Ada Huentecol Leviluan, madre de Brandon, el joven mapuche de 17 años que fue baleado por la espalda por un agente represor del estado, compartió una carta pública refiriéndose a los sucesos y a lo que han debido enfrentar como familia.
El domingo 18 de diciembre, Brandon Hernández Huentecol del sector Curaco, de la comuna de Collipulli, resultó gravemente herido tras recibir un impacto de escopeta en su espalda disparada por un efectivo de Fuerzas Especiales de Carabineros, el Sargento Segundo Cristián Rivera. La situación se desenlaza cuando Brandon trató de proteger a su hermano de 13 años que había sido reducido por el funcionario policial en el marco de un control de identidad en plena ruta R-49, que une Collipulli con Curaco, en la Región de la Araucanía.
Brandon deberá dar testimonio de los hechos ocurridos ante la justicia en los próximos días, razón por la que deberá trasladarse desde la Clínica Alemana de Temuco donde se encuentra internado, hasta tribunales en la localidad de Collipulli.
A toda la comunidad:
Quisiera transmitirles de corazón a través de este medio un mensaje a aquellos que me han contactado y apoyado, a las personas simples como usted y como yo, al pueblo, a los niños y niñas, adolescentes, adultos y ancianos. A quienes desde el extranjero se han contactado y han manifestado su interés y apoyo por mi dolor.
Siento una tremenda alegría ya que a pesar que hace un poco más de un mes mi hijo Brandon Isaac Hernández Huentecol de 17 años llego prácticamente muerto al hospital de Collipulli producto del salvaje ataque perpetrado por el Sargento 2° Cristian Rivera Silva el día de hoy se encuentra en franca mejoría.
Cada uno de ustedes me ha demostrado ser parte del verdadero Chile, aquel alejado de la opulencia, de la compra de influencias, de la impunidad y del terror. Aquel que desea justicia, esa misma justicia en la que cualquier humano humilde, trabajador y esforzado, confía y se aferra y no la que el estado de Chile supuestamente imparte.
Le doy primeramente gracias a Dios porque somos personas cristianas y porque Dios nunca nos ha desamparado y nos ha beneficiado con el milagro de la recuperación de Brandon. Vemos como el día a día nuestro hijo evoluciona favorablemente y se aferra al amor de todos aquellos que lo deseamos vivo y feliz. Es confortable ver que hace unos días atrás dio sus primeros pasos con gran felicidad.
¿Entienden lo que significa esa sensación para una madre y un padre que vieron a su hijo estar tan cerca de la muerte?
Sabemos que este es un proceso largo y que muchas secuelas quedaran de por vida pero su buen ánimo y fortaleza es lo más importante.
Deseo transmitirles una vez más la verdadera realidad del horrible ataque que el carabinero Cristian Rivera Silva le produjo a mi hijo, siendo importante que se reconozca su responsabilidad en sus hechos. Quien como persona individual no se ha hecho cargo de su responsabilidad y así tampoco la institución a la que él pertenece y representa. Esta misma institución que defiende y protege en su himno a la infancia:
“Duerme tranquila niña inocente
Sin preocuparte del bandolero
Que por tus sueños dulces y sonrientes
Vela tu amante carabinero”
¿Dónde estaba aquella institución cuando uno de sus integrantes ataca a un niño, lo reduce con violencia y le dispara por la espalda?
¿Dónde están las autoridades del gobierno que tiene la obligación y los medios para aplicar justicia?
Nosotros necesitamos que comprendan nuestra situación, que se pongan en nuestro lugar y que no continúen considerándonos ciudadanos de segunda categoría, que no haya más impunidad.
¿Por qué el sargento 2° Cristian Rivera Silva continua en sus funciones después de un ataque con alevosía ante un niño que no tiene como defenderse?
Siendo que cualquier ciudadano como usted y como yo nos encontraríamos privados de libertad y sometidos a juicio.
Algunas personas enarbolan frases “bonitas” tales como “PAZ EN LA ARAUCANIA” o desean ser fotografiados sentándose en la mesa para “dialogar” pero nosotros el pueblo que hemos vivido efectivamente en paz en la Araucanía, mis vecinos que son mis familiares, hermanos y amigos nos vemos día tras día inundados de carabineros. Ellos aterrorizan las calles de nuestras ciudades, allanan nuestras casas, golpean a nuestros hermanos, intentan asesinar a nuestros hijos.
¿Cómo les explico a mis hijos que es paz ahora?
¿Qué fue lo que realmente paso? Yo les diré:
Mis hijos estaban en su hogar arreglando un motor de su auto, Isaías de 13 años decidió andar en su bicicleta, saliendo por la parte de atrás de la casa y a segundos de estar en la calle se encontró con un “procedimiento rutinario de carabineros” en donde habían detenido a unas personas mapuches, Isaías trato de esquivarlos para no dar problemas pero aun así lo empujaron de su bicicleta y lo tiraron al suelo como a un niño delincuente, en sus desesperación comenzó a pedir auxilio a su hermano Brandon el cual al escuchar los gritos acude donde él. Al llegar sin ninguna explicación o motivo alguno del ¿Por qué? estaba sucediendo esto tres carabineros lo agarraron y al igual que Isaías obligadamente lo reducen y lo tiran al suelo. En ese instante se encontraba un carabinero de nombre Patricio Vergara que según él era cristiano, él que conocía a mis hijos, los conoce desde niños e incluso él y su esposa fueron a tomar once a mi hogar. Ese mismo carabinero me fue a buscar para ayudar a prepararles un almuerzo a sus padres cuando ellos cumplieron 50 años de matrimonio.
¿Por qué si nos conocía no reacciono de otra forma o controlo la situación? ¿Por qué no dijo conozco a esos niños, déjenlos o suéltenlos?
Brandon decía- Mire don Patricio como me tienen – Y él lo único que hacía era reírse, burlarse y apoyar a los demás carabineros en su labor.
Ahora entiendo que carabineros de chile se olvida de si somos conocidos, si hay niños o ancianos pues ellos son más débiles y por esto abusan de su fuerza.
Luego de que mi hijo Brandon fue reducido al suelo, el Sargento 2° Cristian Rivera Silva le puso un pie sobre la espalda y con la culata de su escopeta lo golpea, luego con una distancia de 30 cm. Le dispara. Mi hijo sintió cuando este cargo fría e intencionalmente su escopeta.
Patricio Vergara cuando sintió el disparo lo único que dijo fue- ¡La cagaste, ¿Qué hicieron?!
Porque el no hizo algo antes al respecto, pudiendo haber cambiado la situación.
Esto no fue un “accidente” como muchos medios de comunicación lo han intentado hacer ver, fue violencia brutal e innecesaria por odio a nosotros, al pueblo mapuche.
Estos “guardianes de la paz” están allí en su propia guerra y nosotros los que siempre hemos vivido allí somos sus enemigos.
Lo realmente triste es que esos mismos carabineros son pagados por todos nosotros, por todos los chilenos e hicieron un juramento de proteger y servir, pero de ¿proteger a quién? Claramente no a nosotros “los chilenos de segunda categoría”.
No callemos más, somos chilenos, somos mapuches y lo más importante somos seres humanos sin más distinción. Si seguimos distinguiéndonos, apuntándonos, viviremos en un Chile que jamás podrá dialogar.
Ya no podemos acallar esta realidad, por eso les llamo a no callar más y denunciar estas injusticias y a unirnos para evitar abusos y opresión.
Ada Alicia Huentecol Leviluan