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Súnico: La caída del Halcón Naranja 2.0

 

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Por Héctor Kol, miércoles 25 de Enero 2017

Publicado en sin represas, sin salmoneras

La renuncia de Raúl Súnico a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) producida aparentemente por sus vínculos profesionales, políticos y hasta familiares con la Industria pesquera a través de ASIPES, ha sido minimizada y reducida casi a un acto de honor que el ex Diputado del Partido Socialista asumió para defender a su esposa, que tenía a ASIPES entre su clientela mientras se tramitaba la Ley de Pesca conocida como Ley Longueira, la misma Ley que después administraba su esposo…

Súnico no sólo fue el funcionario de turno que tenía la responsabilidad de administrar los peces de todos los chilenos y que se le desaparecían o entraban en colapso poblacional uno tras otro, sino que fue, antes que nada, el protector de la Ley Longueira y fundamentalmente de la Industria Salmonera.

Súnico hizo de la SUBPESCA una entidad que, bajo su administración, completó 6 años sin hacer su tarea de ente regulador de la Industria Salmonera, como lo señaló explícitamente la Contraloría General de la República a través de su Unidad de Auditorías en Medioambiente en Septiembre del año 2016. Y allí, en ese mismo instante, Súnico debió ser destituido, como también debió serlo el Director Nacional del Servicio Nacional de Pesca, José Miguel Burgos, por el que pasaron todas las irregularidades que detectó la Contraloría cuando ejercía su cargo de Subdirector de Acuicultura de la SUBPESCA.

“…La Subsecretaría no ha implementado el control en línea  que registre los indicadores de conductividad, salinidad, temperatura, profundidad, corrientes, densidad, fluorescencia y turbidez, ni ha dictado el reglamento específico sobre la materia

La entidad no ha dictado el reglamento específico que establezca las condiciones sobre el tratamiento y disposición final de los desechos sólidos y líquidos, orgánicos e inorgánicos de la acuicultura, habiendo transcurrido 6 años desde la publicación de la citada ley…”

Contraloría General de la República, Unidad de Auditorías en Medioambiente,

Informe Final 211/2016.

Pero Súnico siguió en el cargo, tal como aún permanece en el suyo Burgos.

Por qué?

Porque era Súnico el vínculo con las organizaciones “medioambientalistas” que siguen apoyando la Ley Longueira a pesar del derrame de querellas y denuncias que aparecen en la prensa día tras día sobre la corrupción que existe en el sector pesquero chileno. Con Súnico debía tratar OCEANA para conseguir los decretos para los Parques Marinos a crearse y creados en Chile; con Súnico trataba la WWF para asegurar proyectos de Áreas Marinas protegidas para “salvaguardar la ballena azul” en sitios invadidos por salmoneras, como el presentado recientemente en el marco del IX Congreso Nacional de Antropología celebrado en Castro.

Con Súnico trataban las Comunidades Indígenas para obtener sus Espacios Marinos en el marco de la Ley Lafkenche, algunos de dimensiones ridículas, de sobre las 200 mil hectáreas de superficie, como el solicitado en la Comuna de Hualaihué (Región de Los Lagos) por una asociación indígena que se opuso a un Área Marina Protegida de Múltiples Usos (es decir, una zona de protección ambiental) para cuidar el medio marino en el Canal Cholgo y el Fiordo Comau, en el año 2013. Y era la SUBPESCA de Súnico la encargada de aprobar o no los “planes de administración” que elaboraran las organizaciones indígenas que demostraron usos consuetudinarios sobre superficies que triplican la del Área Metropolitana. Toda una proeza…

Los proyectos de repoblamiento de algas (que por su inconsistencia técnica fueron despedazados por los propios algueros en una reunión de la CONDEPP realizada en Corral durante el año 2014) proyectos que sólo garantizan otro desperdicio de recursos públicos en una pesca artesanal que en la Zona Austral apoya mayoritariamente a la Ley Longueira, también dependían de la SUBPESCA de Súnico….

Pero su rol fundamental era la defensa de la Industria Salmonera.

