Tu amor como una serpiente
Tañendo los cascabeles
Mil veces cambio las pieles
Bebió el agua de mi fuente
Elizabeth Morris
Que canten las niñas
Tal como dijo la lamngen Doris Quiñimil, es un hermoso canto escuchar a las mujeres comunicar sus propias problemáticas, y personalmente pienso que es más agudo cuando estamos viviendo una violencia que proviene de múltiples dimensiones o desde lo heterowingkapatriarcal como dicen las lamngenes.
A mi parecer, el sentido común es muy pertinente para observar estos asuntos. Es importante aclarar que los géneros se construyen socialmente al relacionarse o en las relaciones, y está difícil rememorarlos a simple vista, cuando tenemos latente una continuidad colonizada.
Por tanto, establecer principios de referencia que provengan de una mujer se desvanecen en los estereotipos que se han construido acerca de nosotras. Pero sí, es importante esclarecer que todo el machismo y las prácticas de violencia de un presente, son consecuencias de una colonización aguda en la que estamos todxs inmersos y que han quedado en las mentalidades blanqueadas.
Lamentablemente atenta a nuestros cuerpos y es imposible permitir espacios de construcción social bajo estas lógicas.
Este es el factor más importante que deconstruir, porque por cierto esta continuidad de roles de género que se complementan, está muy complejo de desarrollar dentro del contexto de la cultura mapuche tradicional. Esa instancia fue destrozada con el colonialismo patriarcal que dejó la invisibilización de derechos civiles y políticos para el pueblo mapuche y que ha sido empoderado principalmente por masculinidades que no han podido establecer la complementariedad otorgada a su construcción genérica en contexto mapuche, una dualidad de ‘lo femenino’ y ‘lo masculino’ constante.
A mí parecer en el presente con lo que se atenta es contra la femeneidad mapuche, esta puede ser habitable en distintos géneros, ella es la violentada y asesinada continuamente en los distintos espacios de construcción laboral, tanto de ideas como de otros roles.
Pero como siempre refuerzo, me encanta escuchar a la juventud y a la infancia que tanto enseña con su sana forma de cuestionarse el mundo y me invita a crecer y construirme cotidianamente en el sentir- pensar mapuche.
Escucho a los y las adolescentes hablar de contrasexualidades y de sentires de cuerpos y de lenguajes que hablan en otro idioma, me dicen tanto ‘mujeres’ como ‘hombres’ que continuamente se hacen buenas preguntas y se auto identifican como feministas.
Nuestra lucha mapuche, es una lucha por la ternura
El afecto, un factor crucial de movilidad del piwke nos invita a construir culturalmente géneros distintos y dispuestos a establecer nuevas formas inclusivas de entendernos y de lograr complementariedades principalmente afectivas.
Escuchemos el piwke y abramos el acceso a construir géneros posibles que permitan a la mujer mapuche incorporarse a las construcciones de ideas en los marcos de descolonización, permitamos sus derechos económicos, sociales y culturales para descolonizar en conjunto mentalidades coloniales, porque finalmente todos nacen de una madre y todxs nos sentimos hijxs de la mapu en más de algún momento.
Me regalaste cadenas
Con falsos besos me heriste
En sombra me convertiste
Vagando como alma en pena
Vagando como alma en pena
Sin tiempo y sin horizonte
Busque refugio en el monte
Debajo de las estrellas
Junte las notas más bellas
Oí el canto del sinzonte
Enamorando a la luna
Camino bajo la lluvia
Abriendo huella a mí paso
Para encontrar el abrazo
Después de tanta penumbra
Después de tanta penumbra
Remontare en el ocaso
Por: Marjorie Huaiqui Hernández. Educadora, madre y poeta mapuche. Profesora de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Jornada realizada el 31 de mayo de 2017 en el salón Eloísa Díaz de la Universidad de Chile. Organizada por el colectivo mapuche Ragintulewfv Colectivo Mapuche Feminista.