DECLARACIÓN PÚBLICA
El día viernes 30 del 2015, el 4to. Tribunal Oral en lo Penal declaró culpable a nuestra hija y nieta Tamara Sol Farías Vergara, por el delito de homicidio calificado en calidad de frustrado, en una decisión que como familia rechazamos. Este fallo constituye una vez más la evidencia de que la justicia en Chile está hecha a la medida de los ricos y los poderosos.
Aún en el terreno de la lógica del derecho penal, los jueces han actuado contrariamente a lo que sus propias reglas establecen. El tribunal integrado por José Flores Ramírez, Jenny Morales Espinoza y María Tapia Araya, desconoció e ignoró las pruebas presentadas a favor de Tamara Sol, que dan cuenta de que su accionar no fue premeditado. Por el contrario, favorecieron el trabajo mediocre y tendencioso de la fiscal a cargo de la investigación, Ninoska Mosnish. En definitiva, fue la voluntad personal de tres jueces la que determinó la existencia de una presunta premeditación en el accionar de Tamara, pese a las contundentes pruebas de la defensa que demostraron lo contrario.
La condena contra Tamara Sol demuestra que los jueces de este país no miden con la misma vara a ricos y pobres. Para con el hijo de un acaudalado político el pronunciamiento de la justicia fue condescendiente. Igual para un influyente sacerdote que abusó largamente contra menores de edad. Condescendiente ha sido a lo largo de la historia con los criminales de la dictadura de Pinochet, algunos de los cuales han ocupado cargos públicos. Condescendiente con los funcionarios de Estado que asesinan a mansalva a estudiantes, a jóvenes pobladores, a trabajadores y mapuches en el sur. Condescendiente, ciega y sorda frente a los delitos de cuello y corbata que a diario perjudican a cientos y miles de chilenas y chilenos. Ciega y sorda ante el asesinato de 81 seres humanos en la cárcel de San Miguel, cuyos responsables de su muerte gozan de la más absoluta impunidad.
Como familia luchamos por más de 20 años buscando justicia para nuestros hijos y hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo, asesinados cobardemente por policías. Entonces, la justicia también se puso de lado de los victimarios y desconoció, como ahora, la voz de defensa de nuestra familia.
Para nosotros, la condena contra nuestra Tamara Sol es claramente un juicio político. Es la evidencia más clara de la revancha política, es el castigo contra la disidencia. Es el escarmiento que los poderosos imponen a diario a los más pobres de Chile.
A pesar la rabia y la impotencia que nos embarga frente a este fallo, no descansaremos. Seguiremos como siempre luchando por la justicia y la dignidad para los más sencillos de esta tierra.
TAMARA SOL FARíAS VERGARA A LA CALLE AHORA
Familia Vergara Toledo
Santiago, 30 de Enero del 2015