En un nutram (conversatorio) sobre multiculturalidad y plurinacionalidad, Patricio Castro, integrante de la Alianza Kiñe Rakizuam y werken (vocero) de AntilhueMapu, declaró sobre el reconocimiento constitucional hacia el pueblo mapuche y estableció algunos lineamientos sobre diálogos y políticas públicas para avanzar en temáticas de pueblos originarios.
12/10/2017.- La cita se llevó a cabo en las tierras en recuperación del Lof koliñir Lof Huapi el pasado 30 de septiembre en Valdivia, Región de Los Ríos. El objetivo del diálogo fue analizar estos conceptos para la comprensión de la necesidad de una nueva Constitución y Asamblea Constituyente.
¿Hacia dónde se dirigen las políticas públicas para las comunidades Mapuche? ¿La multiculturalidad o plurinacionalidad son conceptos que pueden dilucidar el sistema legal de la Constitución actual chilena?
Al encuentro llegaron representantes de comunidades mapuche huilliche de gran parte de la región en Los Ríos. La iniciativa fue organizada por la Alianza Kiñe Rakizuam y el MAC (Movimiento por la Asamblea Constituyente) en Los Ríos.
El modelo constitucional chileno
Cristobal Herrera, abogado e investigador expuso sobre la base legal de la Constitución de 1980 y sobre la diferencia entre multiculturalidad y plurinacionalidad en los fundamentos teóricos.
Herrera explicó que una Constitución es un texto jurídico estructural de los Estados que reúne preceptos para una sociedad hegemónica, siendo caracterizado por el liberalismo y capitalismo; grupos dominantes, grupos subalternos : “La constitución es una norma estructural de los estados ya que en ella se configuran las normas básicas derechos fundamentales, formas de organización entre otras la Constitución política de 1980, documento que tras los valores de democracia y derechos civiles esconde intereses y relaciones de poder”, afirmó el abogado.
En un sentido político, una Constitución Política es la traducción de valores y principios que una sociedad estima con tal relevancia para ser consagrados. En el ámbito jurídico, es la norma más importante porque a partir de ello rigen todos los poderes de un Estado.
La Constitución proviene de una corriente determinada de pensamiento que se origina en Europa desde el colonialismo, esta forma de mirar el mundo, desde una mirada occidental validada por todos.
Constitución y democracia
La idea moderna de la nacionalidad surge a partir de las Constituciones, en este aspecto, Herrera explicó los fines políticos: “Se suele hablar de democracia y derechos humanos pero en definitiva las constituciones responden a un grupo determinado, con un fin político”, arguyó.
Cada vez más se conocen críticas sobre las verdaderas razones del escrito de las constituciones, se comenzaron a desenmascarar, no es que estos textos (constituciones) consagren derechos o prerrogativas universalmente deseadas y que deban pregonarse para todos los grupos humanos, más bien y por el contrario, las constituciones son el resultado de complejos procesos socio históricos para defender situaciones de privilegios o intenciones de poder.
Las constituciones son insumos para reivindicar demandas y derechos sociales, en este sentido, Cristóbal Herrera mencionó cómo por medio de las constituciones, se han reafirmado derechos sociales, movimientos feministas, ambientalistas y de pueblos originarios: “A Través de estos grupos se ha intentado romper con un cerco cultural y político de las constituciones occidentales, en la Constitución como herramientas de lucha política por ejemplo, los pueblos indígenas han develado que las constituciones tienen un sesgo cultural marcado. Son en definitiva machistas y racistas”, afirmó.
Es así como desde estos movimientos sociales nacen las objeciones y discursos para dilucidar el concepto sobre constitución y multiculturalidad.
Constitución y Multiculturalidad: Un Estado, una nación
Los estados modernos nacieron de esa idea: un estado y una nación. Este mito o relato fue utilizado con fines económicos claros. Los pueblos indígenas y las minorías nacionales han puesto en evidencia el mito del nacionalismo: “Los grupos sociales en sus procesos de lucha tales como indígenas o pueblo originarios han puesto en evidencia el mito de una sola nación”, afirmó Herrera.
