Notas y Audio / ¿Qué pasa con los denominados diálogos de Paz en Colombia? ¿No es posible que los Pueblos indígenas, sectores campesinos y afrodescendientes tengan la anhelada paz?
En el territorio del Cauca Norte, entre los municipios de Santander de Quilichao, Caloto y Corinto, la zona de mayor militarización, se presentan el mayor número de desapariciones y asesinatos, como ocurrió recientemente con Emiliano Silva y Gerardo Velasco, comuneros del resguardo indígena de Toez Caloto.
Por Alfredo Seguel
Imagen: Dora Muñoz, comunicadora indígena Pueblo Nasa, Cauca, Colombia
El resultado de 30 años de intervenciones armadas de Estado – paramilitares y guerrillas, en el marco de una ‘guerra sucia’ que aún no termina, es de cerca de 6,5 millones de hectáreas despojadas a campesinos, indígenas y afrocolombianos, un poco más de 5,9 millones de personas desplazadas y más de 218.000 muertos.
Entre los desplazados se encuentran más de un millón de afrocolombianos y 73.200 indígenas, lo que representa respectivamente el 10% y 6% de sus poblaciones, en medio de mantos de turbiedades donde se vislumbran intereses y corrupción del extractivismo y sectores políticos a través de sicarios y mercenarios.
En el Cauca, Colombia, la violencia continúa para las comunidades indígenas: Siguen las amenazas con panfletos de paramilitares, siguen las desapariciones y continúan los asesinatos en zonas militarizadas supuestamente para “proteger a la ciudadanía”.
Dora Muñoz es comunicadora del Pueblo Nasa, integrante del tejido de comunicación indígena de la ACIN, quien da cuenta de la grave situación que se está viviendo en el norte del Cauca: “En la vía más militarizada del norte del Cauca, entre los municipios de Santander de Quilichao, Caloto y Corinto, se presentan el mayor número de desapariciones y asesinatos”.
A continuación, su relato frente a recientes dos desapariciones y asesinatos y enseguida, el acceso al Audio de entrevista con el gobernador de Toez, del resguardo donde eran los comuneros.
Donde existe mayor presencia de la fuerza pública, asesinan a dos comuneros indigenas del resguardo de Toez Caloto.
Dora Muñoz
En la vía más militarizada del norte del Cauca, entre los municipios de Santander de Quilichao, Caloto y Corinto, se presentan el mayor número de desapariciones y asesinatos. En la noche del pasado viernes seis de febrero fueron desaparecidos los compañeros Emiliano Silva y Gerardo Velasco, comuneros del resguardo indígena de Toez Caloto. Los compañeros se desempeñaban como corteros de caña y como de costumbre el día viernes en horas de la tarde, se dirigieron al municipio de Santander de Quilichao a cobrar el pago de su trabajo y a comprar el mercado.
Gerardo estaba acompañado de su esposa, ella se regresó a Toez hacia las 5 de la tarde. Gerardo se quedó en compañía de Emiliano y hacia las siete de la noche Emiliano y Gerardo fueron vistos en Caloto tomando cerveza, a las once de la noche sacaron la moto del parqueadero y manifestaron que se dirigían hacia su lugar de residencia en el resguardo de Toez.
Emiliano y Gerardo nunca llegaron a su casa, sus familiares pensaron que se habían quedado en alguna fiesta, durante el día sábado los estuvieron buscando pero no los encontraron, el sábado en la tarde dieron aviso al cabildo de Toez, la autoridad tradicional convoco a la guardia indígena y los cabildos cercanos de Caloto y López adentro, quienes iniciaron la búsqueda por los alrededores. El día domingo hacia el mediodía, los familiares la comunidad y la autoridad tradicional de Toez Caloto, localizaron a Gerardo y Emiliano asesinados y con señales de tortura en la estación de policía de Guachene. Según informaciones de la policía los cuerpos de Gerardo y Emiliano fueron encontrados en medio de los cañaduzales entre las veredas Pilamo y campo llanito del municipio de Guachene.
Estos lamentables hechos ocurren a menos de una semana de haber circulado un panfleto firmado por las «aguilas negras», a través del cual anuncian las mal llamadas limpiezas en los municipios de Guachene y Caloto. Estas amenazas son el pretexto de una guerra declarada contra las comunidades, pues los compañeros Emiliano Silva y Gerardo Velasco se desempeñaban como corteros de caña y no tenían ningún problema en la comunidad ni fuera de ella, tampoco amenazas de ninguna clase. Manifiesta la autoridad indígena de Toez Caloto.
Que estos hechos ocurran en el sector más militarizado del norte del cauca, demanda gran responsabilidad de la fuerza pública, ya que entre el municipio de Caloto y el resguardo de Toez, se encuentra el puesto de policía ubicado en el casco urbano de Caloto y a la salida del municipio por donde debieron transitar los compañeros Gerardo y Emiliano para regresar a su casa, se encuentra un retén del ejército nacional y toda la vía es patrullada permanentemente. Estos hechos dejan mucho que pensar del accionar de la fuerza pública en los territorios. Menciono el gobernador del cabildo indígena de Toez Caloto.
Lo que viene ocurriendo en las comunidades deja mucho que decir frente a los actuales diálogos de paz entre los grupos armados. Dentro de los acuerdos que negocian quienes hacen la guerra, no existen garantías reales para protección de la vida y la integridad de la población civil y los pueblos indígenas, no vemos la diferencia entre la guerra y el pos conflicto, pues en las comunidades nos siguen amenazando de manera selectiva y asesinando; más bien vemos como se está gestando una estrategia de persecución y muerte contra los pueblos a través de la consolidación de las llamadas BACRIM, financiadas por los empresarios y bajo la permisividad del gobierno nacional.
Finalmente la autoridad tradicional del resguardo de Toez Caloto, hace un llamado a toda la comunidad y las autoridades tradicionales a unir esfuerzos, para continuar fortaleciendo la estrategia de control territorial y la defensa de la vida de las comunidades.
Audio Alfredo Campo – Gobernador Toez – Acceder – Escuchar
https://soundcloud.com/comunicaciones_cric/entrevista-alfredo-toezcaloto