentes para el recurso de amparo que finalmente interpuso la entidad, el miércoles 10 de junio, ante la Corte de Apelaciones de Temuco en contra de la IX° Zona Araucanía de Carabineros de Chile, representada por el general de Carabineros, Carlos González Gallegos.
Tras el asesinato, comenta la viuda que “la represión policial tampoco ha parado”. Una semana después, sobrevoló un avión y, “entraron Fuerzas Especiales de Carabineros disparando y lanzando bombas lacrimógenas”. Situación que se repitió el sábado 4 de julio; “anduvieron molestando, tirando gases, no fue tan grave, fue algo corto. Hay un particular de arriba que a veces llama a carabineros, su casa está resguardada por carabineros”.
A su vez, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía, indaga la denuncia criminal ingresada por el Instituto Derechos Humanos (INDH) sede La Araucanía, para que se investigue la responsabilidad penal de Carabineros respecto a la interrupción del embarazo de la misma Andrea Neculpan, debido al uso desproporcionado de bombas lacrimógenas lanzadas en la comunidad en mayo de este año.
“No hay avance con la muerte de mi esposo, menos tengo esperanza que haya avance con el tema del embarazo”, dice Neculpan.
– ¿Ha tenido alguna información respecto al asesinato de su marido?
– Ha sido muy lento el proceso. No he recibido ninguna respuesta de Fiscalía ni de la Policía de Investigaciones, nada. Es como que a los autores se los tragó la tierra, como que nadie sabe nada de ellos. Me dicen que supuestamente hay un imputado, pero ya ha pasado más de un mes y no hay ningún detenido.
Me dijeron que habían enviado una carpeta, que se la pasaron a Fiscalía y ya con todas esas pruebas se supone que el fiscal debería dar alguna orden de detención. Al otro día, me llamó Fiscalía, diciéndome que la PDI no les había entregado nada. Entonces como que se tiran la pelota entre ellos. No se sabe cuál de las dos instituciones está mintiendo. No hay justicia, no hay respuestas claras.
– ¿Por qué cree que no ha recibido respuestas?
– A mi parecer quieren salvar gente. A mi nadie me saca de la cabeza que sí hay carabineros metidos en esto, ¿cómo no hay culpables o sospechosos? Ha pasado más de un mes, y creo que es porque están encubriendo a agentes del Estado. Se supone que son expertos y no dan ninguna información.
– Entonces, al igual como señaló en una entrevista anterior con INTERFERENCIA ¿aún cree que Carabineros está involucrado en el asesinato de su esposo?
Sí, sigo con la misma sospecha. Si fueron agentes del Estado que lo mataron ¿qué justicia va haber con mi marido? Nada, no habrá justicia por él.
– ¿Por qué tiene esa sospecha?
– Por la persecución que le hicieron hasta el último día cuando murió. Ese mismo día que lo mataron, él había salido a hacer unos trámites y todo ese rato lo persiguieron carabineros. Pasó a comprar pan y ahí lo siguieron también. Es obvio que están metidos de alguna forma en esto.
Como a él le gustaba moverse por su gente, fue a hacer diligencias. Me decía, “si hay personas que tienen tanto, que les cuesta darle a los demás”, y se fue a una empresa a solicitar ayuda porque con la pandemia había mucha gente que no tenía para comer y me dijo, “yo tengo, pero mi gente no”. Lo persiguieron todo ese rato que estuvo afuera.
– ¿Carabineros?
– Sí, hasta le sacaron fotos. Cuando lo llamé me dijo, “no sé qué pasará, pero tienes que estar tranquila. Quizás me van a detener”, le respondí, “¿por qué?» Y seguía en el pueblo, me respondió que lo estaban siguiendo mucho los carabineros, “si caigo preso, en la cuenta rut hay una monedas, sácalas no más, que no le falte nada a los niños. Si no llego antes, es porque me detuvieron, pero que no se te olvide comprarle yougurt a los niños”. Eso era una de las cosas sagradas para él.
