miércoles, julio 17, 2024

¿Por qué los glaciares y su entorno deben ser protegidos legalmente?

 

Escrito Por Dr. Francisco Ferrando A. Académico Depto. de Geografía FAU

Publicado en: Fauopina U. de Chile

Si bien el tema de los glaciares se puede enfocar desde muchos puntos de vista, de lo que no cabe duda es de lo importante que son por las múltiples funciones que cumplen:

-Durante las sequías, el agua de fusión de los glaciares es parte fundamental en la mantención de la escorrentía superficial en niveles vitales, así como del aporte a las napas. Y los eventos de sequías seguirán aumentando en frecuencia, haciéndose más severas y más prolongadas.

-El cambio climático global implica que la criosfera seguirá un ritmo mayor de derretimiento por efectos indirectos como el calentamiento y la contaminación. Si a ello se suma la intervención directa e indirecta cercana, es decir, dentro del ámbito geográfico de cada glaciosistema, nos estamos auto-condenando a carecer de este vital recurso, sin el cual la vida y la biosfera entrarían en crisis de sobrevivencia, con todas las implicancias sociales, productivas y culturales y ecosistémicas que ello conlleva.

Sin la criosfera, sin los glaciares, en las condiciones actuales del país y la tendencia climática no hay desarrollo sustentable que pueda ser sostenido.

-Los glaciares y su entorno, el sistema periglacial y el permafrost son un todo armónico que constituye el glaciosistema de cada cuenca andina, por lo que si una de sus partes es afectada, todo él resultará dañado, alterado, degradado, destruido.

-Los glaciosistemas son parte fundamental y soporte de los hidrosistemas, es decir, de los sistemas fluviales, de los esteros y ríos, de manantiales y vertientes, pero también de las aguas subterráneas, cuyo abastecimiento y recuperación está alcanzando niveles deficitarios por la creciente falta de precipitaciones.

-Los glaciares y toda presencia de agua en estado sólido en las montañas, nuestras montañas y no la de empresas foráneas que se apropian de ellas impidiendo el paso, constituyen un regalo de la naturaleza a nuestro país, uno que muchos no saben apreciar en su justa medida. Son embalses de agua sólida, son nuestras torres de agua, son formas de capitalización de este vital recurso, fundamental en las estaciones secas y para los periodos multianuales de sequías.

Glaciar Chile

-¡Ningún gobierno ha tenido que gastar un peso para que existan! ¿Será por ello que no los saben valorar? Y estoy siendo bien pensado pues sabemos que basura escondida bajo la alfombra.

-Sin estas reservas, la continuidad y la calidad de vida enfrentarán escenarios de precariedad y carencias de graves consecuencias en sanidad y salud, en agua de beber, en agua para regar, para cocinar y lavar, problemas que ya aquejan a muchos países del mundo, y que han sido preocupación insuficiente de organismos internacionales.

-El Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Unión Europea para combatir la Desertificación ha señalado a este proceso como uno de los problemas socio-ambientales más agudos de Chile. Los territorios áridos y semiáridos afectados por este proceso superan el 62% del territorio nacional, donde se registran los mayores daños a los suelos, a la biodiversidad y a la actividad agrícola y pecuaria en general. La causa fundamental es la escasez hídrica y la mala gestión de agua.

-El fenómeno se expresa con mayor magnitud en la precordillera de las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, en la faja costera de Chile Árido y Semiárido, en las áreas de las comunidades agrícolas de las regiones de Atacama y Coquimbo, en el secano costero de la región de Valparaíso a la del Biobío, en la precordillera andina de la región de O’Higgins a la del Maule, y en las áreas degradadas de Aysén y Magallanes.

-Ello por sí solo justifica la necesidad de proteger las fuentes de recurso hídrico, y los glaciares son sin duda una muy relevante. Ello por sí solo justifica el otorgamiento de la categoría de reserva estratégica para todos los glaciares.

-La criosfera, el hielo, cuando funde provee de agua pura y cristalina. No necesita proceso alguno para ser utilizada en el riego, así como tampoco para beberla. Bien lo saben todos quienes habitan, viven y trabajan la tierra en los valles alto y meso andinos.

Una vez más otro regalo de la naturaleza que unos pocos no tienen derecho a contaminar o destruir, pues ello es un atentado a la vida en todas sus formas.

-Tampoco debemos dejar de considerar el aporte de humedad a la atmósfera y el efecto de regulador térmico de las masas de aire que circulan en las montañas y que trascienden hacia los valles haciendo más soportable y llevadero el calentamiento.

-Para disponer de agua muchos creen que la solución son las plantas desaladoras de agua de mar, pero se equivocan doblemente: primero, porque con la tecnología actual de ellas, los residuos del proceso constituidos por salmueras y concentrados densos de materia mineral y biológica a elevadas temperaturas son vertidos al mar afectando gravemente los ecosistemas litorales y más.

-Imaginen el grave impacto ambiental de las 20 plantas ya en funcionamiento más otras 16 entre aprobadas, en estudio y en construcción. La dimensión del impacto ecológico marino es de una magnitud insospechada. Aquí serán los pescadores artesanales los que sufrirán con este impacto.

-Segundo, porque no es factible económicamente subir estas aguas a las cabeceras de los valles para que desde allí comiencen a cumplir esta función de reemplazo de las aguas que aportaba la criosfera a los ecosistemas andinos, y al sistema socioeconómico y ambiental existente.

-Por otra parte, y solo si este reemplazo fuera factible, solo lo sería muy parcialmente, pues los glaciares cumplen otra serie de funciones ambientales, ecosistémicas y climáticas que no son reemplazables. Una forma de adaptarnos al cambio climático, y porque éste es irreversible, es preservar los glaciares y su entorno.

-No cabe duda que estas reservas de agua pueden ser catalogadas como el oro del mañana, pero cuidado con esta afirmación, pues el oro es prescindible ¡el agua no lo es!

-Ya pasó el tiempo de preocuparnos del problema de los escenarios del agua, es tiempo de ocuparnos realmente del problema, más aún ante los escenarios proyectados del cambio climático y sus efectos en el país.

-Y para ello, una Ley que proteja efectivamente los glaciosistemas, los glaciares de nuestra cordillera y su entorno, ante las intervenciones irresponsables surge y ha surgido desde las bases de la sociedad chilena como una necesidad irrenunciable, pues son ellos, son ustedes y no los que toman decisiones encerrados en sus oficinas, los que realmente saben lo que ello significa e importa.

-Chile, este país y sus habitantes requieren de una ley que verdaderamente proteja nuestras reservas de agua sólida enclavadas en la montaña, y ello constituye una necesidad inclaudicable.

Chile es la República Glaciar de Sudamérica, y ese patrimonio no debe ser dilapidado, pues la criosfera es nuestra protección ante el cambio climático y la desertificación. Es, por tanto, un seguro de vida y un soporte fundamental para el desarrollo y la calidad de vida de los chilenos.

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