La decadencia en la Iglesia Católica y en las iglesias occidentales en general es parte de la caída de una estructura patriarca y colonial, lejos de los denominados “principios y valores cristianos” que dan cuenta de un estructura enfermiza por el abuso de poder que toma diversas formas y aristas.
Sin lugar a dudas la situación más grave que ha denotado en este último tiempo son los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica que hacen referencia a una serie de condenas, juicios e investigaciones sobre delitos y crímenes de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes y miembros del clero católico.
Las demandas y acusaciones también van contra la jerarquía católica, quien en muchas ocasiones obstaculiza las investigaciones, además de no reportar y de hecho encubrir a los sacerdotes pederastas, trasladándolos de las parroquias para evitar su detención y juicio, que incluye entre numerosas otras situaciones al ex Juan Obispo Barros en Osorno y su complicidad en los abusos de Karadima, lo que finalmente gatilló que el Papa designara en esta diócesis a Jorge Concha Cayuqueo, de orígen Mapuche y oriundo de Carahue.
CONSIDERACIONES “DOGMÁTICAS”
A parte de estas situaciones gravísimas, existen diversos otros elementos que hacen cuestionar los propósitos de las doctrinas de las iglesias denominadas cristianas y que se contraponen a las creencias y enseñanzas de origen con relación a la figura de Jesucristo y que son resaltadas por una estudiosa de los mensajes de la cristiandad que de alguna forma se recogen parcialmente en la Biblia, por ejemplo: Aquellas referidas a la igualdad (Juan 13:16); contra los prejuicios, las agresiones y discriminaciones (Mateo 7: 1-2, Lucas 6:41, Juan 8: 7]); Sobre la paz, amor, bondad, compasión, solidaridad, justicia y misericordia [Mateo 5: 9, Mateo 22: 37-40, Mateo 6: 5, Mateo 12: 7, Mateo 14:16, Mateo: 11:28, Mateo 25: 34,35,36,37,38,39,40]; contra el acaparamiento, la avaricia y el comercio de la fe [1 Juan 3:17, Juan 2: 14-16, Mateo 19:24, Lucas 11:46, Mateo 25: 41-43]; el servicio, la ayuda y la solidaridad [Mateo 9:35].
Esta mujer estudiosa del mensaje de Jesucristo y apóstoles, incluyendo la figura de María Magdalena, nos comparte su escrito con su nombre en reserva, preguntándose ¿Está Cristo en el cristianismo? “¡Claro que sí! dirán algunos sin dudarlo, pero también son muchas las personas que opinamos diferente que no necesariamente estamos en contra del cristianismo sino que nos repele la forma de obrar de las instituciones y organizaciones que afirman representarlo”, destacando que la denominada corriente cristiana en su origen era anti imperialista, opositora al imperio romano, considerando su estructura bélica, expansiva, opresora, esclavizante, colonialista, clasista, invasiva y explotadora de minerales por tanto de la naturaleza. “Las enseñanzas de la comunidad que integraba Jesús el Nazareno fueron instrumentalizadas por el propio imperio romano, la que en su origen inspiraba una práctica de justicia, de verdad, de igualdad, de resistencia al opresor, de amor a los desposeídos”, indica.
Estas contrariedades siguen vigentes al interior de las propias iglesias denominadas cristianas y en el caso de la Iglesia Católica su jerarquía patriarcal toma diversas corrientes internas de distintas índoles, existiendo grupos ultras sectarios denominados “Legionarios de Cristo”, “Opus Dei” o bien “Tradición, familia y propiedad”, entre otros, vinculados al poder político y económico de corrientes fascistas y de bloques opresores que se relacionan con el acaparamiento, el lucro, la explotación y la perversión.
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MONSEÑOR FRANCISCO JAVIER STEGMEIER
Francisco Javier Stegmeier nació en Los Ángeles en el año 1962. Inició sus estudios en 1968 en el Colegio Alemán de Los Ángeles, y posteriormente realizó su formación secundaria en el Liceo Alemán también en Los Ángeles. Ingresó al Seminario Mayor San Rafael, de la diócesis de Valparaíso en 1982.
Stegmeier fue ordenado sacerdote el año 1988 y al año siguiente ingresó a la Pontificia Universidad de Santa Cruz en Roma, ligada al Opus Dei. A su vuelta, el año 1992 fue párroco en Los Ángeles y luego profesor y posteriormente rector en el seminario de Concepción.