La Ley Longueira, como lo he repetido hasta el cansancio, tiene por principal propósito asegurar el abastecimiento de peces silvestres a las fábricas de alimentos para salmones. De las 7 familias favorecidas con esta Ley Corrupta que apoyaron OCEANA, Green-Peace y la WWF, CINCO FAMILIAS tienen salmoneras. La fabricación de harina de pescado con pesca ilegal, capturada por barcos fantasmas, barcos que no existen y que sin embargo tenían cuotas de pesca asignadas por la SUBPESCA de Súnico, tienen involucradas a empresas que mantienen salmoneras: Salmones de Chile, BLUMAR, CAMANCHACA… Y a pesar de los pronunciamientos de la propia Contraloría acerca de la ilegalidad de las “pescas de investigación”, estas se mantuvieron porque, al fin y al cabo, los salmones tenían que comer….

SUBPESCA acogió solicitudes de ampliación de producción de salmoneras QUE JAMÁS FUNCIONARON, o que operaban fuera de sus concesiones acuícolas y teniendo la documentación que lo probaba a la vista, como lo señaló la Contraloría General en su Informe de Auditoría a este servicio público que administraba la desaparición de los peces en el mar.

“…La Subsecretaría se pronunció conforme y otorgó el permiso ambiental sectorial al titular Glaciares del Pacífico del centro Nº 100649, en circunstancias que disponía de la Información Ambiental, INFA, que evidenciaba que aquel se encontraba operando fuera del área concedida…”

Contraloría General de la República, Unidad de Auditorías en Medioambiente,

Informe Final 211/2016.

Súnico hacía de promotor de la Industria Tóxica en cuanto evento internacional se acogiera a Salmon-Chile, en compañía del Director de la entidad fiscalizadora, SERNAPESCA, a pesar de las denuncias, de las pruebas, de las evidencias de que la Industria no sólo violaba cuanto reglamento emitía SUBPESCA y que aportábamos desde distintos frentes para reestablecer en el Mar Austral algo del derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación.

Hasta los opositores de la Ley Longueira trataban con Súnico y quizás si hasta personalmente influyó para que la campaña nacional levantada por el Consejo de Defensa del patrimonio Pesquero (CONDEPP) contra la Ley Longueira, que reunió a 300 mil firmantes, terminara en las manos de un partido político del Gobierno que nombró a Súnico, sin desmerecer en ello la “asesoría” que prestaron para ese efecto la Izquierda Libertaria en su alianza con las Juventudes Comunistas. Las firmas quedaron en manos de un Partido del Gobierno de Súnico y ese mismo Partido se encargó de reemplazar rápidamente a los abogados que tramitaban originalmente las querellas por corrupción en torno a la Ley Longueira… Un aporte genial, lleno de sabiduría política de la IL…

En definitiva, la caída del Halcón Naranja, que reunió para la defensa de la Industria Salmonera a “defensores del medioambiente”, a “revolucionarios” que creen que la Historia del país comenzó en el año2011, a una pesca artesanal QUE NO TIENE NI UN SOLO PESCADO porque la miserable cuota global que les asignaron sólo es propiedad de los “armadores” (dueños de las lanchas) no es un asunto trivial.

Quien reemplace a Súnico deberá asumir, además de la tarea de no-cumplir con sus obligaciones legales, la coordinación de todas las entidades que no tuvieron problemas para seguir sentándose a su mesa o recibiendo sus “proyectos” a cambio de no estorbar el flujo de pesca silvestre hacia la Industria Salmonera. Deberá seguir negociando parques marinos en sitios infestados de salmoneras a cambio del silencio respecto a las salmoneras y a la propia Ley Longueira; deberá seguir apoyando proyectos de innovación destinados a la Industria tóxica, deberá seguir manteniendo reglamentos que atentan contra el sentido común y la matemática universal, como el que fija las “densidades de crianza” de salmones… y donde la densidad se ha re-definido como unidad de masa por unidad de ÁREA … Arquímedes, sacúdete en tu cripta….

La administración de una Ley Corrupta, como lo es la Ley Longueira, no admite “honestos” ni “incorruptibles” como lo ha solicitado la pesca artesanal del Bío- Bío en una ingenuidad que inflama el alma… Es imposible que un honesto se haga cargo de tantas tareas torcidas y en consecuencia, no importa a quién se nombre como Subsecretario de Pesca y Acuicultura: lo importante es que ya sabemos a lo que viene.

Héctor Kol

Patagonia Sin represas… Sin salmoneras.

Enero de 2017.

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