Exclusivo: Cómo quedó Reserva China Muerta luego de terrible incendio
Nos internamos en las recónditas montañas cuando la tierra aun ardía, quemando las raíces de árboles de hasta 3 mil años de vida. Fueron consumidas por el fuego iniciado intencionalmente. Ahora en la zona se instala una mina de oro, con el paradojal y oportunista nombre “Lonco”.
Karen Hermosilla
Caminar sobre las brasas de un bosque que sobrepasaba largamente la historia occidental, es a lo menos perturbador. Sentir el olor de las araucarias, cipreses, coigües y lengas, quemadas por la acción premeditada y alevosa del hombre, es a lo menos indignante. Saber que ese hábitat fue víctima del ecocidio de pudúes, pumas, centenares de tipos de aves y monitos del monte, es desolador.
6.599 hectáreas fueron quemadas, el 50% de la reserva nacional. En 600 años recién podría llegar a ser posible, recrear lo que en marzo perdimos por causas intencionales. Lo peor de todo esto, es que hoy en esta misma zona, la empresa minera Lonco explora en casi mil quinientas hectáreas oro y cobre.
Voy en el auto del “chino”, hacia el lugar donde se consumieron 3 mil años de historia de la Tierra. Le pregunto ¿Por qué “China Muerta”? y me contesta con su tono melipeucano, que es porque encontraron una china muerta. ¿China?, le insisto. Me aclara que es una mapuche recolectora de piñones que se encontraba en estado de congelamiento. El pique es largo y las hermosas reporteras de El Llaima, periódico local, se impacientan por llegar.
El escenario es desolador. Eloisa y sus tres hijas, nacidas y criadas en Melipeuco, un pueblito rodeado por la exuberante flora y fauna hija del volcán Llaima, no pueden evitar la pena. Yo tampoco. La tierra humea, pasado meses. Las raíces tienen el turno a metros de la superficie, de volverse cenizas.
Cientos de hectáreas de pino y eucaliptus rodean Conguillio y China Muerta, secando y desmineralizando los suelos, llenando de plagas por el monocultivo. Hoy es una interrogante cómo quieren hacer el plan de reforestación. Conaf asegura que tienen recolectadas 2 toneladas de semillas nativas. Sin embargo, Conaf ha manifestado también que estas tareas se deben someter a una “evaluación técnica caso a caso en terreno, de acuerdo a los requerimientos de cada propietario al momento de ejecutar tales actividades, y en función de los instrumentos de fomento forestal con que se cuenten al momento de su ejecución”.
Si consideramos que uno de estos propietarios es el latifundista Mario García Sabugal, fundador de la forestal MAGASA, el “patrón” de Melipeuco y Cunco, pues posee como los antiguos latifundistas, miles de hectáreas de pino , en los 90, presentó una acción de protección que buscaba desafectar la protección de las araucarias con el siguiente argumento: “ en su calidad de agricultor maderero es dueño de varios predios y bosques nativos ubicados en la IX y X región del país, en los cuales existe una gran concentración y abundancia de la especie vegetal de carácter forestal denominado Pehuén o Pino chileno , y cuyo nombre científico corresponde al de Araucaria Araucana; que adquirió esos predios y bosques, con el legítimo propósito de explotarlos comercialmente mediante la corta de pies o individuos del pino araucaria, previo un plan de manejo que debe ser aprobado por la Corporación Nacional Forestal, CONAF, en los términos, condiciones y bajo las normas establecidas en el D.L. 701 de 1974…”
A todas luces, lo ocurrido en China Muerta, responde nuevamente a un modelo exportador primario insustentable y canalla, dispuesto a todo por la ambición. Hoy han sepultado la vida de un trozo de historia. Uno de los paisajes más interesantes, que nos retrotraía a un pasado jurásico, hermoso y desconocido, ha desaparecido.
Agradecemos al Periódico El Llaima por la gentileza de recibirme con toda la magia del sur, y facilitar las fotografías que muestran el terrible ecocidio provocado en la Araucanía Andina, para instalar sin empacho proyectos mineros e hidroeléctricos. Esperamos que pronto podamos salir de un Estado Capitalista que permite el saqueo de la Tierra, para poder liberarla de la infamia explotadora que termina por liquidarla, como se consigna dolorosamente en estas fotos.