Fuente: lagranepoca.com
Publicado por: El Ciudadano
Científicos presentaron evidencias que cinco pesticidas químicos usados como insecticidas y herbicidas: glifosato, malation, diazinon, paration, y el tetrachlorvinphos, son cancerígenos, informó el 20 de marzo la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC), que forma parte de la Organización Mundial para la Salud ( OMS).
Estas pruebas se documentaron tras una evaluación que se hizo entre el 3 y 10 de marzo por 17 expertos de 11 países, sobre los estudios de carcinogénesis ya realizados sobre estos productos. Ellos publicaron un resumen de los resultados en la revista The Lancet Oncology, y un texto completo en el Volumen 112 de las monografías de IARC Monographs.
Como resultado se clasificaron como probables cancerígenos del Grupo 2A:
- herbicida glifosato
- insecticida malatión
- insecticida diazinón
La clasificación 2A significa que se trata de productos “probablemente cancerígenos para los seres humanos”, dice el documento. Esta categoría se utiliza cuando a pesar de que hay pruebas de carcinogenicidad en humanos, éstas son aún limitadas por diversas razones adicionales, y cuando “hay suficiente evidencia de carcinogenicidad en experimentación con animales”.
Como probables cancerígenos del grupo 2B resultaron:
- insecticida tetraclorvinfos
- insecticida paratión
El Grupo 2B puede darse cuando no hay pruebas convincentes de que el agente cause cáncer en los animales de experimentación, o bien cuando falta información sobre si causa el cáncer en los seres humanos.
Glifosato
Sobre el herbicida glifosato, hubo pruebas de “carcinogenicidad en humanos para el linfoma no Hodgkin“, destaca el informe.
La evidencia corresponde a “estudios sobre la exposición, en su mayoría agrícola, en los EE.UU.,Canadá y Suecia, publicados desde 2001″.
“Además, hay pruebas convincentes de que el glifosato también puede causar cáncer en animales de laboratorio”, dice el documento de IARC.
En este sentido el equipo de evaluación expuso que, la Agencia de Protección (EPA) de Estados Unidos clasificó originalmente el glifosato como posiblemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo C) en 1985. Sin embargo la EPA cambió su clasificación al grupo no carcinogénico para los humanos (Grupo E) en 1991.
Posteriormente, al analizar los estudios relacionados a estas evaluaciones, se señaló que los resultados del glifosato eran aún significativos como cancerígenos, utilizando dos pruebas estadísticas que recomendó IARC.
El grupo de IARC que llevó a cabo la evaluación destacó que hay “significativas pruebas” en los datos del informe de la EPA, y, “con varios resultados positivos más recientes se llegó a la conclusión de que es suficiente evidencia de que [el glifosato] es cancerígeno en animales de experimentación“.
Además explicó que se observó que “el glifosato causó daño en el ADN y en los cromosomas de las células humanas, a pesar de que dio resultados negativos en las pruebas utilizando bacterias”.
Incluso citó que un estudio realizado en las comunidades residentes, detectó “aumentos en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico (micronúcleos), después de fumigaciones cercanas con fórmulas de glifosato”.
El problema es que el glifosato tiene hoy el récord del “volumen de producción mundial más elevado de todos los herbicidas” y su mayor uso está en la agricultura.
“Su uso en la agricultura se acentuó desde la producción del maíz genéticamente modificado”, destacó la IARC
Pero también el glifosato, explicaron los analistas, es usado en fumigaciones forestales, urbanas y en los hogares.
“Se ha encontrado glifosato en el aire, en el agua y en los alimentos, luego de las fumigaciones”, dice la IARC.
En general la población está expuesta en los alrededores de donde se realizan las fumigaciones del agroquímico, en el hogar y en la dieta.
Malatión
Sobre el insecticida malatión se presentaron pruebas limitadas de causar en los humanos “el linfoma no-Hodgkin y el cáncer a la próstata”.
“La evidencia en humanos es de estudios sobre la exposición, en su mayoría agrícolas, en los EE.UU., Canadá y Suecia, publicadas desde 2001″, destacó el equipo.
En estudios en roedores, el malatión también causó tumores, y daños en el ADN y en los cromosomas, a la vez que interrumpió las vías hormonales.
El Malation sigue siendo usado comúnmente en la agricultura y la salud pública, además del control de plagas residenciales y en jardines, por lo que los trabajadores que lo usan, así como las personas donde se aplican están afectadas.
“Se continúa produciendo en grandes cantidades en el mundo”, señalaron los analistas.
Diazinón
Sobre el insecticida diazinón, se presentaron pruebas de causar en los humanos el “linfoma no-hodgkin y el cáncer de pulmón”.
“La evidencia en humanos es a partir de los estudios de las exposiciones agrícolas en los EE.UU. y Canadá, que se publicaron desde 2001″, afirma la IARC.
“La clasificación de diazinón en el Grupo 2A también se basó en un fuerte evidencia del daño inducido en el ADN o en los cromosomas“, agrega en sudocumento.
El diazinon se usa en la agricultura y en el control de plagas de hogares y jardines. Desde el año 2006 el uso de diazinon tiene ciertas restricciones en Estados Unidos y Europa, por lo que su producción disminuyó. Se desconoce la magnitud de su uso en otros países
Tetraclorvinfos y paratión
Sobre cuál fue la base científica en la clasificación del tetraclorvinfos y el paratión los investigadores explicaron que se basaron en la “evidencia convincente de que estos agentes causan cáncer en animales de laboratorio“.
El pesticida Tetraclorvinfos está prohibido en la Unión Europea, pero en los EE.UU. y posiblemente en otros países, se sigue utilizando en la ganadería y en los animales de compañía. Un uso citado son los antipulgas para mascotas, que incluyen este producto.
El paratión en cambio fue severamente restringido desde la década de 1980. Todos los usos autorizados se cancelaron en la Unión Europea y en EE.UU. en el año 2003.