El Papa Benedicto XVI lo erigió Obispo de Villarrica el 7 de febrero de 2009, recibiendo la Ordenación Episcopal el 19 de abril de 2009, en la Iglesia Catedral de Villarrica por parte del Nuncio Apostólico Monseñor Giuseppe Pinto, junto a Monseñor Felipe Bacarreza, Obispo de Santa María de Los Ángeles, y Monseñor Sixto Parzinger, Obispo emérito de Villarrica. La celebración contó con la participación del Cardenal Francisco Javier Errázuriz y de todos los Obispos de Chile.
Una de sus primeras decisiones de Stegmeier fue cerrar la pastoral indígena, tradición con más de 80 años, incluso un sacerdote Capuchino de origen mapuche, Severiano Alcamán, señaló: “Yo lo veo muy contradictorio. Él (Stegmeier) se ha separado de lo que tenían los capuchinos antes. Es poco amigable. Incluso él ha dicho por ahí que el pueblo mapuche es pagano” publicaba Revista Qué Pasa.
“Cuando llega el nuevo obispo Stegmeier se produce un cambio radical porque este nuevo obispo tiene una formación teológica Opus Dei, cerrado al diálogo y sin reconocimiento a la cultura mapuche ni a su religión y se instala como un ser extraño y comienza a quebrar a la iglesia de La Araucanía y hoy es una iglesia muy dividida y dañada. Cerró la pastoral indígena después de muchos años de trabajo. Cerró la Fundación para el Desarrollo de La Araucanía y se retiró de la Fundación Instituto Indígena”, relata el padre Fernando Díaz a Qué Pasa, quien agrega: “Cortó todos los canales con los que la diócesis se comunicaba con el mundo mapuche”.
Previo al destape de abusos sexuales en la Iglesia católica al Obispo de Villarrica también fue denunciado por falta de colaboración a la justicia en el caso del sacerdote Orlando Rogel acusado y condenado a 10 años y 1 día por abusos sexuales reiterados en contra de niños y adolescentes en un internado dependiente de dicha Diócesis. El fiscal del caso, Omar Mérida, decidió en su momento pedir antecedentes de la investigación canónica directamente al Vaticano, luego que Stegmeier “negara la entrega de la información respecto del sacerdote”, publicaba Pulso Diario.
Al ser consultado el Obispo por dicho medio en octubre del 2011 respecto a la solicitud del representante del Ministerio Público el prelado indicó que “dentro de lo posible han colaborado con la investigación; pero por ley canónica –que es reconocida por nuestro Estado y la ley de culto- están impedidos de dar mayores detalles de los investigado por el promotor de justicia, que aún no concluye con la toma de declaraciones a testigos y víctimas”.
Stegmeier ha sido uno de los cabecillas en Chile de los grupos denominados “Pro Vida” contra todo tipo de aborto, indicando: “Hoy los poderes del mundo imponen una «cultura de la muerte». Es decir, poderosos organismos internacionales y nacionales, con una gran cobertura mediática y financiamiento de distintas instituciones, despliegan una campaña que promueve la muerte de los más indefensos, de los más débiles e inocentes, como son los niños que están por nacer. Frente a esto nosotros, con nuestros escasos medios, queremos dar un signo. ¡Somos muchos -la mayoría de la gente en Chile- que no quiere aborto, que no quiere que se pasen a llevar los derechos de los niños por nacer!”.
Contrario a su posición “a favor de la vida”, Stegmeier no ha tenido palabra alguna para condenar los crímenes de lesa humanidad contra miles de personas en Chile durante la dictadura militar. Tampoco ha tenido mención alguna frente a las masacres estatales contra el Pueblo Mapuche por el estado chileno y ninguna diligencia frente a las responsabilidades de la propia Iglesia, por el contrario, ha sido un gatillante de los actuales conflictos y tensiones en la Araucanía.
Francisco Javier Stegmeier Schmidlin es hermano de José Miguel Stegmeier Schmidlin, presidente de la Sociedad Agrícola del Biobío (SOCABIO), quien duró sólo tres días como gobernador del Biobío al inicio del primer gobierno de Sebastián Piñera, ya que una investigación periodística lo relacionó a sociedades que prestaban apoyo financiero a Colonia Dignidad, donde el padre de estos hermanos falleció al interior del Hospital de este enclave Nazi, publicaba El Mostrador.
