Medida de presión se mantuvo por 24 horas
Fuente: El Ciudadano
Presos del dormitorio 3, módulo 1 de la cárcel de Temuco se encontraban en huelga de hambre, luego de denunciar las malas condiciones salubres que tiene el recinto. La movilización se tradujo en el rechazo de la alimentación fiscal y la mantenerse sólo a base de líquidos
Fueron 60 reos en total los que empezaron la huelga líquida que duró 24 horas, tras la respuesta positiva por parte del personal de la cárcel, considerando que las peticiones fueron expresadas hace bastante tiempo atrás, pero no habían sido concedidas, por esa razón tanto los comuneros como los presos del módulo en conflicto, decidieron aplicar la medida de presión que viene desde tiempo inmemorables en los recintos carcelarios: la huelga de hambre líquida.
Fue una huelga con un petitorio sencillo, en donde se hablaba de las mejoras sanitarias necesarias para el centro de reclusión, que tiene que ver sólo con Gendarmería, la huelga fue hecha por los presos del Caso Luchsinger Mackay, Felipe Durán (quien ya suma más de 250 días de prisión preventiva a la espera que el juicio oral se inicie recién a mediados de julio), y presos comunes del mismo módulo, el dormitorio 3, del módulo 1.
Los reclusos denunciaban que tenían los baños tapados, los servicios sanitarios inundados y que la plaga de chinches estaba atacando fuertemente el lugar y lo peor, que nadie hacía nada para mejorar las condiciones.
Eran cuatro cosas las que pedían: una fumigación, limpieza para un patio aledaño al módulo -el cual estaba infectado de heces y desechos- el acceso a los abogados de defensoría pública, permitiéndoles la revisión de las causas de los presos comunes y finalmente, solicitaron una hora extra para el tiempo que pasan en el gimnasio. Hoy al menos, realizaron una fumigación en todos los módulos, producto de una grave plaga de baratas e insectos, razón por la cual se bajó la huelga y se espera el cumplimiento de las otras demandas.
Lizet Melillán, vocera de los PPM, conversó con El Ciudadano y manifestó que los comuneros quieren un módulo especial para los que están en calidad de imputados, porque el módulo que existe es para comuneros condenados, ya que el protocolo de Gendarmería explica que imputados con condenados no pueden estar juntos, entonces exigen tener condiciones diferentes en donde no se encuentren hacinados y además cuenten con un espacio para cocinar y así continuar con la dieta que consumen a diario y que han visto entorpecida por el encierro. “No estamos pidiendo que alimenten a la gente, porque las comunidades son las que queremos abastecer de carne y verduras, pero Gendarmería tiene protocolos sólo para algunas situaciones y para otras hace oídos sordos”.
El petitorio tenía que ver sólo con que gendarmería hiciera su trabajo, porque es parte de eso, “pero tenemos claro que si los PPM no se hubieran metido, aún estaríamos escuchando sobre la huelga de hambre, porque fueron ellos los que ejercieron la presión y la urgencia del asunto. Porque además no pedimos algo que exceda su trabajo, sino es algo que debieron haber hecho hace mucho tiempo, porque la dignidad de las personas no se está respetando”, puntualizó la esposa de uno de los comuneros y vocera de los mismos.
Finalmente, conversamos con Carmen Linconao, hija de la Machi Francisca Linconao, anciana mapuche que como autoridad ancestral ha visto muy deteriorado su estado de salud producto de la reclusión a la que está sometida, sobre este tema, Linconao manifestó que durante este último tiempo se han estado preparando las condiciones para celebrar el Wüñol Tripantu, que en nuestra cultura sería equivalente al Año Nuevo, pero bajo la cosmovisión mapuche se refiere al cierre de ciclos en relación al calendario y el cambio estacional que sucede en junio. Evento para el cual el recinto de hombres de Temuco ha dispuesto el uso del gimnasio y la invitación abierta para las comunidades y simpatizantes con la causa que quieran participar.