Se hizo correr hace algunos años que su ideología era sionista y que su acaparamiento de tierras y aguas en la Patagonia de Chile y Argentina se debía a intereses expansionistas para esta corriente ultra de Israel. También se dijo que las tierras para la conservación en la Patagonia de Argentina serían para los intereses estadounidenses y que el ex gobierno argentino de Menem las facilitaría para un basurero atómico y nuclear. En Chile hace años atrás fue objeto de una amplia campaña nacionalista, con rayados y campañas informativas que daban cuenta de un “atentado a la soberanía nacional” la llegada de este extranjero y sus compras de tierras.
En el presente, la gran mayoría de los terrenos en el sur de Chile en los que estuvo involucrado Tompkins, están protegidos. 300 mil hectáreas son un santuario de la naturaleza y otros 300.000 mil son un parque nacional.
Se hizo correr hace algunos años que su ideología era sionista y que su acaparamiento de tierras y aguas en la Patagonia de Chile y Argentina se debía a intereses expansionistas para esta corriente ultra de Israel. También se dijo que las tierras para la conservación en la Patagonia de Argentina serían para los intereses estadounidenses y que el ex gobierno argentino de Menem las facilitaría para un basurero atómico y nuclear. En Chile hace años atrás fue objeto de una amplia campaña nacionalista, con rayados y campañas informativas que daban cuenta de un “atentado a la soberanía nacional” la llegada de este extranjero y sus compras de tierras.
En el presente, la gran mayoría de los terrenos en el sur de Chile en los que estuvo involucrado Tompkins, están protegidos. 300 mil hectáreas son un santuario de la naturaleza y otros 300.000 mil son un parque nacional.
A modo de referencia y comparación, en Chile, grupos económicos como Angelini, de origen italiano, posee 1.200.000 hectáreas destinados a los monocultivos de plantaciones de pinos y eucaliptus para el desarrollo de la celulosa papeleras, con severos impactos en los territorios y responsable directo de la perdida de grandes extensiones de bosque nativo. Lo mismo con el grupo económico Matte, con más de 750.000 hectáreas para los mismos fines.
Douglas Tompkins nació en Ohio (Estados Unidos) el 28 de marzo de 19431, criado en Nueva York y vivió 25 años en Chile, falleciendo este 8 de diciembre de 2015 a causa de una «hipotermia accidental severa», luego de voltearse su kayak cuando se encontraba en el Lago General Carrera.
Tompkins fue un empresario, dueño inicial de marcas como North Face o Espirit. Fue asimismo ecologista dedicado a la conservación, restauración y activismo medioambiental durante gran parte de su vida, adquiriendo amplias extensiones de tierras en el sur de Chile y Argentina. También se mantuvo sendas críticas al modelo de desarrollo energético, a la industria salmonera y forestal.
El parque Pumalín fue su principal adquisición el que lo obtuvo paulatinamente con la compra progresiva de terrenos para frenar la tala de bosque nativo de que eran objeto y destinarlos a la conservación. Pumalín está ubicado en la provincia de Palena, Región de Los Lagos y tiene una extensión de 300.000 hectáreas, las que fueron declaradas como santuario por la naturaleza el año 2005.
Otra extensión en la que estuvo involucrado, fue el Parque Nacional Corcovado. Este recinto se encuentra al sur de Pumalín y fue adquirido en 1994 junto al millonario y filántropo, Peter Bucley. Fue comprado cuando tenía una superficie de 208.000 ha. de bosque nativo. Estos terrenos fueron donados al fisco y hoy es un parque nacional con una extensión de 300.000 hás.
Estuvo ligado a Conservación Patagónica, institución que tiene otras 70.000 ha en la XI Región de Aysén, estancia ganadera destinada a convertirse en otro Parque Nacional (5 a 7 años) junto a las actuales reservas nacionales Lago Jeinimeni y Lago Cochrane (Tamango).
En Argentina, el empresario realizó el Proyecto Iberá para fortalecer la protección y la preservación de la reserva natural, Esteros de Iberá, ubicado en la provincia de Corrientes. La Reserva Natural del Iberá poseía, desde 1983, 553.00 ha. de tierras proporcionando un hábitat protegido para especies nativas de la zona. Más adelante, CLT adquirió 150.000 ha. de áreas colindantes para crear más tierras de preservación. Tanto la fundación como el gobierno argentino esperan agrandar esta área a 700.000 ha. para ser el Parque Nacional más grande de Argentina. También, el 2013, donó en este País 15,000 hás que son parte de un parque.