Colonia Dignidad (inicialmente Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad) fue un asentamiento fundado en Chile por un exmilitar nazi. Está ubicada en la comuna de Parral, Provincia de Linares, Región del Maule. Fue un centro de detención y tortura en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet. También de diversos abusos sexuales y adopciones ilegales cometidos contra niños y adolescentes. En 2005, a sugerencia del traficante de armas Gerhard Mertins, adoptó el nombre de Villa Baviera.
José Miguel Stegmeier es socio fundador de la agrícola Tierra Negra, mencionada en los expedientes del ministro en visita Jorge Zepeda como una de las sociedades que ayudaron a ocultar la fortuna del criminal Paul Schäfer y que lo sacó ilegalmente de Colonia Dignidad, como se acredita en el fallo del 26 de agosto de 2006 del mismo juez (sobre el tráfico de armas del enclave). El antecedente fue informado inicialmente por el diario La Nación, en mayo de 2006, y luego por CIPER, en un artículo publicado en marzo de 2009, agregándose que No sólo Tierra Negra lo une a esta red financiera. CIPER descubrió que figura en otras entidades comerciales, entre ellas Hemlock (Yukon) Farms que manejaron un fundo cuyo valor comercial dirigentes de Villa Baviera reclaman como propio ya que sería parte del botín que ocultó Schäfer en el extranjero.
El hermano del Obispo también fue investigado por esconder a víctimas abusadas por Paul Schafer en el predio Santa Matilde, según antecedentes judiciales y periodísticos.
Por su parte, la Sociedad Agrícola del Biobío (SOCABIO) articula a un importante sector del latifundio colonial en la Región del Bio Bio, es parte de la denominada Multigremial, uno de los principales exponentes de la extrema derecha, y de la discriminación y racismo contra miembros del Pueblo-Nación Mapuche.
El arzobispo es una figura que ha sido tildada de anti mapuche, de racista, de estar ligada a los grupos de poder económico del latifundio colonial, considerada una de las expresiones más conservadoras al interior de la misma Iglesia y que ha agudizado los conflictos con comunidades mapuche en la Región de la Araucanía.
STEGMEIER ´Y EL CONFLICTO CON ROFUE
El Obispo fue el principal responsable en romper un acuerdo de búsqueda de soluciones para reparar un conflicto de tierras con una comunidad mapuche en el sector de Rofúe, Región de la Araucanía, cuyo territorio fue mermado por el accionar de la Iglesia y el estado acaparando una extensión donde se instaló un seminario.
La acción del Obispo arrojó un violento desalojo en marzo del año 2016, con la detención de 10 personas, incluyendo a un machi, autoridad tradicional religiosa. Miembros de la comunidad mapuche denunciaban al momento del desalojo que las detenciones incluían niños y embarazadas quienes fueron judicializados.
En mayo del año 2014 la Iglesia Católica emitió a Mapuexpress un comunicado con la decisión de trasladar el Seminario dando a conocer la decisión de contribuir a buscar una resolución del conflicto de tierras. El comunicado señalaba lo siguiente: “La Iglesia de Villarrica, consciente de que la reivindicación de territorios es una demanda justa del pueblo mapuche, comparte con los hermanos de los pueblos originarios el anhelo de vivir en dignidad junto a la comunidad”
En otro punto agregaba: “En consecuencia, ratifica ante la opinión pública su voluntad de ayudar en la resolución de las diferencias territoriales respecto del lugar donde se emplaza el Seminario Mayor “San Fidel”, ubicado en la comuna de Padre Las Casas”
Por su parte confirmaba el traslado del seminario: “Con la finalidad de colaborar en este escenario, el Obispado ha decido trasladar su seminario a la ciudad de Villarrica, continuando la formación espiritual, pastoral y académica de sus seminaristas en la Casa de Ejercicios Mons. Guillermo Hartl”
Finalizaba señalando: “En el camino a la solución de las demandas del pueblo mapuche, se necesitará del esfuerzo de todos los actores, especialmente el compromiso y participación directa del Estado. Como Iglesia adherimos vivamente a las instancias de diálogo que puedan contribuir a soluciones concretas, que hagan posible una convivencia social y armónica fundada en la justicia”
El conflicto por el seminario, con ocupaciones mapuche intermitentemente desde 2012, estuvo varias veces a punto de llegar a una solución. Incluso, el ex intendente y actual senador, Francisco Huenchumilla lo reconoció en una entrevista en revista Caras. “Con el obispo de Villarrica, Francisco Stegmeier, llegamos a un acuerdo para que el gobierno comprara ese establecimiento. Pero se fue Rodrigo Peñailillo (Ex Ministro Interior), después me fui yo, cambió la postura de diálogo y el obispo pidió el desalojo que produjo el punto de quiebre”, señaló el actual parlamentario, cuya tasación bordea los 3 mil millones de pesos.
