Iniciamos una movilización en rechazo al Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), tal como hicimos cuando el Senado debatía la Ley Monsanto. Denunciaremos uno a uno a los parlamentarios que voten a favor del TPP. El Sí significará la aprobación de la Ley Monsanto /Convenio Upov 91, entre otros impactos negativos. El gobierno no ha demostrado ningún beneficio para Chile derivado de este acuerdo.
Como campaña “Yo No Quiero Transgénicos en Chile”, junto a redes y organizaciones ambientales, sociales, indígenas, campesinas y de consumidores focalizamos nuestra denuncia en la privatización de la semilla y del conocimiento empujadas por el TPP, y el consiguiente daño a la soberanía alimentaria. Asimismo perteneciendo a “TPP Abierto” y a la “Plataforma Ciudadana Chile Mejor sin TPP” unimos nuestras demandas a las de quienes se enfocan en otras materias que también violan los derechos humanos y de los pueblos originarios.
La Ley Monsanto vía TPP
El tratado, en su artículo QQA.O punto 2c, exige a Chile ratificar el Convenio UPOV 91, que es la versión internacional de la Ley Monsanto de privatización (propiedad intelectual) de la semilla. Los términos del Convenio UPOV 91 que impide el libre intercambio de semillas, pone en riesgo el patrimonio genético, y genera condiciones para la expansión de los cultivos transgénicos, se repiten tal cual en la Ley Monsanto. Esta exigencia de ratificación filtrada por Wikileaks figura asimismo en el capítulo dado a conocer en el llamado “Cuarto Adjunto”, un tardío espacio oficial de información. Recordamos que en marzo de 2014, debido a la presión social, Bachelet retiró de la tabla de discusión del Congreso el proyecto de Ley Monsanto y no pudo ratificar el convenio UPOV91. Pero la aprobación del TPP implica la aprobación de la ley Monsanto para cumplir con la exigencia de ratificación del Convenio UPOV 91.
Asociamos la inclusión del Convenio UPOV 91 en el tratado, a Islam Siddiqui, el negociador (hasta 2013) del gobierno de Estados Unidos para temas de agricultura. Siddiqui fue ex lobbista de Monsanto como vicepresidente de Crop Life.
La privatización de la semilla y del acceso a información ocupa mucho espacio a lo largo del TPP en diversos capítulos; sin embargo sobre el acceso libre a la semilla o a un bien, sólo hay (en QQ.B.x:l) dos frases de reconocimiento general y no vinculante sobre el dominio público.
Conocimiento tradicional
El capítulo referido a la propiedad intelectual incluye también párrafos sobre el conocimiento tradicional (ancestral), instando en QQ.B.xx:d a establecer “cooperación” para capacitar en la entrega de patentes relacionadas con conocimiento tradicional asociado a semillas, tema sobre el cual Chile NO tiene legislación alguna. Es un estímulo para la biopiratería y un desconocimiento de la obligación legal de consultar a los pueblos indígenas sobre estas materias, de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169. Por el contrario nuestra posición es el rechazo absoluto a las patentes a plantas.
Protección a transnacionales
A partir de la vigencia del tratado, según la información oficial, se aplicará un freno para nuevas leyes de protección efectiva de nuestros derechos. Así Monsanto y las transnacionales lograron eliminar el peligro de una futura ley de etiquetado de transgénicos o una moratoria a los cultivos transgénicos. Habrá nuevos estímulos legales para expandir el negocio de los transgénicos al mercado interno ahogando la agricultura familiar campesina y la agroecología.
Toda iniciativa contraria a los intereses de las transnacionales será objetada como obstáculo a la inversión, por tribunales de arbitraje externos al país. Seguirán las empresas fumigando los campos chilenos con plaguicidas cancerígenos como el glifosato, y usando insecticidas neonicotinoides que matan las abejas e insectos benéficos. La agroecología, la agricultura orgánica, la biodinámica y la permacultura así como la apicultura encontrarán serios obstáculos para su desarrollo.
Secreto pero no para Monsanto
Las reglas del proceso incluían no informar a los ciudadanos y sus organizaciones mientras se negociaba, y tampoco a los respectivos congresos. Pero permitían la participación oficial de unos 600 asesores de Estados Unidos en representación de corporaciones transnacionales. El texto completo del tratado se publicará en inglés en una fecha desconocida. Tras la firma de la Presidenta Bachelet, la ratificación requiere una votación tipo plebiscito (Sí o No), sin modificaciones.
Este tratado fue negociado en secreto durante más de cinco años por un bloque de 12 países que incluye a Japón, Australia, Nueva Zelanda, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam, encabezados por Estados Unidos. Barak Obama intenta así recuperar el deteriorado liderazgo norteamericano en la región y el mundo.
No aceptamos ser un instrumento de los intereses de Estados Unidos, de Monsanto y las transnacionales. Por tanto llamamos al Congreso a rechazar este tratado. En Santiago, Valparaíso, en Arica, Iquique, Ovalle, La Serena, Curicó, Talca, Concepción, Temuco,Valdivia y localidades de todo Chile, la tarea es informar, movilizar y denunciar en defensa de nuestra soberanía y del derecho a una alimentación sana.
Chile, Octubre de 2015
Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile; Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, Red de Semillas Libres, OLCA, Nación Aymara, Consejo Territorial de Chapiquiña, Coordinadora Yo No Quiero TPP (V Región), Cooperativa Verde, Red SocioAmbiental del Maule, Colectivo de Mujeres de Curicó, Cabildo en Rebeldía, Colectivo MapuExpress, Red SocioAmbiental de Talca, Asociación de Consumidores de Valdivia ACOVAL.
“Yo No Quiero Transgénicos en Chile” es una alianza de carácter horizontal creada en 2011, que articula redes sociales y ambientales de Arica a Chiloé, así como a independientes, organizaciones no gubernamentales, comunidades e instituciones que trabajan por una agricultura, ganadería, acuicultura y alimentación sanas y seguras. Por tanto, promovemos la participación y la información de la ciudadanía y la sociedad civil organizada para impedir la introducción de transgénicos y defender el derecho a alimentos, forraje, cultivos, ganado y peces, libres de transgénicos