sábado, noviembre 23, 2024

Carta de apoyo de Machi Pinda Pichún:Más allá de la indolencia y la «banalidad del mal»

Marimari pu lamuen, Felipe, Cristian, y todos ustedes, papay machi Francisca, son tantos los nombres que la boca se congela:
Anoche pensaba en esa celda miserable, en que Felipe y Cristian estarían imaginando el juicio de este día, que ha llegado en medio de “la banalidad del mal”, ciertamente, este juicio inimaginable este juicio torcido y koila, en que este estado y sus concubinos, me refiero a las élites políticas y económicas de Chile y del extranjero también, (o quizá debiera decir al revés, que quienes son los concubinos de quien), despliegan todos sus artefactos de terror y violencia política, simbólica, corporal, espiritual, en contra de nuestro pueblo mapuche, y de todo aquel que no comulgue con sus ideas de muerte, locura y exterminio.

Pensaba anoche mientras un hombre interpelaba a un guardia de un supermercado, del porqué sólo le habían dado dos bolsas de plástico para tantas cosas, si su camioneta quedaba lejos de allí…el guardia lo miraba atónito e indefenso, pero cuando una joven desgreñada y volátil, entra veloz, con mochila y mirada “fuera de lugar”, ese mismo guardia la persigue, ojo avizor por todo el recinto, una ñaña acordeonista toca en frente del moll de Valdivia, esta noche la gente camina rumbo al hogar, todos apurados estresados ensimismados en la propia indiferencia, en el individuo encarnado en todos nosotros, el wingkawün atravesado como un ardiente cuchillo de occidente en nuestro piwke herido, caminamos todos y todas sin recordar quizá a Felipe y su “peligrosa cámara”, a Levinao y su bosque amenazado, a la machi Francisca Linconao que interpela en su carta, tan respetuosamente, a la presidenta Bachelet, recordando el “manzano plantado por su abuelo” en sus tierras ancestrales, en una carta que tal vez ni siquiera ha sido leída, digo leída más allá del ejercicio lector…

¿Será que podrán leer esta carta lamgen Felipe, lamgen Cristian? en medio del sacrificio de sus cuerpos que hablan, en medio de la impotencia convertida en mudez, en agonía, en emancipación abierta al mundo y a los sueños más predestinados.

Digo predestinados, porque esta “banalidad del mal” no ha de ser eterna, si existe un destino, ése es, que el wesa newen coexiste con el küme newen, por lo tanto, esta civilización genocida caerá sobre su propios escombros ardores irresueltos y fracasos, ya lo está haciendo; y la mapu inconmensurable, la que sólo se transforma la que mira la que ama la que recibe la que aconseja, ésa ha de seguir viviendo con los Mapunche, porque la humanidad dejará de existir como se ha concebido, esa humanidad antropocéntrica y mezquina, y sólo los Mapunche podrán seguir existiendo, ese es el ciclo que anuncia este dolor esta miseria esta gran crisis, los Mapunche no sólo por sangre y genealogía, todos los Mapunche que amen que luchen que resistan por amor. La mapu es la comadrona de esta nueva pero ancestral “mapuchicidad”.

Este amor mapuche que todo lo cuida que todo lo apasiona que todo lo defiende es el amor de la mapu, ciertamente, es el amor que anoche respiraba en el minche mapu de esta ciudad, en medio de la indolencia y la fragilidad de los días, porque debajo del barullo de los autos la gente los ruidos perturbadores, habita el río mapunche, ellos los amados kuifikeche, ellos habitan el espacio de los huesos los minerales las aguas subterráneas y anoche respiraban, como recién nacidos, respiraban como brotes nuevos, respiraban por toda la soledad de las gentes, por toda la frialdad de los juicios winka, por toda la transgresión, por esta gran transgresión respiraban los kuifikeche, los kuifikekona que irán por usted Felipe Cristian, los kuifikekona que irán a buscarla machi Francisca, ñuke, los kona que viven en el piwke del Wall Mapu que somos todos nosotros.
Esta noche ya es este día, el juicio del winka continúa, pero la ñuke mapu tiene otro Wichan, a ese respondemos los Mapunche.
No quise decir las mismas cosas que siempre decimos, porque las palabras a veces no alcanzan, se agotan verdaderamente se atoran se vomitan de asco y vergüenza, por eso quise simplemente contarles mis lamgen, que han respirado los kona, que ha florecido sus primeros brotes el anümka, que hoy se cumplen 10 años de la partida de mi ñuke Marina Pinda Antias al Wenu mapu, hoy mientras todo pasa, porque rüpay che müten, dicen, por eso mis lamgen, es que este juicio también pasará, porque habrán mil diez mil millones de Felipe Duran testimoniando denunciando haciendo y criando la vida en cada esquina del Wall Mapu, y ante esta verdad, ¿puede acaso acallarse un río poderoso?…, si aunque pasen cientos de años, este río volverá a nacer.

Estas son mis palabras de cariño para ustedes en estos “días terribles”, un mate ya tomaremos pu lamgen, un mate con flores de primavera a la luz del küstralwe.

Machi Pinda Pichun
Desde la Füta Willimapu
Pukem /We Küyen

Fuente: http://www.twitlonger.com/show/n_1sovb3b

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