Por Dafne Moncada Breitler
Subdirectora Observatorio de Comunicación
Por segunda vez consecutiva hemos debido pronunciarnos como Observatorio de Comunicación y Medios PUCV para rechazar las prácticas periodísticas de medios de comunicación que realizan coberturas sexistas como estrategia comercial. La primera fue con ocasión de un titular impresentable que enunciaba un crimen de violación de una joven menor de edad por parte del diario La Estrella de Valparaíso, y hoy es por la cobertura de La Segunda al cambio de Gabinete.
Esta cobertura que mediante imágenes realiza un tratamiento informativo denigrante y machista sobre el cambio de Gabinete de la presidenta Michelle Bachelet en la cual publica una serie de fotografías en donde, salvo por el pie de foto, uno no podría identificar qué busca ilustrar la imagen al apuntar la cámara directamente a las piernas de las Ministras.
El pensar en el cuerpo de las mujeres como una estrategia de venta es bastante pobre, incluso la publicidad está reelaborando sus campañas utilizando métodos más creativos, pero además, esto nos lleva a preguntarnos con preocupación por la ética y calidad del ejercicio periodístico, que a falta de una investigación de fondo y profunda sobre el trabajo de ambas ministras decidieron objetivarlas y reducirlas a la imagen de sus piernas.
Sabemos que la crisis institucional y ética que afecta a nuestro país ha calado profundo en todas las instituciones, los medios no han estado exentos de esto, por lo mismo es un hecho grave que los fiscalizadores del acontecer político y nacional no tengan preocupaciones mayores que obtener más publicidad por su cobertura noticiosa, en vez del contenido y de las consecuencias que tienen sus informaciones sobre la opinión pública y el ejercicio ciudadano de estar informados y participar en la contingencia nacional.
Como era de esperar, las fotos de las Ministras afectadas, Ximena Rincón y Javiera Blanco, no dejaron pasivas a las redes sociales sumándose una serie de críticas por parte del Sernam y el Frente de género, entre otros. Creemos que este es un serio caso de sexismo por parte de un medio de comunicación de alcance nacional, que debiese ser sancionado no sólo por el Consejo de Ética de los Medios, sino también a través del porcentaje de avisaje estatal que se entrega con dinero de todos los chilenos y chilenas.
Son múltiples los esfuerzos por alcanzar mayor equidad de género en distintos ámbitos de la vida: trabajo, representación política, justicia, etc. Y estas representaciones sociales que construyen los medios de comunicación, en este caso La Segunda, sólo nos causan un grave retroceso de los logros alcanzados. En ese sentido creemos que sería un sano ejercicio por parte de las audiencias el castigar a este medio no leyéndolo, y buscando otras alternativas para su consumo informativo, existen nuevos medios digitales y comunitarios que están realizando una importante contribución a la construcción de una agenda informativa alternativa, que no cuentan con el apoyo del avisaje estatal ni con políticas para su promoción.
Esto nos lleva a pensar que si verdaderamente queremos tener un escenario democrático de las comunicaciones, que empodere a la ciudadanía y contribuya a las demandas que se levantan desde los distintos sectores del país, siendo la equidad de género y la mayor inclusión de las mujeres una de ellas, se hace necesario la construcción de nuevas políticas comunicacionales que fomenten los medios que necesita la ciudadanía, unos medios que estén regidos por mínimo éticos comunes y el respeto de los derechos humanos, por sobre las leyes del mercado que actualmente fundamentan el quehacer de estas empresas comunicacionales a nivel nacional y que trabajan con un bien público, como es la información.