En abril del 2018 el Obispo de Villarrica decide ceder vía comodato el espacio en conflicto a la Corporación Enama que encabeza un ex sargento de la fuerza aérea, Hugo Alcamán, con el fin de que se proyecte una “Universidad Mapuche – intercultural” y se pague más adelante los casi tres mil millones de pesos avaluados para la construcción de un nuevo edificio vinculado a la diócesis.
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STEGMEIER ´Y CONFLICTO CON LLAGUEPULLI
El lofMapu de Llaguepulli en el sector costero de Puerto Domínguez, se mantiene una activa reivindicación por parte de la comunidad mapuche lafkenche: “La diócesis de Villarica tiene legalmente bajo su jurisdicción alrededor de 80 hectáreas de tierra, las cuales forman parte de las 60.000 hectáreas que el Estado chileno expropió en la zona en su momento. Esa iglesia católica está construida sobre un cementerio mapuche, en donde hay evidencias de nuestros ancestros, pues se han extraído osamentas humanas, platería, metawes, etc. Muchos han desaparecido y los que restan permanecen allí como mini museo”, explica el lonko Jorge Calfuqueo, quién junto a otros integrantes del lof enfrentaron una judicialización donde se solicitaban penas de 30 y 540 días de reclusión para seis comuneros acusados de “hurto simple”.
Calfuqueo destacó, según publicación de julio del 2014 en Tiempo 21, que “producto de la lucha social que hemos dado, en reiteradas oportunidades hemos vivido el desalojo, allanamientos y procesamientos judiciales, como en el que estamos actualmente, y en donde el obispo de Villarrica es quien toma las decisiones políticamente para enviar a la policía”.
En el último allanamiento, Calfuqueo fue arrestado junto a su hijo de 14 años y cuatro hermanos, siendo acusado de estar robando madera, “en situación en que me encontraba buscando leña seca para abastecernos para el invierno con mi familia, pues allí hay un contrato de mediería de por medio con la iglesia católica”.
STEGMEIER Y COLEGIO DE LA DIÓCESIS UTILIZADO COMO BASE BÉLICA ANTI MAPUCHE
Según un reportaje de El Desconcierto.cl quien lo califica de “anti mapuche”, en Lanco, región de los Ríos, la policía mantuvo un campamento con vehículos, armas de fuego y personal en nada menos que el Colegio e Internado Santa Elisa, administrado por las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús y dependiente de la diócesis de Villarrica.
El sacerdote Carlos Bresciani señalaba al medio que criticaba estas medidas que se han tomado desde la diócesis de Villarrica, que a su juicio no ayudan a entregar señales de una política de colaboración y de confianza con las comunidades. “Si hablamos de colaborar, las palabras deben ir acompañadas por signos reales. El albergar carabineros o desalojar la toma del seminario, sabiendo que detrás de eso hay una historia bien larga, quizás no era la mejor manera de hacerlo. Externamente se ve fatal”, afirmó.
Para Stegmeier el denominado conflicto mapuche es ideológico. En una entrevista a El Mercurio, señaló: “La finalidad de los grupos violentistas es ideológica. Su pretensión es desestabilizar el orden social por medio de la lucha de clases, para alcanzar el poder político”.
Cabe señalar que el 18 de mayo de este 2018, tras una reunión de emergencia con el papa en Roma, 31 obispos activos de La conferencia episcopal chilena anunciaron la firma de un documento en el que ofrecieron su renuncia poniendo su destino en manos del pontífice. Francisco puede aceptar su renuncia una por una, rechazarlas todas o demorar su decisión.
Hasta el momento, con fecha 11 de junio de 2018, el Papa Francisco ha aceptado la renuncia de los obispos Juan Barros, Gonzalo Duarte García de Cortázar y Cristián Caro Cordero a raíz de los escándalos por abusos sexuales. Aún no se pronuncia sobre Monseñor Francisco Javier Stegmeier.
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