Me quedé preocupada y al rato llegó. “Los carabineros me vinieron a dejar hasta el portón”, me dijo. Yo le respondí que no entendía por qué lo seguían tanto. “No sé, incluso yo me entregué hace unos días, les dije que me detuvieran, pero que dejen a mi familia tranquila, dejen de asustar a mis hijos”.
“No entiendo qué pasa, pero ando con una sospecha que algo me va a pasar, quizás me van a detener, pero como te dije, tienes que estar tranquila”, eso fue el mismo día que lo mataron.
Por eso nadie me saca de la cabeza que están involucrados, quizás no directamente, pero quizás le pagaron a alguien. ¿Cómo no hay nada aún? Si a él le hicieron los peritajes y pareciera que no hay rastros de quien lo mató [suspira].
– Esta poca comunicación que relata que ha tenido con Fiscalía ¿es por qué la han llamado o usted los ha buscado?
– Yo creo que llegó a aburrir llamándolos. Llamó casi todos los días pidiendo una explicación o avance en la investigación. “No le podemos dar más información porque es un caso delicado, que puede llegar a oídos del autor”, y ahí les respondí, “pero cómo yo voy a decirle eso a quien mató a mi marido”.
He ido varias veces a Fiscalía y seguiré yendo. Me dijeron que me darían una hora de atención y todavía no me la dan.
– ¿Cómo ha sido este tiempo para la comunidad luego del asesinato?
– Ha sido complejo, porque él era el pilar, él era el lider. Levantaba todo. Sin su presencia no es lo mismo, pero hay personas que están tratando de sacarla adelante para que siga a pesar de las dificultades.
– ¿Y para ustedes como familia?
– Muy duro. Sobre todo porque no sabemos quién lo hizo, duele más no tener justicia. Algo de conformidad me daría saber quién fue, mirarlo a la cara, saber por qué lo hizo eso y decirle el daño nos hizo como familia y a mis hijos.
Pasan los días y siento que se están olvidando de la muerte de él. Ya nadie habla de mi marido, espero que la gente no lo olvidé, porque luchó mucho con distintas comunidades. Nosotros no nos vamos a olvidar de él, si es necesario, saldremos mil veces a la calle a pedir justicia. Mis hijos y yo nos descansaremos.
Ojalá que las comunidades Malleco y de alrededores me sigan apoyando y que busquemos justicia. No podemos olvidar, fue un weifache (guerrero), un werken (vocero).
– ¿Cómo ha sido este mes para sus hijos?
– Muy fuerte, sobre todo para el mayor, él entró en una depresión. Lo están tratando, porque además tienen una discapacidad, está recibiendo ayuda de Teletón con psicólogos.
– ¿Tiene asesoría de algún abogado?
– No, por un tema de recursos, porque para contratar a un abogado igual se necesita plata. No cuento con esa cantidad de dinero para decir, “voy a contratar un abogado”, porque quedé sola.
La diputada Emilia Nuyado [PS] se comprometió a que no descaría hasta que se hiciera justicia.
– ¿Ha tenido algún tipo de comunicación con el Municipio de Collipulli o con el mismo alcalde Manuel Macaya (RN, ex independiente pro-DC)?
– Me ofrecieron una caja, pero no quiero sus migajas, porque mi marido fue muchas veces a pedirle ayuda. Fue mil veces a pedirle ripio, porque los furgones de los niños quedaban encerrados, y mi hijo que es discapacitado no lo podía venir a buscar.
El alcalde no quiso ayudar. Así que no quiero su caja, yo no me vendo por una caja de mercaderia. Ni escuchar que ahora venga a dar sus falsas explicaciones. Él es el alcalde de la comuna, tendría que haber hecho algo cuando nos amendaraban en la comunidad ¿donde estaba? Nunca se presentó.