Así explicó la diferencia entre multiculturalidad y el multiculturalismo: “La multiculturalidad se entiende como un concepto descriptivo que da cuenta que la sociedades son heterogéneos, es decir, se rompe el mito que todos somos culturalmente iguales y por ende se da cabida a la diversidad. En otro aspecto, el multiculturalismo es un concepto prescriptivo, existe este concepto cuando hay una intención política del Estado para sostener nuevos discursos emancipatorios en Latinoamérica, por lo tanto, enriquece los discursos mestizos y de derechos humanos”, manifestó Herrera.
En Latinoamérica, a principios de la década de los 90, se desplegó una cuarta ola de conocimiento ante el constitucionalismo multicultural fundamentada en los antecedentes históricos de la creación de una constitución en Colombia (1991) y en Bolivia (1994) que rescatan el pluralismo cultural.
¿Por qué es importante sostener discursos sobre el multiculturalismo?
A través del multiculturalismo se ha podido evidenciar que las desigualdades son económicas y de Estado, existen grupos que viven desigualdades económicas y de estatus.
Para superar las desigualdades de estatus (un grupo o individuo a quien no se le reconoce en su particularidad cultural) no solo deben existir políticas económicas o re distributivas, además deben existir políticas de reconocimiento a las diversidades culturales.
El rechazo a reconocer el derecho a la autodeterminación (lucha dentro de la corriente del multiculturalismo) evidencia que los principios presentes en las constituciones son en base a la conveniencia de quienes se encuentran en los puestos de poder.
Existen otros grupos culturales que también están luchando por el derecho a la autodeterminación por ejemplo, el caso de Cataluña, el elemento común con el pueblo Mapuche, es la necesidad de la autodeterminación, en este aspecto, no existe en la teoría democrática ningún argumento para rechazar la autodeterminación de un pueblo, cada vez que un Estado o gobierno se opone a que un pueblo ejerza su derecho a autodeterminación no se basa en un argumento democrático.
Además el abogado explicó sobre la autodeterminación y el vacío legal: “Argumentos para rechazar la autodeterminación se sostienen en un punto legal vacío y purista en un Estado de derecho en la formalidad”, señaló.
¿Cómo queremos vivir en sociedad?
Roberto Morales, antropólogo, fue uno de los expositores que tuvieron cita en este debate y conversación sobre multiculturalidad y plurinacionalidad. Morales inició su presentación con una reflexión histórica sobre los pueblos indígenas: “En Chile se reconocen nueve pueblos indígenas , hasta 150 años atrás los Mapuche vivían entre Chile y Argentina, desplazándose en lugares…Existen muchas formas de vivir en sociedad, guerras, despojos entre pueblos originarios y en contra de ellos, es por esto que nace la pregunta ¿cómo queremos vivir en sociedad?, afirmó.
En este sentido Morales explicó la capacidad destructiva del ser humano: “Este planeta tiene 4700 millones de años y la especie humana en 10 mil años ha puesto en riesgo la tierra”, concluyó. En el mismo sentido, expresó la importancia de los valores culturales de los pueblos originarios: “Cuando pensamos en qué tipo de sociedades queremos vivir es a través de la experiencia. Otra pregunta es cómo queremos vivir, el valor y la referencia de los pueblos originarios, en su forma de concebir el mundo es en el buen vivir de acuerdo con nosotros, en protección con la naturaleza y con el ser humano”, afirmó.
Otro punto relevante que puntualizó el antropólogo es la forma y demandas del pueblo mapuche: «Si vemos ciertos criterios de la sociedad mapuche ellos deben colocar sus problemas en la mesa y resolverlos, la liberación de los pueblos indígenas va a ser de los pueblos indígenas, el desafío es ver cómo vivir bien en la igualdad y en derechos y el reconocimiento de los pueblos”, aseguró.
