Pedro Cifuentes Gonzáles (Pedrés), conocido malabarista de las calles de Concepción, se encuentra viviendo una angustiante e injusta situación de encarcelamiento.
Fue detenido la noche del sábado 21 de noviembre, acusado de un “robo con violencia” ocurrido metros antes en la intersección de Av. Costanera y Desiderio Sanhueza, en las cercanías del Puente Llacolén y a cuadras de la esquina en que trabaja y del barrio donde vive. Según la versión de la Fiscalía, Pedres habría golpeado con un objeto contundente el vidrio del copiloto mientras el vehículo se encontraba detenido en el semáforo, para luego forcejear una mochila con una menor, la cual resultó con una contusión en su mano derecha, tras lo cual supuestamente habría huido, dándose por frustrado el delito, deteniéndolo sin pruebas de su supuesta culpabilidad.
Por lo demás, desde ese entonces se inició un proceso judicial con varias irregularidades que lo tienen hasta el día de hoy encarcelado. Al día siguiente, la jueza Liliana Salgado Fernández, titular del Juzgado de Garantía de San Pedro de La Paz, amplió la detención para el martes 24 del mismo mes, siendo Pedrés conducido inmediatamente al Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Concepción. El día martes 24, la misma jueza decretó la prisión preventiva de nuestro amigo, alegando irrisoriamente que su “libertad constituía un peligro para la seguridad social”, además de fijar un plazo investigativo de tres meses. Por otra parte, se declaró incompetente para seguir con la causa, ya que al ser un hecho ocurrido en Concepción, correspondía al Tribunal de Garantía de esa ciudad. Cabe destacar, que en este proceso se “extravió” el golo, herramienta de trabajo de Pedres, el cuál supuestamente habría sido utilizado para romper el vidrio.
Sus amigos y conocidos hacen el llamado a difundir su caso y solidarizar con Pedrés, para que se sepa que como este caso hay muchos en Chile que dan cuenta que la cárcel es solo para los pobres, para aquellos y aquellas que no pueden costearse un buen abogado y salir rápidamente del asunto, para los que viven en las poblaciones y practican su arte de forma callejera, para los eternos “sospechosos y sospechosas” y culpables de esta sociedad.
Recalcamos que este es un caso entre miles que suceden a diario, un claro ejemplo de discriminación hacia lxs más desposeidxs que de alguna u otra manera logran llevar adelante una vida digna y con un pensamiento autogestionario. Pedro perfectamente podría vivir una masacre estatal como el incendio de la cárcel de San Miguel el 2010, morir como imputado en medio de la injusticia social de este país.
Pedro no es hijo de Larraín, no es empresario de La Polar, no es arquero de un famoso club de futbol, no es Jovino Novoa, en suma, Pedro no tiene como pagar su liberación, no tiene como pagar una defensa óptima. Pedro trabaja haciendo malabares en la misma calle que lo secuestraron únicamente por sospecha.
Pedro a la fecha lleva casi dos meses encerrado. La primera semana de enero la parte acusante no se presentó a juicio porque seguramente no le importa. Estamos a la espera de su liberación por falta de pruebas, pero para eso debemos agitar y difundir.
Libertad a Pedro Cifuentes
¡Los ricos nunca entran y los pobres nunca salen!
¡Pedrés a la calle!!!
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