El domingo 18 de diciembre, Brandon Hernández Huentecol, adolescente mapuche de 17 años del sector Curaco, de la comuna de Collipulli, resultó gravemente herido tras recibir un impacto de escopeta en su espalda disparada por un efectivo de Fuerzas Especiales de Carabineros, el Sargento Segundo Cristián Rivera en el marco de las militarizaciones de fuerzas represivas en diversas zonas rurales del sur, en este caso, en la ruta R-49, que une Collipulli con Curaco en la Región de la Araucanía.
La situación se desenlaza cuando Brandon trató de proteger a su hermanito de 13 años que había sido reducido por el funcionario represor en el marco de un control de identidad. La acción policial arrojó más de 140 proyectiles de perdigones en el cuerpo de Brandon, desparramados en diversos órganos de su cuerpo, con riesgo vital y sendas intervenciones quirúrgicas en una Clínica de Temuco para salvar su vida, logrando finalmente sobreponerse.
La creciente militarización ha venido provocando una serie de hechos de violencia contra toda persona que viva en las denominadas “zonas rojas del conflicto”, donde diversos abusos policiales han quedado en la impunidad, tal cual está ocurriendo hasta el momento con la responsabilidad criminal del sargento Rivera, quien aún no ha sido formalizado, a pesar de existir querellas por parte de la familia y del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
La madre de Brandon exige justicia y exige que sea formalizado el sargento de las fuerzas represivas de carabineros, quien se mantiene activo en la institución.
Escuchar audio entrevista (Red de radialistas feministas) / gentileza: la familia / 25/10/2007