El Pewen o Araucaria es un árbol sagrado para el Pueblo Mapuche, y además, tiene un marco jurídico que lo protege, sin embargo, en Valdivia, mientras se construye una Escuela, este árbol fue seriamente dañado. Los hechos ocurrieron el 11 de diciembre.
Por Pacual Pichun
En medio del bullicio y el espíritu consumista de fin de año que vive la ciudad de Valdivia, también se vive una situación por decir lo menos lamentable que pocos y nadie conoce, y muestra una vez más la vulneración a los derechos fundamentales reconocidos en legislaciones internacionales sobre asuntos indígenas, más bien dicho de pueblos originarios que habitamos estos territorios mucho antes de la llegada de los europeos. Pero hoy una vez más pareciera que ni el respeto ni el sentido común prevalecen en las personas de este lugar donde debiera existir un pensamiento mucho más elabora y acorde a estos tiempos.
Se trata de la destrucción de un Pewen (araucaria), un árbol sagrado para nuestro pueblo, para la cosmovisión mapuche, para la filosofía del mapuche que sigue practicando su cultura aun estando desterrado de los lof, de la naturaleza misma. Le sucedió a la lamgen Marcia Hueitra y a su pequeña hija Millaray quienes viven en la ciudad de Valdivia y por estos días han levantado la voz denunciando esta situación que las priva de esta práctica ya que es ese árbol donde hacen su ceremonia y practican la religiosidad mapuche. Hay que señalar además que Marcia Hueitra es una destacada lamgen promotora de los derechos culturales y políticos de nuestro pueblo en la ciudad de Valdivia y la región de Los Rìos.
El hecho es que el 11 de diciembre pasado, de un día para otro se comenzó a construir un edificio donde se pretende instalar una escuela particular especial de lenguaje y que colinda con el patio de la casa de las lamgen, tanto a los trabajadores como a la responsable del proyecto la constructora civil señora Miriam Nancy Villablanca Jaramillo les molestaban las raíces y las ramas del Pewen y tuvieron como mejor solución cortarlo y podarlo dañando seriamente a este árbol.
Entonces cabe preguntarse, ¿estos no constituye un delito?, ¿no vulnera gravemente varios párrafos del convenio 169 de la OIT?, ¿No es este una especie protegida por la ley chilena?. Justamente haciéndose similares preguntas y ante la impotencia de la situación la lamgen Marcia Hueitra recurrió a CONAF (Corporación Nacional Forestal) y la respuesta fue más insólita aún: «Si el árbol le molesta al vecino está en su derecho de cortarlo y podarlo». La rabia e impotencia ya se lo imaginaran. Y claro, seguramente en esta visión winka de propiedad privada todo lo que traspase hacia el espacio de otro dueño queda a decisión personal de quá hacer ante esto, pero y ¿dónde queda el resguardo de estas especies milenarias?, ¿el respeto al lugar ceremonial y sagardo de la familia mapuche?, en este caso primó màs el valor del «progreso» que el respeto al otro.
Ante aeste hecho, Marcia, Millaray y su familia han querido denunciar esta situación, que ya se hizo eco en la comunidad Pedro Currilem del sector Pehuenco Bajo de la Comuna de Lonquimay representada por su Lonko Jose Nivaldo Romero Cañumir del cual pertenecen, quienes enviaron una carta señalando su molestia a las autoridades de la Región de Los Ríos. Pero aún no han sido escuchados ni por los organismos competentes ni los medios de comunicación, ni han encontrado hasta ahora el apoyo suficiente para frenar esta situación, es por ello que hoy recurren a pedir la solidaridad y apoyo para presentar cartas de repudio por este lamentable hecho.
Son estas lamentables situaciones que nos dan cuenta como cotidianamente se vulneran los derechos mapuche, tanto en la ciudad y también en los espacios territoriales de los lof y más graves aun como son los espacios ceremoniales, uno de ellos es por ejemplo la amenaza de la hidroeléctrica en el Gen Kintuante en el rio Pilmaiken.
Es necesario frenar esta situación sistemáticas que se cometen cotidianamente en nuestro wallmapu, es nuestro deber también hacer respetar y denunciar estas situaciones para que la sociedad en general tome conciencia de la importancia de estos árboles, de estos espacios ceremoniales no solo para el mapuche sino para la humanidad.
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