Hoy fue desalojada la Universidad de la Frontera a través de fuerzas especiales de carabineros por orden del gobierno universitario, quienes ingresaron al Campus Andrés Bello y Facultad de Medicina en Temuco.
Imagen: Noelia Garrido (Feufro)
Los desalojos comenzaron en el Campus Andrés Bello antes de medio adía y después prosiguieron a la Facultad de Medicina donde un grupo de estudiantes resistió la medida subiéndose al techo del edificio exigiendo garantías, entre ellas la no detención y la presencia del rector de dicha casa de estudios, Sergio Bravo.
Momentos de tensión vivieron los estudiantes, quienes lograron el compromiso de la Vice Rectoría para que se retome el diálogo y las negociaciones el día lunes 27 de julio, señaló Marcelo Lagos, Secretario General de la Federación de Estudiantes de la Universidad de la Frontera.
Según trascendió, hasta el momento no habrían detenidos ni heridos, solo control de identidad a los estudiantes. Se adelantó asimismo que pronto darán a conocer una declaración pública sobre los hechos.
Cabe señalar que los estudiantes mantuvieron por más de seis semanas la toma y paro de estos recintos universitarios, las que se han basado en bienestar para la comunidad universitaria, temas de financiamiento en materia arancelaria, democratización y participación, rol social, entre otros.
Previo al desalojo, los estudiantes habían anunciado la intensificación de movilizaciones, argumentando lo siguiente: “Si bien se han expresado avances en distintas materias de la negociación, que son valorados por las y los estudiantes, hay puntos importantísimos que nos alejan de la posibilidad de cerrar acuerdos. Y es que las transformaciones económicas para asegurar acceso a la educación superior demandadas históricamente en el país y al interior de nuestra casa de estudios, requieren de los mayores esfuerzos de toda la comunidad universitaria, y hoy, las autoridades institucionales se han resistido a avanzar en esta dirección. Nuestras demandas en torno a cobros arancelarios y extra-arancelarios que históricamente han significado costos para los estudiantes y las familias trabajadoras, suman hoy alrededor de 2mil millones de pesos, y a la fecha, se ha respondido a un 10% de estas. Es decir, el Gobierno Universitario ha puesto a disposición 200 millones de pesos para dar respuesta a nuestras exigencias. Y en este punto seremos enfáticos: la desaceleración económica, la inflación, la incertidumbre respecto al financiamiento estatal a la Universidad para el próximo año, no constituyen argumentos para justificar tal mezquindad. No estamos hablando de aquello, estamos hablando de que la UFRO sí dispone de recursos, y estos deben ser re-distribuidos en el corto plazo. Las y los estudiantes hemos fijado un piso respecto a nuestra demanda de arancel de inscripción, cual es una rebaja de $50000 para el año 2016. Los millonarios sueldos que una porción minoritaria recibe mes a mes en esta, una Universidad del Estado, constituyen hoy un obstáculo para resolver el conflicto, y en último término, un obstáculo para el acceso a la educación superior de miles de estudiantes de nuestra región”.
Agregaron en otro punto: “Reiteramos nuestra permanente disposición al diálogo, y llamamos al Gobierno Universitario, y en particular al Rector Sergio Bravo, a asumir la responsabilidad que le corresponde en estos momentos y a aprovechar la oportunidad histórica que tiene para ofrecer una salida a este conflicto”.