Francisco Cali Tzay, de origen guatemalteco – Maya, Presidente del Comité Para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas y experto internacional en Derechos Humanos y Pueblos Indígenas, realizó una visita no oficial durante abril a Wallmapu (territorio ancestral Mapuche) recorriendo diversos puntos del centro sur de Argentina y Chile, sosteniendo diversas actividades académicas y encuentros varios con comunidades y representaciones de organizaciones, en las cuales recabó antecedentes relacionados a los Derechos Humanos y hechos de discriminación al Pueblo Mapuche.
En Chile estuvo tres días y uno de los lugares que visitó fue el sector Boyecto, que se ubica entre Temuco y Chol Chol, sector donde habitan numerosas comunidades Mapuche y que recibe el depósito de miles de toneladas de basura que han causado graves daños al territorio, con severas alteraciones al medio ambiente, a la cultura y la vida social del territorio.
De esta forma, Cali se reunió con dirigentes de comunidades aledañas, con una Machi, autoridad tradicional en la zona y con integrantes de la mesa de salud Mapuche de Boyeco, quienes le extendieron nuevos antecedentes, considerando que en dicho organismo se ventila una denuncia por racismo ambiental en contra del estado chileno.
El año 2007 la coordinación de comunidades mapuche afectadas por la instalación y ubicación de este tipo de plantas y recintos de vertederos, la Red de acción por los Derechos Ambientales (RADA), Konapewman, junto a organizaciones sociales y personas naturales, enviaron una denuncia vía procedimiento de alerta temprana por la situación de racismo ambiental en Chile, particularmente en la Región de la Araucanía. Esta denuncia fue acogida por dicho comité, conllevando posteriormente una serie de recomendaciones desde esta instancia tendiente a buscar soluciones, examinando a Chile en dos periodos, siendo Boyeco uno de los casos de mayor preocupación.
Cali recorrió además inmediaciones del recinto y entrevistándose con algunas familias afectadas directamente por el funcionamiento de este recinto que está bajo la administración de la Municipalidad de Temuco, depositándose además residuos de comunas como Lautaro, Chol Chol y Padre las Casas, existiendo un supuesto plan de cierre que debería hacerse efectivo el año 2016, sin embargo, aún no se dan a conocer los antecedentes concretos sobre estas medidas, razón por la cual el Comité de la ONU recabó nuevos antecedentes.
El basural Boyeco
En el año 1992 inició su funcionamiento el Vertedero Municipal Boyeco. Dicha instalación está ubicada en el kilómetro 16 (camino a Chol-Chol) de la capital regional. Es un terreno de 18hc/48hc que recibe cerca de 10 mil toneladas de basura por mes, siendo el más grande de la IX región.
La gran mayoría de los recintos de vertederos en la Araucanía, que se ubica mayoritariamente en suelos de comunidades Mapuche, incluido Boyeco, presentan una serie de deficiencias en el tratamiento de los residuos en materia de: compactación, relleno, aislamiento de percolados, seguridad y protección y garantía de los derechos de los habitantes del lugar.
El vertedero en el sector de Boyeco se instaló y sigue funcionando a poco más de 100 metros de una escuela pública en distancia por panderetas, y también la afectación de dos esteros (Cuzaco Pelahuen y Tromen) de vital importancia para el sector. Además, en las cercanías del sector se encuentran lugares ancestrales para la cultura mapuche, a la cual pertenecen la gran mayoría de sus pobladores.
La existencia del basural afectó toda la vida social, cultural, económica y ambiental del territorio, quienes además, han debido soportar la existencia de una serie de micro basurales ilegales en el sector, en diversos caminos colindantes de las comunidades, sumándose situaciones de inseguridad por el descontrol de población flotante afuerina, jaurías de perros y los constantes malos olores en el sector.
Durante años, cientos de familias han tenido que vivir al lado de la basura, de la contaminación y destrucción de sus espacios de vida cuestión que no ha sido prioridad para autoridades ni instituciones. Justamente estas familias han tenido que cargar por todos estos años con el pisoteo, la imposición, el estigma, las enfermedades, la negación y el abandono por parte de todo el aparato público del estado chileno, independiente de quién esté gobernando, ya sea en términos locales, regional o nacional, existiendo una deficiente política de re ordenamiento territorial en estas materias, donde se hace indispensable el involucramiento activo e integral de estas instituciones, con diversos servicios competentes y municipio y que involucre además, medidas de tratamiento, reparaciones e iniciativas efectivas sobre disminución real de recintos y de residuos en la región.
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