Guido Ignacio del Valle Araya tiene 19 años y es estudiante de primer año de francés de la Universidad Metropolitana de la Educación (ex Pedagógico).
Guido fue detenido el día de la marcha nacional contra las AFP, al interior de su universidad, luego que fuerzas especiales hiciera un violento ingreso. Entró un zorrillo y lo detuvieron indiscriminadamente, siendo su único delito vestirse de overol en una movilización.
Fuente: Periódico El Pueblo
Es acusado por Carabineros de lanzamiento de bomba molotov. La única prueba es la propia declaración de Fuerzas Especiales. Le hacen pruebas de hidrocarburos en sus manos y ropa, saliendo todas negativas. Lo detuvieron con su mochila y en ella no había ni botellas, ni bencina, ni nada.
La última modificación de la Ley de Control de Armas endureció de manera brutal las condenas: Por portar una molotov, pueden condenar entre 3 y 10 años de cumplimiento efectivo. En esta ley no corren los atenuantes ni cumplimientos alternativos. Se le aplicá la prisión preventiva y el joven se encuentra en la penitenciaria con ninguna prueba.
Claramente, esta detención y acusación, aplicada con el máximo rigor, tiene por objetivo frenar la movilización de los jóvenes del Pedagógico. En los últimos años han debido enfrentar constante represión, hostigamiento permanente a los alumnos, infiltración de Fuerzas Especiales y persecución por parte de las autoridades. A pesar de ello, se han mantenido persistentemente activos en la lucha.
Hoy, a las 13:00 horas, se realizará una Asamblea y concentración masiva en los pastos centrales del “Peda” para apoyar a la familia y exigir la libertad de Guido.
¡¡A denunciar y solidarizar!!
Extracto de un relato de los estudiantes tomado del facebook de Difusión FEP (Federación de Estudiantes del Pedagógico):
“Hoy, tras el pasacalle triestamental en contra de las AFPs, realizado por miembros de la comunidad del Pedagógico, Juan Gómez Millas y UTEM, comenzó un mitin en el Peda. De pronto el zorrillo destrozó el portón de nuestra Universidad, para hacer ingreso a ella. Tiraron lacrimógenas directas al cuerpo de la gente que miraba… una tras otra. Ante esta enajenación por parte de fuerzas especiales, todas y todos corrieron en busca de refugio, pero sabíamos que no podíamos dejarnos pasar a llevar así. Entonces, buscamos sillas y cosas para intentar frenar el zorrillo. Sin embargo, cuando intentamos concretar nuestra misión de defendernos, ya era demasiado tarde: El camión lanza gases había entrado hasta las canchas y se habían llevado a un compañero de Francés, de Básica y de JGM.
La historia no termina ahí, ya que acarreamos las sillas al frontis, para intentar echar a los pacos de la universidad. Cuando al fin salieron, los muy miserables seguían parados afuera, incentivando el enojo de la gente, que ya no quería verse amedrentada dentro de nuestro espacio. Es por esto, que tres compañer@s tuvieron la valentía de ir a levantar el portón e intentar cerrarlo. Cuando se iban acercando, el guanaco impidió que se acercaran tirándoles por largos segundos el chorro, mientras l@s compas se protegían detrás de una tabla. Se veía que les estaba funcionando el truco, cuando de pronto la presión del chorro fue tanta, que un compañero resbaló, provocando la caída de la tabla. Inmediatamente, el chorro del carro lanza aguas dio con la cara de nuestra compañera, obligando su caída. Ante esto, los pacos aprovecharon para entrar y llevarse detenida a la compa. Todo concluyó con una lluvia de lacrimógenas y chorros de agua para gente que no hacía nada más que pedirles a gritos su retirada”.