Durante buena parte del año 2014, representaciones territoriales de zonas como: Lof Trankura en Curarrehue, territorio del Lifko de Melipeuco, Karilafken de Pitrufquen; y Chesque – Hualapulli de Likan Ray, de la Región de la Araucanía, realizaron encuentros Trawun de manera autónoma y autoconvocada, con procesos de autoconsulta, basados en normas internacionales de derechos como el Convenio 169 de la OIT y la declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas, definiendo sus prioridades en materia de desarrollo y exigiendo asimismo su respeto e implementación ante las autoridades competentes.
De la misma forma, parte importante de estos territorios que dieron a conocer sus lineamientos en estas materias, en agosto del 2013 solicitaron al Comité de Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU- el ingreso y correspondiente admisibilidad al procedimiento de Alerta Temprana de los casos de las Comunidades Mapuche afectadas por Proyectos de Inversión, relacionados a centrales hidroeléctricas en Melipeuco y Curarrehue, y el de una piscicultura en Likan Ray que finalmente fue desistido, proyectos que se contraponen al buen vivir al que aspiran las comunidades.
En Noviembre del 2014, las representaciones por la defensa de sus territorios ante la amenaza de proyectos hidroeléctricos que involucran casos sobre atropellos a lugares de significación espiritual, extendieron una comunicación a la Relatora ONU sobre los derechos de los Pueblos indígenas, la filipina Victoria Tauli-Corpuz, que involucró casos como los de: Añihuarraqui en Curarrehue, Truful Truful de Melipeuco, Karilafken de Pitrufquen; y Neltume de Panguipulli. Por su parte, a fines del 2014, autoridades Mapuche Williche , junto a la misión permanente Mapuche ante las Naciones Unidas, ingresaron una comunicación ante relatorías de derechos humanos, incluyendo la Relatora sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, relacionado también a las denuncias por una serie de proyectos que involucran espacios sagrados y de significación cultural de comunidades en zonas de la décima región de los Ríos y de los Lagos..
Cabe consignar que en materia de desarrollo, el artículo 7 del Convenio núm. 169 establece que los pueblos indígenas tienen el derecho de “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y cultural”. Por su parte, La declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas determina en su artículo 20, determina que los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar sus sistemas o instituciones políticos, económicos y sociales, a disfrutar de forma segura de sus propios medios de subsistencia y desarrollo, y a dedicarse libremente a todas sus actividades económicas tradicionales y de otro tipo. Asimismo, continúa en el numeral 2 que los pueblos indígenas desposeídos de sus medios de subsistencia y desarrollo tienen derecho a una reparación justa y equitativa.
Atendiendo esto, a fines de agosto 2014 e inicios de septiembre del mismo año, con la finalidad de resguardar los territorios ancestrales y promover actividades de buen vivir que garanticen el bienestar del conjunto de la población, representaciones territoriales Mapuche y organizaciones sociales dieron a conocer sus planteamientos en materia de desarrollo, luego de haber establecido diversos espacios autónomos de deliberación y de haber sosteniendo amplios encuentros y diálogos ante autoridades y funcionarios públicos, representaciones comunales, legislativas y del gobierno regional.
Lineamientos en planes de desarrollo
El proceso sostenido que incluyó diversos encuentros y reuniones locales autónomas de los territorios de Melipeuco, Curarrehue y Karilafquen -con procedimientos de información previa y libre-, entre las principales directrices, se destacó:
– El Resguardo de los espacios sagrados de los territorios
– Garantías sobre el acceso al agua de las comunidades Mapuche y campesinas
– Retiro de nuevos proyectos extractivos que llegan al territorio y moratoria de todas aquellas iniciativas industriales que se encuentran en evaluación.
– Una Mayor fiscalización y monitoreo a las empresas y sus actividades que están operando en los territorios tales como Pisciculturas y Centrales de Pasada Hidroeléctricas.
– Restitución de tierras ancestrales y regularización de tierras para nuestras comunidades mapuche.
– Implementación de mecanismos para la co-administración y co-gestión de áreas prioritarias de protección ambiental y conservación.
– Participación en los procesos de Planificación Territorial.
– No a la manipulación e interpretación inescrupulosa del convenio 169 de la OIT.
– Fortalecimiento y respeto de los intereses culturales.
En su primer punto, se desarrolló lo siguiente: “resulta imperativo garantizar la protección y cuidado de los sitios ceremoniales, lugares ancestrales de valor religioso espiritual y soporte cultural para el Pueblo Mapuche tales como los Trayenko, cuencas de aguas, montañas y volcanes, destacando en Melipeuco el río Truful-Truful, Allipén, Sahuelhue, Tracura, el volcán Llaima. A nivel intercomunal con Curarrehue, el volcán Sollipulli, representa un sitio de alto valor espiritual. Otras zonas de interés en dicha comuna son Reigolil, Anihuarraqui Punowemanke, Penehue, Lanin, Quillelhue Momolluco. En tanto, en Pitrufquen el lugar sagrado de Karilafken, que incluye el rio Tolten y Allipén, constituye un ecosistema de invaluable relevancia ancestral, fuente de hierbas medicinales, de conocimientos y aprendizajes para mantener el equilibrio de la vida y su diversidad (Bosque Nativo, Flora, Fauna, entre otros) presentes en la integridad de los territorios”.
Estos planteamientos fueron extendidos a diversos servicios públicos, incluyendo al intendente de la Araucanía, Francisco Huenchumilla, y a las diferentes seremías. Asimismo, se extendió a titulares del ministerio del medio ambiente y desarrollo, algunos legisladores, entre otros, donde se solicita la debida atención, resguardo e implementación de estos derechos de las comunidades.
Buena parte de los proyectos que se emplazan en territorio Mapuche se hacen sin que el estado reguarde y garantice derechos de manera previa y de buena fe e incluso, en el presente, en zonas como Curarrehue y Neltume, se vienen realizando procedimientos de consulta, cuando ya se han transgredido una serie de derechos, partiendo por la aceptación de los órganos públicos de proyectos para su respectiva calificación, que involucran lugares sagrados, a pesar que el convenio 169 de la OIT establece su protección, hechos que contribuyen a la intensificación de prácticas discriminadoras contra el Pueblo Mapuche al priorizar el Estado chileno la imposición de proyectos que alteran y/o afectan la vida rural de las comunidades en las escasas tierras que poseen y que se tornan “expropiables”, con diversos antecedentes como precedentes y que están relacionados a despojos, usurpaciones, negaciones, transgresiones, colonialismo y neocolonialismo en el devenir, a causa de políticas estatales racistas, de los cuales, diversos órganos de las Naciones Unidas, están en conocimiento; propiciando a su vez, la desprotección de los recursos naturales en los territorios ancestrales de las Comunidades con uso y costumbres tradicionales cuya reproducción se liga al equilibrio ambiental y cultural, donde además, los tejidos sociales se ven gravemente alterados por la intromisión de inescrupulosas empresas.