Por tercer año consecutivo en Tirúa se ha levantado una bella campaña que tiene como objetivo arborizar con especies nativas en diversos lugares de la comuna, zona afectada por los embates de la industria forestal quien ha venido plagando de especies exóticas de pinos y euceliptus.
La campaña “Plantemos árboles nativos, plantemos vida” que comenzó el 20 y se proyecta hasta el 30 de junio en tiempo de We Tripantu, es impulsada principalmente por mujeres del territorio y cuenta con el apoyo de la Municipalidad, la que busca generar conciencia sobre la importancia de propagar las especies nativas, replantar donde alguna vez hubo bosque nativo y proteger cuencas de agua, que se han visto gravemente dañadas por las extensas plantaciones de monocultivo de pino y eucaliptus.
Desde Tirúa, en el marco de la campaña en el 2015 se sostenía que gracias al bosque nativo cohabitan diversas especies, crecen arbustos, frutos, hierbas medicinales, elementos de mucho valor natural y cultural, todo lo cual es valorado por quienes habitan los territorios invadidos por empresas forestales. “Las comunidades están siendo cada vez más conscientes sobre los efectos de los monocultivos de pino y eucaliptus en la desaparición o escasez de especies como la murtilla, el changle, la ñocha, las plantas medicinales, e incluso árboles que poseen propiedades para tratar enfermedades”, señalaban.
En medio de la crisis hídrica causada por la industria forestal, restaurar bosque nativo se convierte en una urgente necesidad. Los agentes biológicos, químicos y las características físicas de los suelos con bosque nativo posibilitan la captación de agua proveniente de las lluvias y la posterior entrega de agua de alta calidad a las vertientes, esteros y ríos, moderando el flujo hidrológico y proporcionando hábitats terrestres y acuáticos diversos. Las fuentes de agua dulce más sostenibles y de mejor calidad en el mundo se originan en los ecosistemas de bosques nativos.
