Fuente: semillasdeagua.cl
El día 21 de agosto se realizó la conferencia internacional: “Extractivismo en América Latina…Agua que no has de beber”, en el Cine Arte Alameda. Esa fue la primera polémica, ya que esta coloquio se iba a realizar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, pero tal como explicó Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), pese a haber estado gestionado con más de un mes de anticipación, la directora (s) de dicha escuela, Carola Canelo, decidió arbitrariamente cancelar el evento, lo que “da cuenta de lo cerrado que está la discusión en las universidades públicas en torno al extractivismo”.
Tras las palabras del ambientalista chileno, expusieron en dicha oportunidad Eduardo Gudynas, CLAES, de Uruguay; José de Echave, Cooperacción, de Perú; Dora Lucy Arias, Colectivo CAJAR, de Colombia.
Esta actividad fue organizado por el Observatortio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), en conjunto con el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL).
Escuche el seminario completo (Gentileza María José Martínez)
El ¿debate? minero
Lucio Cuenca, director de OLCA, explicó que actualmente “la producción minera se ha más que triplicado, fundamentalmente por la inversión transnacional. Sin embargo, habiendo triplicado su producción, proporcionalmente da menos empleo de lo que había el año noventa cuando la producción minera era prioritariamente estatal”. Esto sería un elemento del extractivismo que “deja caer toda esta mitología que se crea sobre la minería en campañas comunicacionales, (donde) manipulan toda esta situación”.
Lucio Cuenca contó que una de las cosas que han aprendido ha sido “desmitificar desmitificar todo esto porque se genera un chantaje, una situación perversa, donde esta imagen de asociación de este tipo de actividad del extractivismo con el desarrollo o con el bien común del país, etc, es una situación perversa puesto que genera una situación de presión y chantaje hacia los territorios, las comunidades que tienen que tienen que sufrir las consecuencias de este tipo de actividad”, sostuvo.
Finalmente, Cuenca espetó que “Chile y su modelo económico es esencial y profundamente extractivista” ya que “la institucionalidad, como los instrumentos de fomento de inversión minera, son dos cláusulas que están amarradas desde la Constitución”.
El superciclo de expansión extractiva
José de Echave, economista peruano de Cooperacción, se refirió a las tendencias mineras desde donde explicó en el momento en que está Latinoamérica.
De Echave dio cuenta de que hay una discusión en la región que tiene relación con si se acabó el superciclo de expansión extractiva, porque “nuestras economías se están enfriando, la Cepal ha anunciado que este año la región va a crecer a 2,7 % que son tasas menores a las de los últimos años, y hay una discusión sobre si el frío, la desaceleración se debe a causas externas, o si por el contrario, la desaceleración se debe a algunas políticas que se han venido implementando en varios de esos países”.
“Un primer elemento de si se acabó el superciclo, es la caída que está viviendo desde hace un año y medio, los precios externos de varias materias primas, eso es lo que fundamenta esto de si se acabó el superciclo, y sin duda que esto es un tema muy sensible para nuestras economías”, argumentó.
José de Echave mostró gráficos que daban cuenta de que las economías estaban cambiando, y presentó un segundo elemento que daba cuenta de cómo se han ido comportando las inversiones mineras a nivel mundial. Con estos antecedentes explicó que “tras cuatro años, hubo una caída. Hay una discusión de si esta caída va a ser similar a este período 2008-2009 o si más bien hemos entrado en un momento donde los presupuestos de exploración van a caer durante varios años como ocurrió entre 1997 y 2002″.
“Pero lo cierto -expresó De Echaved- es que el año pasado se habría revertido esa tendencia y vamos a ver si esa tendencia se afirma cuando tengamos la cifra del 2014. Pese a ello, lo que está claro es que América Latina sigue siendo el principal destino de los flujos de inversión. Más o menos el 25% de todo lo que se invierte en minería a nivel global, viene a América Latina. Y cuando vemos el top ten de los principales destinos de la inversión minera después de Canadá, después de Australia, después de EE.UU., aparecen los países de la región: México 6%, Chile, 6%, Perú 5%, Brasil… y además, hay algunos países de la región que han aumentado su participación”.