El Investigador realizó una crítica al multiculturalismo debido a que este concepto reconoce muchas culturas, por lo tanto, en la actualidad, se ha transformado en una herramienta de dominación en el sistema neoliberal: «Una sociedad y un pueblo genera una cultura y por lo tanto se debe respetar, las culturas no son independientes de los pueblos o de las personas”, señaló Morales.
Otro punto relevante que expuso el antropólogo, es el trato que se le da a los mapuche: “En la actualidad, la cultura es valorada en sus presiones externas, se valora el ritual, la música pero las personas a quienes producen esta cultura, se les encarcela o criminaliza” afirmó.
En este sentido, explicó la contradicción que se genera: “No han tenido ningún asco a encarcelar a las machis, Millaray y Linconao, cuantos nienpin o dirigentes. Ser Lonco de un lof, no es una cuestión simple, dentro de esa sociedad tienen una importancia, es decir lo cultural puede ser una trampa:se respeten las expresiones pero no se respetan el conjunto, la comunidad, el pueblo que genera la cultura”, puntualizó el antropólogo.
Distintas políticas y miradas
Desde la perspectiva de Morales, la reconstrucción del pueblo mapuche es a través de la unidad: “Wallmapuwen apunta a un nacionalismo para construir unidad donde no la hay, a ese tipo de nación se refieren los mapuche”, enfatizó.
El antropólogo realizó un cuestionamiento y reflexión sobre la decisión del pueblo Mapuche de estar bajo el alero del Estado chileno: “¿Por qué los mapuche, los Aymaras, los Rapanui, tienen que pertenecer al Estado chileno? ¿Quién tiene el derecho a decidirlo? la forma de constituirse como mapuche y entrar en ese modelo de Estado chileno, es discutible, ya que éste ha perdido toda legitimidad política, por eso es necesaria la asamblea constituyente como un proceso político cultural y social de reflexión para tomar acuerdos.
Patricio Castro, quien integra la Alianza Kiñe Rakizuam, realizó una descripción de los acuerdos internacionales que ha pactado Chile en relación a sus pueblos originarios: “Desde la perspectiva mapunche, este año se cumplen diez años en que el Consejo de Derechos Humanos promulgó la declaración de los Pueblos Indígenas, en el artículo tres y cuatro, nos restituye a la libre determinación. Hasta el 13 de septiembre de 2007 gozaban los pueblos que se constituían en Estados, dentro de los pueblos indígenas de todo el mundo tenemos este derecho, además tenemos el convenio 169, el titular de los derechos son los Estados, esto es lo que a nosotros nos afecta porque el Estado no garantiza nuestros derechos”, afirmó Rosas.
En su presentación, el werken expresó a qué comunidades representa: “He sido invitado a este nutram como miembro de la Alianza compuestas por diferentes comunidades de la Región de los Ríos y con comunidades de Osorno y Puerto Montt”, aseveró Castro.
Para enfatizar sobre el modelo constitucional chileno, Rosas expresó sobre la situación actual de los mapuche: “El reconocimiento constitucional no contempla a cabalidad los derechos de los pueblos indígenas en Chile, este tema está arraigado en todos los gobiernos post dictadura y ninguno ha llegado a acuerdos estructurales”, afirmó. Así conversó sobre la igualdad y la homogeneización de los distintos pueblos: “La estructura de los estados han negado a los pueblos indígenas y se ve materializada en la idea de la igualdad en la diversidad, así el sentido de la igualdad en el marco de la construcción de los pueblos latinoamericanos todos somos iguales anulando la identidad colectiva de los pueblos originarios”, expresó.
Uno de los instrumentos internacionales que el pueblo mapuche puede utilizar es la Declaración de las Naciones Unidas, en la que se han evidenciado las experiencias de los pueblos.
