viernes, noviembre 22, 2024

Declaración organizaciones territoriales y socio ambientales sobre Proyecto de Ley de “protección” de Glaciares

Ante la propuesta del Ejecutivo relativa al Proyecto de Ley de “protección” de glaciares, en tanto Indicaciones Sustitutivas presentadas en marzo del presente año, las comunidades movilizadas de los valles del Huasco, Aconcagua, Mapocho y Maipo sostenemos nuestro más profundo rechazo y distancia por cuanto su “fondo y forma” no son representativos de los procesos territoriales que demandan una real protección de los glaciares, como elementos centrales para la continuidad de la vida.

Como se ha hecho costumbre, tanto este gobierno como los anteriores, incurren en la mala práctica de tomar las demandas sociales que por años se han levantado en los territorios y otros sectores del mundo social, transformando su esencia y motivación original, para manipular estas ideas buscando legitimarlas a través de proyectos de ley que se discuten entre las elites parlamentarias, restando toda posibilidad para que las voces, opiniones y posturas de las comunidades y organizaciones sociales, sean consideradas. Aun más, esa posibilidad nos fue rotundamente negada por dicha comisión. Mientras el espacio le fue concedido, sin reparo, al consejo minero. Situación que nos lleva a sostener que el discurso de los parlamentarios se amolda a los requerimientos de una clase empresarial que destruye ecosistemas y comunidades en nombre “desarrollo y del progreso”.

Por nuestra parte, gracias a los procesos comunitarios que hemos generado en torno a la defensa de la vida, en donde los glaciares son un componente gravitante del ciclo hídrico en cada territorio, y al conocimiento de científicos que no hacen ciencia para servir al dinero, hemos aprendido que para que los glaciares superficiales existan, debe existir primero un entrampado sistema de relaciones con otros factores de la biótica así como con otras formas glaciares que generan las condiciones especificas para que ellos estén ahí. Esto es el Glaciosistema o Ecosistema Glaciar. Es por ello que no descansaremos en manifestar que una ley que realmente busque la protección de glaciares, es aquella que los declare intocables en todas sus posibilidades geomorfológicas, puesto que su preservación debiese basarse en el análisis de los contextos locales asumiendo desde un comienzo que son elementos únicos, fundamentales y estratégicos a nivel de las cuencas. Por la misma razón la discusión de cuantos metros a la redonda se establecerá como límite para su salvaguarda, es inerte. No debe haber actividades productivas en la cordillera con presencia de glaciosistemas, ni menos estandarizarlos con una protección a un entorno de mil metros, porque son ecosistemas únicos e irrepetibles.

De acuerdo a la propuesta del gobierno, hoy la discusión está centrada en qué tipo de glaciares serán declarados como reserva estratégica, lo que significa que mediante una evaluación se definirá qué glaciares serán o no considerados relevantes como reserva hídrica. Ante lo cual, nosotros como comunidades, diferimos, por un lado, por la visión antropocéntrica que existe frente al sistema glaciar, ya que según esta visión sólo serán relevantes aquellos que hayan aportado abundante agua a las cuencas por un periodo mínimo de 10 años, negándoles, de esta forma, características propias de desarrollo sistémico, donde el conjunto posibilita la existencia del todo. Así mismo, sabemos que, para que pueda existir un glaciosistema, es de vital importancia mantener un entorno glacial y ambiente periglaciar, como elementos de vital importancia en la protección de este ecosistema.

Por otro lado, somos testigos del extractivismo voraz, que promueve el Estado, a través de proyectos como Pascua Lama, Alto Maipo, Los Pelambres y el recientemente modificado Andina 244; los que tienen en su común ADN la capacidad de acabar, gracias a su envergadura, con todos nuestros bienes comunes, en pos de lo que ellos denominan “progreso” y que a nosotros simplemente nos significa la muerte.

Ante esta situación, creemos que la orientación en profundidad de este proyecto es más bien certificar y regular la intervención de los glaciosistemas; entregar luz verde institucional para que las grandes empresas puedan destruir estos puntos estratégicos de los territorios y el país, con los permisos respectivos y amparados por la ley.

Siendo, el Consejo Minero, una de las instituciones que más tribuna posee en los distintos medios de comunicación, tendenciando y exponiendo su permanente inquietud por el “resguardo” de las altas cumbres, donde incluso su presidente, Joaquín Villarino, no tiene empacho en decir que “se sacrifica el futuro del país, su crecimiento y bienestar, en algunos casos, por posturas ambientalistas algo extremas que ignoran el mundo real”[1], ante lo cual cabe preguntarse ¿cuál es su propia visión de mundo? donde la falta de agua en un país que posee el 83% de los glaciares del continente, se acrecienta cada día. Siendo cada vez más los territorios que se suman a la indignante lista de escasez hídrica, llevando a sus habitantes a restricciones de todo tipo, mientras las empresas mineras gozan de privilegios que están por sobre la población.

Tenemos la certeza de que lo que proponemos, está lejos de ser una visión sesgada de ambientalistas conservacionistas, puesto que somos quienes a diario vivimos lo que significa la imposibilidad de mantener nuestras históricas formas de vida, a partir de las duras restricciones impuestas de acceso al agua. Donde sin embargo, los ecosistemas glaciares han mantenido con vida nuestros Valles de la zona centro norte, a los cuales con este proyecto de ley, se pretende dejar fuera de cualquier tipo de protección, por no estar dentro del resguardo de un Parque Nacional.

A partir de estos antecedentes descritos consideramos que no es posible seguir promulgando leyes que “protejan en la medida de lo posible”. Cuya construcción, lejos de ser símbolo de una democracia dialogante que cuente con la voz de cada uno de los actores involucrados, nos habla de esta suerte de dictadura de las empresas y de la clase política.

Organizaciones firmantes:

Asamblea por el agua del Guasco Alto, Valle del Huasco
Comunidad Indígena Patay Co, Valle del Huasco
Movimiento Socioambiental de Putaendo, Valle del Aconcagua
Observatorio de Conflictos mineros de América Latina, OCMAL
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA
Pacto Mundial Consciente
Raíces de Aconcagua, Valle del Aconcagua
Red Metropolitana No Alto Maipo

glaciales

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