Para el economista “no ha habido sector más rentable que el sector minero si lo comparamos con otras actividades económicas. De lejos ha sido el sector más rentable, eso está cambiando un poco pero la minería sigue siendo un sector rentable, además, en América Latina están las minas con menores costos de producción”.
Además, se corrigió a sí mismo manifestando que “el cobre no se produce, se extrae”.
Un dato importante es que “está habiendo un incremento significativo de cobre” y reflexionó en torno a que con los datos entregados se podría afirmar que se está entrando a un escenario de mayor calma, de menor presión de nuestros territorios. A lo que contestó que no necesariamente.
“Si uno revisa la historia económica de América Latina, la reciente y la que está más atrás, lo cierto es que en América Latina el extractivismo ha estado fuertemente presente tanto en épocas de bonanzas como en épocas de crisis, y hemos estado en situaciones similares, y no hace mucho”, expresó.
Se refirió también al gasto millonario de enormes campañas que lo que buscan es “tratar de decir que nuestras economías están creciendo menos, nuestras economías están desacelerando supuestamente debido a factores internos, a políticas internas, a políticas que lo que han hecho es elevar estándares sociales y ambientales, y eso está deteniendo esta suerte de fervor de este crecimiento económico que ha habido en América Latina en los últimos años”.
También denunció que Banco Mundial también hace su aporte para flexibilizar las legislaciones y que entren más inversiones a los países, a riesgo de violar derechos humanos.
Estos son algunos de los principales rasgos de este escenario. Por lo tanto, “yo sí creo que es fundamental identificar cómo se están manifestando estas tendencias en nuestros propios países. Creo que también hay que comenzar a evaluar qué tipo de respuestas se están dando en los países, qué estrategias estamos implementando, qué tipo de organizaciones, qué tipo de capacidades, qué tipo de alianzas, porque el escenario plantea sin duda, serias amenazas, porque esto viene acompañado de mayor criminalización de la protesta, viene acompañado de afectación de derechos básicos de las poblaciones, viene acompañado de afectación de los derechos de la naturaleza, y por supuesto, viene también acompañado de mayor violencia”, concluyó.
Derechos Humanos: territorio en disputa
Por su parte, la abogada Dora Lucy Arias del Colectivo colombiano José Alvear Restrepo, dio cuenta cómo “el crecimiento de la actividad transnacional y la acumulación de los impactos que esta industria tiene en materia de derechos humanos e impactos ambientales aumenta cada vez más la dificultad que tienen las comunidades y las personas victimizadas con ocasión de esa actividad en toda América Latina para poder obtener justicia y protección a sus derechos”.
“Hay una territorialidad en disputa en este aspecto. Existe una confrontación de dos racionalidades antagónicas distintas para la ordenación de ese territorio. Una que asume el territorio como abrigo que se apoya en construcción públicas y comunitarias y otra que asume el territorio como recurso económico que debe ser ordenado bajo la lógica imperativa de la ordenación”, manifestó la jurista.
Así mismo expresó que “en este contexto la voz de la resistencia y de los movimientos sociales en América Latina ponen de manifiesto una creciente conflictividad socioambiental que no está exenta de graves violaciones a los derechos humanos dentro de los que se destacan que miles de personas han sido despojadas de sus derechos y de sus territorios”.
Así identificó que en el proceso de desterritorialización y reterritorialización los actores son los estados, las transnacionales y las comunidades, y explicó que “hemos estado analizando que los Estados no son los únicos que detentan el poder y no han perdido su protagonismo, la realidad refleja que su poder político está sometido a las lógicas de actores económicos capaces de influenciar su soberanía y por lo tanto, impactar en la vida y en el entorno de las personas”.
Luego dio cuenta de cómo desde diferentes agrupaciones de la región latinoamericana y mundial han estado trabajando en el fortalecimiento de las estrategias para proteger los derechos humanos. Desde ahí surge la idea de que la exacerbación de estos conflictos territoriales y el accionar de estas empresas han hecho una “captura corporativa de los estados” que va emparejado al “abuso y desvío de poder a favor de sus intereses”.