En ese aspecto, Castro expresó el concepto de Estados plurinacionales: “Se puede interpretar a los estados plurinacionales como la reivindicación de la unidad en la diversidad, toda vez que con este acto se continúa reafirmado la legitimidad del Estado por sobre la de los pueblos indígenas. En este sentido habría que preguntarse dónde quedan las estructuras del pueblo mapuche, las autoridades, por ejemplo la figura del lonko, la machi, niegpin, werken, son instituciones ancestrales Mapuche, por tanto tienen el mismo nivel jerárquico, en este sentido tenemos una cultura y autoridades” , arguyó Castro.
La Declaración de las Naciones Unidas, sobre los derechos de los pueblos indígenas, en su artículo cinco establece que los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas y culturales manteniendo a su vez el derecho a participar plenamente si lo desean en la vida económica, cultural del Estado. El reconocimiento de las estructuras propias del pueblo mapuche por parte del derecho internacional, todo se reconoce en las estructuras de un estado colonial.
Patricio Castro cuestionó si al momento del reconocimiento de los pueblos indígenas se frenará el Estado opresor, este razonamiento puede llevar a una reflexión sobre las políticas, es decir, el Estado deja de ser colonial y opresor si incluye en sus estructuras los cimientos del pueblo mapuche, su cosmovisión y ordenamiento político: «En Chile existe una Constitución política adoptada en dictadura, con ese fin, los gobiernos propiciaron políticas pero no realizaron reformas estructurales para cambiar la opresión».
El estado plurinacional debe reconocer la existencia de los pueblos indígenas y como consecuencia producir profundas transformaciones estructurales: “Podemos interpretar las buenas intenciones de los estados plurinacionales en cuanto se puede referir al derecho de la participación indígena, implementar una política pública, pero aun así no se observa el ánimo de respetar el derecho a la libre determinación».
¿Libre determinación o autodeterminación?
Según la Declaración de las Naciones Unidas en su artículo tres, los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación, en virtud de ese derecho, determinan libremente su política y persiguen de forma espontánea su desarrollo económico social y cultural.
En el artículo cuatro: los pueblos indígenas en ejercicio por su derecho a la libre determinación tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones relacionadas a sus asuntos internos y locales: “Como consecuencia de este ejercicio de libre determinación los mapuche deben participar y darle forma con la mayor cantidad de lof hombres y mujeres con capacidad de gobernar, es lo que nos mueve a través de la alianzas”, afirmó Castro.
“Salvaguardar nuestras tierras y recursos naturales deben ser un eje principal para proteger las semillas y la soberanía alimentaria y con ello el kvme mogen ,además de Parlamentos que puedan terminar en acuerdos para identificar las necesidades y llegar a políticas públicas. Esto no se trata de delegar el poder a figuras que perpetúen las dinámicas en el poder central, desde la Declaración de los Pueblos Indígenas, en el artículo tres y cuatro nos restituye el derecho a la libre determinación”, afirmó Castro
Los tratados mapuche se encuentran vigentes, la corona española ratificó la autonomía a través del Tratado de Tapihue ratifica la soberanía mapuche desde el Bío Bío al sur, los peñis encarcelados y nosotros, no estamos hablando algo distinto, es el derecho que Chile a través de su Constitución de la dictadura ha reconocido estos tratados, por lo tanto nos encontramos en pobreza.
«Cada lof o territorio debe ser representado por cada autoridad con parlamentos para determinar acuerdos e identificar necesidades para generar políticas públicas, no se trata de delegar el poder a figuras. El patrimonio de los mapuche son las tierras y los recursos naturales del Bío Bío al Sur de Chile. No podemos visionar quizás un gobierno a la usanza ancestral debido a que el Estado fue violento con las armas y derribó nuestra identidad, en la dictadura y post democracia,por lo tanto hay personas evangélicas o con credos distintos al ser mapuche». señaló
Para culminar la jornada finalizó con un debate y conversación sobre las demandas del pueblo mapuche.
Mapuexpress
Catalina Manque