Activista ambiental
A diferencia de muchos conservacionistas, Tompkins además ha sido siempre un activista. A través de Foundation for Deep Ecology (FDE), ha publicado una serie de libros activistas sobre diversos temas ambientales, como incendios forestales, la tragedia de la agricultura industrial, ganadería, y la tragedia de la silvicultura industrial. Sumado a esto, FDE tiene una larga historia en la entrega de financiamiento a través de postulaciones, para áreas como la conservación de la biodiversidad. Uno de las campañas más famosas de Tompkins donde estuvo involucrado es Patagonia Sin Represas, un movimiento contra las represas planeadas de la compañía HidroAysén que involucra a los intereses del grupo Matte a través de la empresa Colbún y la transnacional Endesa Enel.
Por otro lado, también fue activo contra el modelo de la industria forestal. En este último tempo, a través de la Fundación Pumalin, siendo parte de una articulación que se denomina “coalición por una legislación forestal” y que fue parte del cuestionamiento a la prórroga del decreto Ley 701 que subsidia los intereses de las empresas forestales a través de la campaña “No más monocultivos a costa de nosotros”.
Sobre la industria salmonera en Chile, señaló en una reciente entrevista publicada por radio Universidad de Chile: “Lo hemos estado diciendo desde hace años, nosotros, ¿Los molestosos y cargantes ambientalistas? Hemos dicho que es una industria que nació para colapsar en un corto plazo, que es una bomba de tiempo para la economía y una industria cuyo manejo está totalmente fuera de control. Solo mire lo que está sucediendo actualmente. Su pregunta sobre si es posible un desarrollo sustentable con el salmón, para mi es una contradicción en sí misma. Es como hablar de un desarrollo sustentable de la bomba atómica. En verdad no hay una manera correcta de hacer lo incorrecto, Esta industria es defectuosa desde sus inicios, con un concepto que no funciona y no debiera haberse permitido, en primer lugar. Es una estafa hacer dinero destruyendo el ecosistema marino. La lógica de criar cientos de miles de peces en la misma jaula es imposible de hacerse bien. Entonces, volvamos a una pesca tradicional bien regulada, donde Chile logre tener una industria pesquera de largo plazo, estable y próspera, usando la naturaleza como parámetro y no la habilidad humana. Sería mucho más justo socialmente y volveríamos a tener un medioambiente marino saludable. Será difícil superar el poder del lobby y de la codicia, pero enfrentémoslo , esta es una industria horrible desde todos los puntos de vista y dañina para la sociedad ya que ha sentado las condiciones para el colapso que hoy vemos.
Reconocimiento
El periodista Patricio Segura señaló recientemente a través de las redes sociales ante la muerte de Tompkins: “esos parques son los que permanecerán para los que vienen. Y, claro, ahora será el momento de que quienes tanto le odiaron (diseminando su supuesta intención de crear en Patagonia un segundo Estado de Israel, una base estadounidense, que se quería apropiar del agua, incluso que quería vender bonos de carbono) se saquen la careta y reconozcan de una vez por todas que lo que les molesta es la conservación, que lo suyo es la depredación de los ecosistemas.”
El profesional y especialista en energías renovables, Gerardo Canales, comentaba también a través de las redes sociales: “Ante la noticia me acuerdo de la histeria de la élite cuando llegó Tompkins y compró tierras diciendo que no era para cortar el bosque, ni sacar minerales, ni hacer bocatomas. No cabía en la lógica económica-cultural nacional que alguien invirtiera en la compra de recursos naturales y no los explotara. No podía ser cierto. Algo oscuro y peligroso tenía que haber detrás de un acto tan irracional. Seguro el gringo compraba terrenos en Chile y Argentina para facilitar el establecimiento de bases militares norteamericanas que marcarían el inicio de una campaña invasiva. Con el tiempo supimos que era más orate aún, ahora no sólo no las explotaría sino que las devolvería al Estado con el compromiso de que se mantuvieran bajo conservación perpetua”.
Algunos parlamentarios han reaccionado ante el fallecimiento del ecologista, uno de ellos el senador Alejandro Navarro quien dijo que la partida de Douglas Tompkins significa un gran dolor para Chile». El parlamentario solicitó al Ejecutivo otorgar suma urgencia al proyecto de ley de su autoría presentado en Diciembre de 2014 que concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al ciudadano estadounidense.
Navarro resalta: «la figura de Douglas Tompkins será recordada en la historia de nuestra Patria y de sus Parques Nacionales como una leyenda a imitar y respetar». Agrega, «está claro que si no hubiera sido por Douglas Tompkins los Parques Nacionales el Corcovado, Yendegaia, Pumalin y Patagonia estarían siendo devastados por las forestales».
Alfredo Seguel