martes, julio 16, 2024

Comunicado del Centro de Padres-Madres y comunidad educativa Escuela Malal Mahuida de Lonquimay

 

Fuente: El periódico

 

Situación de la Escuela Malal Mahuida

El sector de Pedregoso se encuentra a 25 kilómetros de Lonquimay y es habitado casi exclusivamente por población mapuche-pehuenche.

Se trata de una zona de población muy vulnerable, con poca conectividad, sin señal de telefonía y sujeta a condiciones de clima extremo, con temperaturas que en el invierno pueden llegar a los 20 grados bajo cero, con intensas nevazones.

El sector cuenta con una escuela municipal con alrededor de 100 alumnos, que en este momento, está siendo reconstruida seis años después que un incendio destruyera gran parte del antiguo recinto en 2009.

La construcción fue dilatada por mucho tiempo y sólo se inició luego que la comunidad tomara distintas medidas de presión, como la toma de la Carretera Internacional.

A dos años de que se le dio luz verde a la nueva infraestructura, la comunidad nuevamente se encuentra nuevamente organizada en pos de asegurar una mejor educación para sus niños.

Durante los últimos cinco años -con el director José Carrillo- la escuela venía experimentando un proceso de apertura a la comunidad y a la cultura mapuche-pehuenche, que incluyó la conformación de un grupo de baile de danza mapuche y la celebración de We Tripantu (año nuevo mapuche), entre otras actividades.

Adicionalmente, la escuela mejoró sus resultados académicos y participó en varias competencias a nivel comunal y regional. Sin embargo, el municipio se mostró constantemente hostil a este proceso, entorpeciendo muchas de las gestiones del director, como la contratación de docentes suplentes e incluso la entrega de fondos para construir la nueva Escuela [1].

Con estos antecedentes, la comunidad temía que el alcalde, en quien recae la última instancia de elección del director, pondría en el cargo a alguien que sería contrario a la política de puertas abiertas y de rescate cultural que se venía implementando en la escuela.

En marzo del año en curso, al acercarse el proceso de búsqueda de un nuevo director para su escuela, la comunidad solicitó participar de tal proceso, amparada en el Artículo 7 del Convenio 169 de la OIT, que señala que: “Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además, dichos pueblos deberán participar en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y educación de los pueblos interesados, con su participación y cooperación, deberá ser prioritario en los planes de desarrollo económico global de las regiones donde habitan”.

Esta y otras inquietudes, referentes principalmente a la situación laboral del personal de la escuela, se plantearon en una reunión efectuada el día 25 de marzo, en el Departamento de Educación. Ahí se autorizó a un representante del Centro de Padres a asistir a las entrevistas finales de los tres mejores postulantes al cargo y se comprometió a tener una respuesta a las problemáticas de la escuela. Al momento de realizarse las entrevistas, el presidente del Centro de Padres fue dejado fuera de la oficina por decisión de la delegada de la Alta Dirección Pública.

El día 4 de abril, asumió en el cargo de director, Luis Calderón. En los primeros días de su gestión, el nuevo director no se presentó a los apoderados (muchos de ellos trabajan en la construcción de una nueva escuela adyacente a la antigua), restringió arbitrariamente el acceso a la radio, que es el único medio de comunicación de la comunidad, amenazó con despedir a una docente mapuche muy bien evaluada e hizo comentarios despectivos sobre la inclusión de elementos de la cultura mapuche en la escuela.

En una segunda reunión, realizada en la escuela el día 9 de abril, el DAEM no llevó respuestas concretas, sino posibles cursos de acción que hasta el momento no se materializan. Esto, sumado al descontento producido por la llegada del nuevo director, llevó a los apoderados a tomar el control de la escuela, demandado la nulidad del concurso y la restitución del director anterior, José Carrillo, de forma interina, mientras se selecciona otro director con la participación de la comunidad.

Hasta el día de hoy, la escuela se encuentra funcionando para no perjudicar a los niños, pero no se permite la entrada del nuevo director hasta que las demandas de los apoderados sean escuchadas.

Desde entonces, cuatro profesores se han excusado de realizar clases, presentando licencias médicas (sin encontrarse enfermos). El municipio ha demostrado nula disposición a dialogar. El director de Educación se ha presentado en el establecimiento para amedrentar a los funcionarios que continúan trabajando (varios de ellos mapuches) con sumarios y acciones legales, y no ha hecho las gestiones para conseguir reemplazos para cinco funcionarios que se encuentran ausentes con licencia médica. Personal de Carabineros también se ha presentado en la escuela, para amenazar a los apoderados con un desalojo por la fuerza, a pesar que los niños se encuentran aún asistiendo a clases y el establecimiento no ha sufrido ningún daño.

A partir de los sucesos relatados y varias conversaciones sostenidas tanto a interior de la comunidad, como con otros actores relevantes, se ha llegado a la compresión que el problema va más allá del director de turno y dice relación con la mala disposición del sostenedor de la escuela, el municipio, con la comunidad mapuche. Es por esto que los puntos demandados por los apoderados, en este momento, son los siguientes:

La intervención del Ministerio de Educación en la escuela.

La administración compartida de la escuela, entre el Ministerio y la comunidad educativa.

La asignación del estatus de “escuela bilingüe”.

La adecuación de los planes y programas al contexto cultural.

El aseguramiento de las condiciones de trabajo de los funcionarios que continúan trabajando en la escuela.

El inicio de un proceso de traspaso de la escuela a la comunidad.

La proyección en el mediano plazo de un Liceo Polivalente, en el sector de Pedregoso.

La comunidad se ve obligada a mantener esta medida de presión (y no descarta tomar otras), para asegurar que sus niños reciban una educación digna y que los funcionarios de la escuela no se vean perjudicados por realizar su labor educativa.

Desde el comienzo, los apoderados han llevado a cabo varias gestiones para solucionar este conflicto. Han acudido infructuosamente a la Municipalidad a dialogar con el director comunal de Educación y con el alcalde; han hablado con el intendente de la región; han acudido a la gobernadora; al seremi de Educación y a los medios de comunicación. Paralelamente, ha habido un proceso de acercamiento a otras comunidades, quienes han manifestado su apoyo, ya que se encuentran constantemente con problemas similares.

Como comunidad indígena, Pedregoso ha visto vulnerado su derecho a consentimiento informado consagrado en las recomendaciones generales del CEDR. Adicionalmente, la comunidad reconoce que el rol de la escuela es fundamental en asegurar el ejercicio de su derecho a practicar y reavivar sus tradiciones y costumbres culturales y preservar y practicar su idioma, y la única manera de asegurar tal derecho, es participando de forma activa en el manejo de la escuela. Así se espera evitar que nuestros niños sigan siendo perjudicados por decisiones motivadas por el racismo y las rencillas políticas, generando un espacio educativo de calidad, democrático y con pertinencia cultural.

Por medio de la presente carta, la comunidad realiza una alerta temprana al comité y solicita que por favor el comité se pronuncie sobre los eventos ocurridos en la escuela y exprese su opinión sobre las demandas de la comunidad educativa.

Centro de Padres y comunidad educativa Escuela Malal Mahuida

Comuna de Lonquimay

[1] Los oficios sin respuesta enviados a la municipalidad están consignados en los registros de la escuela

 

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