Este viernes 3 de octubre de 2014, efectivos policiales hicieron ingreso al Fundo Rucahue, en el Lof Quilche, ubicado en un sector rural de la Comuna de Lanco, a cerca de 120 kilómetros de Valdivia, región de los Ríos, reprimiendo violentamente a comuneros que desarrollaban actividades agrícolas en predio en proceso de recuperación ancestral.
Fotografías y fuente: http://lofkvlcherecuperando.jimdo.com/
Extraído de: El Puelche
Comuneros denuncian que sin mediar previo aviso carabineros de Fuerzas Especiales realizaron una emboscada a un grupo de peñis y lamgen que desarrollaban tareas de construcción y terminación de un puente para la realización de actividades productivas en territorio ancestral mapuche, hoy denominado Fundo Rucahue.
En un actuar completamente irregular y fuera de la ley, el accionar de carabineros fue acompañado con trabajadores del fundo con motosierras quienes destruyeron un puente construido de manera colectiva y comunitaria. Según la defensoría pública el ingreso de carabineros se realizó por una denuncia de abigeato ingresada ese viernes a tribunales y no por usurpación violenta como consta en los partes de detención de los comuneros y comuneras.
Producto del irregular procedimiento y emboscada oficial quedaron detenidos 4 comuneros y una comunera, así como un comunero herido con perdigones.
Contacto con el territorio
Durante la tarde del 3 de octubre, el www.elpuelche.cl realizó contacto telefónico con un comunero del Lof Quilche quien nos explicó la situación que se está viviendo en el territorio.
Escenario represivo para comunidades y movimientos sociales
Este actuar se enmarca dentro un escenario complejo; la muerte del comunero José Quintriqueo en la comuna de Galvarino, la detención y represión al Werken Jose Melinao de la comunidad de Pailahueke en lo que la comunidad a calificado como un montaje y una orquestación desarrollada por el gobierno, en la cual producto de supuestos atentados y quemas de camiones, realiza acciones denominadas de seguridad publica, cuando en realidad es represión, mientras sectores cercanos a grandes propietarios y latifundistas de la novena región llaman a una Marcha por la Paz, en lo que parece una cuidada operación política para sindicar a quienes como los comuneros mapuche ejercen sus derechos ancestrales territoriorales como violentistas y extremistas, mientras los usurpadores y latifundistas son retratados como gente de bien y Carabineros y sus Fuerzas Especiales son retratados como una policía ejemplar y patriota que cuida del orden público, cuando son utilizados por la elite gobernante como agentes represores.
Pareciera que el Estado Terrorista, ese de los años de la Dictadura Militar, es validado por la actual administración Bacheletista y su ministro del Interior Peñailillo, quien termina una gira europea[1] para recibir adiestramiento en seguridad pública destinado a reprimir los movimientos sociales chilenos y el movimiento mapuche, que son una piedra en el zapato para los intereses de la elite empresarial y política de Chile.
Todo esto en el marco de una discusión ficticia instalada por este Ministerio respecto a la necesidad de una nueva ley antiterrorista; cuando lo que en realidad necesitan las personas que viven en nuestro país son condiciones de justicia social, la satisfacción de sus necesidades básicas y el respeto de sus derechos humanos.
Dicen usurpación cuando es recuperación
La recuperación realizada desde hace aproximadamente un año por comuneros y comuneras del Lof Quilche, se ha realizado de manera pacífica y tiene carácter productiva con cultivos y animales.
El contexto histórico de esta demanda comunitaria mapuche, es que tras la guerra de ocupación y exterminio denominada eufemísticamente Pacificación de la Araucanía, el Estado de Chile, usurpó los territorios al sur del Bío Bío, subdividiendo y entregando a colonos extranjeros y particulares chilenos extensiones de 2000 hectáreas como una especie de botín de guerra.
Una de esas extensiones fue entregada a inicios del siglo XX a Adolfo Oeetinger Stegmeier, diputado radical entre 1891 y 1925, que según la historia oral de la comunidad fue el primer usurpador del territorio y que ocupó lo que hoy se conoce como Fundo Rucahue. Este fundo luego habría sido vendido a la familia Villasante, quien lo ocupó hasta inicios de la década del 70, donde producto de la reforma Agraria se habría creado un asentamiento bajo control y administración de comuneros mapuche y ex trabajadores del fundo, esto significó que la familia Villasante al momento de ser expropiados fueron indemnizados por el Estado, pasando cerca de 1600 hectáreas a control comunitario y de trabajadores.
Tras el golpe militar que significó el derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular encabezado por el Presidente Salvador Allende y la llegada de la Dictadura Militar, se produjo el proceso histórico denominado Contra Reforma Agraria que significó que la familia Villasante recuperara el fundo Rucahue de manera arbitraria y respaldada con la fuerza de las armas.
De ahí que cuando se califica de usurpación violenta por parte del Estado y sus leyes, lo que realmente debiera decirse es que se realiza una recuperación de un derecho territorial ancestral.
[1] http://www.interior.gob.cl/noticias/2014/10/01/ministro-penailillo-culmina-visita-a-espana-por-temas-de-seguridad/