Daniel Melinao es uno de los dirigentes mapuches más perseguidos por el Estado. Esto se debe fundamentalmente a la radicalidad con la que su comunidad Wente Winkul Mapu ha enfrentado al Estado y a las empresas forestales en la lucha por la recuperación del territorio. A su juicio “es innegable que este escenario actual, donde la violencia política gana legitimidad como método de lucha, es claramente en respuesta a la violencia estatal y al impune accionar policial en zonas rurales”.
Por Francisco Marín – Fuente: elciudadano.cl
Actualmente Daniel cumple condena de prisión domiciliaria nocturna (541 días) por su supuesta participación en el ataque incendiario contra el retén Chol Chol de Carabineros, verificado el 2 de octubre de 2014.
Antes había sido inculpado por el supuesto asesinato del sargento de Carabineros Hugo Albornoz, quien murió durante un allanamiento de la Wente Winkul Mapu, el 2 de abril de 2013, hecho por el cual fue absuelto en los dos juicios que se le hicieron por dicho caso.
“Los distintos gobiernos de Chile no han tenido ni la capacidad ni la voluntad política de resolver un problema que nace de un derecho legítimo que tenemos las comunidades mapuches, de reclamar las tierras que nos han sido usurpadas. Claramente han tomado un camino equivocado”, asegura en entrevista con El Ciudadano.
Fundamenta: “Cuando nosotros demandamos los territorios que están en manos de empresas forestales y latifundistas, la única respuesta del Estado es la represión, la aplicación de ley antiterrorista y militarización de la zona mapuche”.
Afirma que la mejor expresión de ese proceder es la instalación –en 2016- de una base policíaco-militar en Pailahueque (Ercilla), que fue construida sobre un liceo que hasta 2013 formaba a mapuche como técnicos y que tiene capacidad para atender el trabajo de hasta mil agentes. Allí opera actualmente la recién creada Zona Especial de Control de Orden Público, dedicada única y exclusivamente a la represión de los mapuche.
Acusa que su pueblo ha sido históricamente discriminado y despojado de sus tierras. “Las empresas forestales vinieron a plantar en el patio de nuestras casas. Ni siquiera respetaron nuestros cementerios”.
Consultado respecto a cuál es la aspiración central del pueblo mapuche, respondió: “La demanda concreta ya no es por arreglo de caminos ni por viviendas, lo que estamos pidiendo es la devolución del territorio y también el derecho a la autonomía y a la libre determinación”.
En relación con las acciones de sabotaje y ataques incendiarios perpetrados por mapuche radicalizados, expresó que “las comunidades siempre hemos dicho que estamos dispuestos al diálogo a conversar. Pero el gobierno ha hecho oídos sordos a todas las demandas del pueblo mapuche”. En ese contexto “todas las acciones de resistencia que se realizan son válidas”.