Fue el pasado fin de semana, en Jujuy, con la presencia de autoridades y organizaciones de los Pueblos Kolla, Atakama, Qom, Wichi, Nivacle, Pilaga, Diaguita, Huarpe, Mapuche, Comechingon, Calchaqui, Omahuaca, e integrantes de los Pueblos Originarios de Bolivia.
Florencia Trentini / Notas
Este encuentro buscó dar continuidad al realizado en Buenos Aires los días 27, 28 y 29 de mayo de este año. En aquella oportunidad, los integrantes de la organización Qo.Pi.Wi.Ni., que desde hace más de seis meses se encuentran acampando en 9 de Julio y Avenida de Mayo, decidieron generar un espacio para encontrarse y dialogar con referentes de otros Pueblos, comunidades y organizaciones indígenas del país, con el objetivo de compartir experiencias e intercambiar situaciones que se están viviendo en los distintos territorios.
Esta vez el lugar elegido fue el territorio Ayllu Abralaite, Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Wayatayoc. Un territorio en el que habitan 33 comunidades indígenas que desde el año 2010 se organizaron para luchar contra la explotación de litio. Así conformaron la “Mesa de comunidades originarias de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc para la defensa y gestión del territorio”.
Estos grupos se encuentran en una situación de aislamiento, con muy poca llegada a medios de comunicación para difundir lo que les está sucediendo, por lo que la Cumbre, buscó en parte, dar visibilidad a esta problemática.
Esta Mesa, junto con Qo.Pi.Wi.Ni., Lafwetes, la comunidad mapuche Winkul Newen, el Colectivo Apacheta, los Imputados de la Nación Kolla y el Equipo de Jornadas de Educación Comunitaria, convocaron a esta II Cumbre, a partir del llamado de unidad que se realizó durante aquel primer encuentro en Buenos Aires.
En la convocatoria a este nuevo espacio de reunión se invitaba a autoridades, referentes y miembros de organizaciones, Naciones y Pueblos Indígenas a “profundizar y generar propuestas superadoras que nos reúnan como Pueblos y Naciones Indígenas para afrontar la realidad que atravesamos; ejercer nuestra Autodeterminación y que se respeten nuestros derechos como Pueblos y Naciones”.
Así, los días 18, 19 y 20 de septiembre se celebró esta II Cumbre. Los resultados de las tres jornadas de debate quedaron plasmados en una extensa declaración en la que se manifiesta la preocupación por la profundización de los conflictos y la sistemática negación del gobierno nacional a recibir los reclamos de quienes sufren estas problemáticas.
Asimismo, mediante la declaración se responsabiliza a los gobiernos nacional y provinciales por las muertes de los hermanos y hermanas que en los últimos años “han sido asesinados por las balas de la policía, los mercenarios y los terratenientes” y “por la desidia y abandono del Estado en sus responsabilidades”.
Remarcan también que más de mil hermanas y hermanos están siendo judicializados por defender sus territorios, y aseguran que “hay represión, intimidación y un plan sistemático de judicializar nuestra resistencia y la protesta de nuestros luchadores que defienden la vida”. Y que el gobierno continúa incumpliendo y violando con total impunidad las leyes nacionales y tratados internacionales ratificados sobre los derechos indígenas.
En la declaración denuncian también “la táctica de los gobiernos de sectorizar la discusión de la problemática indígena a grupos afines al mismo gobierno, haciendo uso de la violencia económica y aprovechándose de las necesidades de los hermanos”. Frente a esto repudian este “tipo de dirigencia clientelar” e invalidan los documentos firmados por “líderes” que no cuentan con el aval de sus Pueblos.
Para los integrantes de esta II Cumbre, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) no es representativo de la realidad de los Pueblos y Naciones originarias, y entienden como una violación a los derechos reconocidos en la Constitución Nacional “todas las trabas burocráticas para la inscripción de personerías, generando divisiones internas entre las comunidades, utilizándolo como herramienta para dividir y debilitar”.
Durante los tres días los participantes de la Cumbre dieron testimonio de la situación territorial que vienen atravesando y a partir de esta puesta en común se enlistaron las problemáticas más acuciantes: violación de los Derechos Humanos, despojo territorial, fracking, mega minería, desmontes, avance sojero, Monsanto y Ley de Semillas, instalación de represas hidroeléctricas, explotaciones turísticas, entre otros. Un tema destacado fue la problemática del agua, en tanto entienden que la misma “vale más que el oro, que el litio y que cualquier proyecto económico extractivo”.
Entre las propuestas surgidas de la II Cumbre se destacan, por un lado, la creación de una Red de Comunicación Indígena propia para impulsar y fortalecer las luchas desde la cosmovisión y la identidad. Y por otro lado, la conformación de un gran Movimiento de Unidad de los Pueblos Originarios que les permita afrontar la realidad que se está viviendo en cada territorio.
Por último, reiteran el pedido de diálogo a los diferentes gobiernos y llaman “al pueblo argentino a reflexionar sobre qué futuro queremos para nosotros y las futuras generaciones”.
