El papel de la mujer mapuche aún no se encuentra plenamente valorado al interior de su sociedad. Si bien es cierto ellas tienen un lugar principal en el ámbito productivo, cumplen un importante rol en la trasmisión del conocimiento y la reproducción sociocultural…
Imagen: Pintura «Curiosidad» (2010) Loreto Fernández, acrílico sobre tela.
Por Ronny Leiva S.
Mapuexpress.org – La mujer tiene una importancia central en la sociedad mapuche, antropólogos e historiadores sostienen que en la época pre estatal la mujer era considerada como una oportunidad para mejorar la situación económica de las familias.
Asimismo, sostienen, se promovía que las alianzas políticas fueran afianzadas a través de vínculos de parentesco, por ejemplo los hijos e hijas de un territorio estaban casados con los otros territorios. La información respecto de estas alianzas era de conocimiento general y, de este modo, contribuía a la mantención de la estabilidad social y de las autonomías locales (Bengoa, 2004: 276-277).
En una investigación sobre la Sociedad Mapuche contemporanea (Leiva, 2016) se entrevistó a diversos longko del Ngulumapu, para profundizar en la visión de la «racionalidad económica mapuche» o Mapuche Dewman, en este sentido, todos ellos destacaron el papel fundamental de la mujer.
Los entrevistados sostuvieron la mujer tiene un papel fundamental y central. El longko Augusto Nawelpan afirma “la mujer mapuche es un ser humano muy importante, en el mundo mapuche, en el quehacer social de la comunidad la mujer es el principal ser humano”. Entre los aspectos más relevantes de su rol se encuentra la mantención y proyección del conocimiento, la participación en la producción y también en su capacidad de ejercer su influencia para la educación de las demás personas.
Incluso algunos entrevistados señalan que en el desarrollo de la cultura mapuche quien domina es la mujer y el hombre le ayuda en esto. Un ejemplo clásico en relación a esta idea es la hegemonía que la mujer tiene en la elaboración de los ñimin símbolos de los tapices mapuche que constituiría una escritura ideográfica (Millaleo, 2011). El longko José Panguilef sostiene que, en la relación de la mujer con la cultura, la mujer hace la cultura, las más antiguas trasmiten su sabiduría a las más jóvenes.
Por su parte, la longko Juana Kalfunao considera que el propósito de la mujer es germinar y dar frutos en la vida, se trata del “papel que le da la vida, la humanidad, entonces como tiene eso en su mente ella va a estar siempre preocupada de producir, de que todas las semillas sean fértiles, de que todas las semillas den su producción”, en esta afirmación se referiría tanto al papel productivo como al desarrollo de la sociedad.
Los entrevistados también, destacan el importante papel de la mujer en la producción. El longko Leonardo Kalfuleo nos dice que en este ámbito la mujer adquiere preponderancia porque “se desempeña en cualquier producción, puede ser también en tejido o preparar los alimentos, por ejemplo una mujer cuando se va a fabricar el catuto o mültrun siempre lo va a realizar la mujer porque ellas son dueñas de casa”, para el longko ser dueño de casa no es algo menor sino más bien significa administrar las familias, administrar sus recursos, su campo, su ganado, etc.
En la imagen: Longko Juana Kalfunao del Lof Paillalef (Wentemapu).
En la misma dirección apunta el longko Nawelpan quien, por un lado, reconoce que las tareas que asumen son trabajosas y, por otro lado, considera que ellas tienen un lugar especial, “porque la mujer prepara el muchay (bebida de cereales) para preparar la rogativa y un longko no puede salir de la casa sin hacer su rogativa” es sólo la mujer la que proporciona el muchay o muday con el que se expresa la ritualidad mapuche y en el discurso ceremonial “para efecto de los gijatun [a quien se] resalta primero es a la mujer”, destacando así la función que las actividades cotidianas propias de las mujeres tienen en la espiritualidad y la moral mapuche.
Don Vicente Pitriullan, longko del kiñelmapu Karirriñe, se inclina también por el rol productivo de la mujer, contexto en el cual “tiene su importancia, como ellas tejen, hacen mantas, tejidos, labores, ahí se entretienen también pu, esa es la cultura de ellas”, un concepto que relaciona producción y cultura como una misma cuestión.
Dualidad y cultura
Don José Panguilef, longko de Rüpümeika, también destaca que se trata de la importancia de mujer en “su cultura, propia de ella, [es] ayudada por el hombre al manejo”. Contribuyendo, además, con la idea de que tras la incorporación de la mujer, producto del matrimonio al grupo familiar del hombre, ella aporta a este nuevo grupo con su todo su bagaje sociocultural.
Todos los entrevistados coinciden en que las actividades realizadas por las familias no pueden sino ser desarrolladas en conjunto la mujer con el hombre.
El longko Nawelpan remite nuevamente al principio mapuche de la dualidad “nosotros somos hechos de un hombre y una mujer, así como se dice: ‘wenu mapu chao, wenu mapu ñuke’, nosotros no podemos estar sin la participación de la mujer y por lo tanto se tiene que trabajar de forma igual, responsable”.
El longko Kalfuleo además considera que las mujeres son cruciales para el apoyo que se da en la pareja “un parlamentario, por ejemplo, si no tiene apoyo de su señora no va a funcionar bien” – sostiene – realizando una analogía entre las autoridades de tipo occidental y los longko mapuche.
Desde su perspectiva Kalfuleo estima que en la naturaleza sucede el caso similar porque “no solamente el ser humano puede pensarlo así, porque igual puede ser hasta un insecto o un animalito, cuando son pareja tiene que marchar bien”, apuntando así al concepto de dualidad que se observa en el mundo natural, principio fundamental de la filosofía ancestral mapuche.
Los longko entrevistados también reconocen la importante función que cumple la mujer en la educación mapuche, el longko Relmucao considera que “es un trabajo criar a los hijos, a todos ellos ayudarles a crecer fuertes”, y el longko Kalfuleo destaca la solidaridad de la mujer quien se preocupa no sólo de su propia familia sino también “de enseñarle al resto de las mujeres”.
Por su parte, la longko Juana Kalfunao afirma que por medio de su entrega la mujer demuestra su cariño, sus productos, sus alimentos, su atención son muestras de afecto, “porque eso es lo que va a recibir la gente, el cariño de la mujer”.
El papel de la mujer mapuche aún no se encuentra plenamente valorado al interior de su sociedad. Si bien es cierto ellas tienen un lugar principal en el ámbito productivo, cumplen un importante rol en la trasmisión del conocimiento y la reproducción sociocultural y, además, han tenido una participación activa en la historia mapuche reciente, realizando, desde diversas esferas de la actividad humana, un aporte sustancial al proceso de reconstrucción de la sociedad mapuche (Leiva, 2015).
Bibliografía
– NOR MOGEN KA DEWMAN: ESTADO, ECONOMÍA Y DESARROLLO DE LA SOCIEDAD MAPUCHE EN NGULUMAPU
– Las mujeres en el proceso de reconstrucción de la sociedad mapuche