“La territorialización hacen que la realización de los derechos humanos sean cada vez más esquivas. Así las formas y contenidos de los derechos se distorsionan a tal punto que pasan a ser meras formalidades que se convierten en nuevas formas de agresión. Firmas, visitas, memorándums, fotografías, términos, recursos jurídicos, informes técnicos, presencias institucionales en tiempos veloces que hacen parte de la apariencia que construye la institucionalidad sobre la garantía de derechos cuando en realidad la justicia sobre los mismos derechos casi que desaparece”, cerró Dora Lucy Arias.
Cómo salir del extractivismo
Finalmente, Eduardo Gudynas, CLAES, de Uruguay, expuso sobre cómo salir del extractivismo y comenzó explicando que existen dos posturas frente a este tema: La primera más clara que dice que no hay opción, tiene diferentes manifestaciones como «si Chile, como país minero, no pudiera dejar de ser fatalmente un país minero”, y agregó que en la discusión que se está planteando en algunos países se presentan algunas opciones como la nacionalización, aumentar los impuestos y regalías, entre otras.
Pero, Gudynas llamó a analizar esto en el contexto latinoamericano, evidenciando que este tipo de alternativas “sería pasar del extractivismo que llevan adelante gobiernos conservadores de centro derecha, hacia un extractivismo idealizado que estaría representado por alguna de las formas que están en los países progresistas”, sin embargo “el problema de esto, que es una discusión que está amaneciendo en Chile, es que si paso de uno al otro, sigue siendo extractivismo”.
Gudynas manifestó que “queremos salir del paquete del desarrollo extractivista en cualquiera de sus variedades. Esto es urgente porque los daños son impresentables y están sucediendo hoy. Es una tarea urgente, no es una discusión académica para ver qué vamos a hacer dentro de 5 ó 6 años, sino que es una tarea urgente que se necesita hacer en todos los países de la región”.
Agregó que “el extractivismo depende de la exportación de materias primas y eso es un mercado globalizado, muy volátil, con muchas subidas y bajadas, y que el futuro inmediato es la caída de esos precios. Entonces, estamos en un boom, durará más o menos, pero necesariamente e indefectiblemente esos precios van a comenzar a caer”.
“Si somos inteligentes debemos prepararnos a ese cambio en las opciones exportadoras de nuestros países antes de que la caída de los precios de las materias primas o la reducción de la demanda nos alcance. Si somos inteligentes debemos dar pasos previos y ya tener estrategias de salida para que nuestras economías no dependan de seguir exportando materias primas. Dicho de otra manera, no seamos estúpidos, comencemos a prepararnos para dar las vías alternativas ahora”, manifestó el experto.
También expresó que “me parece que es inevitable que, porque algunos daños ecosistémicos, son de una magnitud que son intolerables de seguirlos sosteniendo, me parece que hay un cierto cansancio de la gente con este tipo de desarrollo. Me parece que la gente está cansada de este tipo de vida”.
Entonces, dijo Gudynas, “las alternativas al desarrollo tienen opciones de ofrecer cambios si son entendibles, son genuinos y verdaderamente sustantivos”. Sin embargo, expresó que “hay oportunidades en algunos países y no en otros” para hacer los cambios necesarios.
Transiciones de salida
“En este escenario nosotros hablamos de transiciones de salida, porque entendemos que esto no se va a lograr de la noche a la mañana y va a ser un esfuerzo que va a tomar su tiempo. Habrá ensayos, errores, avances retrocesos…”, dijo Gudynas.
¿En qué están basadas estas transiciones?
En reconocer que hay alternativas; fundamentar su viabilidad y su necesidad; en articular acciones que pueden parecer pequeñas, para hacer un plan sucesivo.
Así dio algunos ejemplos de acciones concretas para detener el sistema extractivo, así como algunas alternativas al desarrollo, entendiendo que se debe discutir ese concepto sobre todo, tomando en cuenta el aporte de los pueblos originarios de América Latina, quienes han levantado el buen vivir como un modelo posible de vida.