Reunidos en la embajada hondureña en Argentina, diversos referentes sindicales, indígenas y de Derechos Humanos culparon a las «trasnacionales de la muerte» y el «gobierno de facto» de ser responsables del asesinato de la dirigenta indígena.
Miembro del pueblo Lenca, Berta Cáceres, fundó y era la Coordinadora General del Consejo Cívico Popular Indígena de Honduras (COPINH). Firme opositora de proyectos extractivos, en particular hidroeléctricos, fue galardonada el año pasado con el Premio Goldman. También tuvo una activa particiáción en la oposición al Golpe de Estado de 2009 en su país.
Berta fue asesinada en su casa la noche del 2 de marzo. Su organización, el COPHIN, exigió una «investigación clara por medios independientes al estado Hondureño, pues se duda de su credibilidad». Según un comunicado hecho público por dicha organización, numerosos miembros han sido amenazados por personas que «autodenominaron sicarios contratados por la empresa DESA. Durante los últimos seis meses se confirma que Berta recibió amenazas constantes cuya intensidad iba incrementando, disparos contra el carro, mensajes y amenazas verbales directas, por parte del ejercito, la policía, el alcalde Raúl Pineda y la empresa DESA».
DESA es una empresa de capitales hondureños que busca construir la represa de Agua Zarca en el río Gualcarque. La firme oposición de Berta y el COPHIN permitió que la mayor constructora de represas a escala mundial, Sinohydro, desistiese de su participación en el proceso, que originalmente contaba también con fondos del Banco Mundial.
Finalmente en su comunicado, el COPHIN hizo una llamado a la solidaridad internacional, «a seguir realizando acciones que contribuyan a frenar y denunciar las políticas agresivas del estado, las estrategias privatizadoras de las transnacionales y la violación sistemática de los derechos del pueblos Lenca». Además de la actividad en Buenos Aires se realizarán otras similares por América Latina.
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Fotos: Simona Mayo