El gobierno regional de la Araucanía promueve una instancia de “participación” denominado “Araucanía Habla” que según su web “El propósito es generar, en un período de tiempo, distintas formas de participación para que cada habitante de la Región de La Araucanía, pueda de dar su opinión, su visión y su mirada de futuro, para la construcción de una mejor sociedad”.
Por su parte, a través de notas informativas del gobierno se ha señalado: “Construir desde las bases. Ese es el objetivo de los Diálogos Ciudadano “La Araucanía Habla”, que continúan desarrollándose en las distintas comunas de la región”.
Organizaciones tradicionales y comunitarias del territorio de Curarrehue señalaron este 14 de diciembre que llevan años conversando, dialogando y exponiendo la comuna, la región y el País que desean y poco o nada han sido escuchados. Asimismo, consideran que los denominados diálogos que promueve el actual gobierno regional son un nuevo experimento de la centralista región de la Araucanía y su debilitada credibilidad, anunciando que no participarán.
¿Diálogo sobre qué?
¿Es posible creer en diálogos que hablan de construir desde las bases cuando la realidad es totalmente distinta a esto? Las mismas bases en todas sus formas, chilenas, Mapuche e interculturales, en diversas localidades y territorialidades han planteado la necesidad de generar propuestas y alternativas que vayan con el propósito de revitalizar los territorios, las economías locales, que se respeten los derechos humanos, que se protejan las últimas reservas naturales que quedan en la Región, sin embargo, jamás han sido atendidos estos planteamientos y por el contrario, el gobierno coludidamente con ciertos sectores empresariales, sigue dando luz verde a un verdadero saqueo de la Región, para masificar las dañinas plantaciones de pinos y eucaliptus; y oficialmente ha anunciado desde el centralismo, 40 centrales hidroeléctricas y 100 minicentrales para la intervención de todos los ríos y esteros de la Región de la Araucanía.
Son esas mismas bases que hace alusión el gobierno regional las que absoluta y mayoritariamente, desde juntas de vecinos, comunidades, cámara de turismo, comercio, concejos municipales, alcaldes, han planteado en comunas como Curacautín, Curarrehue, Melipeuco, entre otras, que no quieren la imposición de proyectos hidroeléctricos en sus territorios porque la vocación de desarrollo que tienen estas comunas es otra, principalmente pensada en levantar actividades turísticas, proteger las fuentes de trabajo que hay en este sentido, promover actividades productivas sustentable desde la agricultura, la biodiversidad y los bosques; y proteger las fuentes de agua y ecosistemas indispensables para la vida de la Región.
Sin embargo, no se ha querido entender que entubar un río 3, 5, 7, 10 kilómetros o más (independiente si es central o minicentral), alterar las aguas y la vida acuática, afectar las napas subtérraneas, los pantanos, mallines, humedales; intervenir decenas de hectáreas a la redonda con excavaciones, con explosiones de dinamitas, con la avalancha de camiones y maquinaria, con amplias excavaciones, con corte de milenarios bosques y amplia flora y fauna, con la conectividad de cientos de kilómetros de tendidos de alta tensión, destruyen la vida local y lo peor, todo daño aguas arriba, termina afectando aguas abajo, considerando importantes ríos como el Cautín, Allipén, Toltén, Malleco, Renaico, todos sus afluentes de origen y todas las napas subtérraneas que contribuyen a la vida rural y de localidades en los diversos valles hasta las zonas costeras, ya dañada por el menos en un 20 % de superficie regional a causa de la concentración de monocultivos de plantaciones forestales de pinos y eucaliptus que han causado una grave sequía y deterioro territorial.
Punto aparte es el enorme quiebre social que hay en varios territorios, por el daño a la convivencia y a la paz que vienen generando las empresas en diversas localidades, con absoluto descontrol sin fiscalización por parte de los órganos públicos competentes los que no garantizan derecho alguno de los habitantes, donde las empresas, previo o durante los procedimientos de evaluación ambiental, generan campañas de cooptación, con ofertas para comprar las voluntades de familias con el fin de neutralizarlos frente a los proyectos que se emplazan y debilitar oposiciones a través de la promoción de estas divisiones que van generándose entre familias y vecinos.
El saqueo de los territorios de la Araucanía: 40 centrales y 100 minicentrales
Independiente de la formación racista y neocolonial que pueda evidenciarse en algunos funcionarios, autoridades públicas del estado y empresarios inescrupulosos al no atender aspectos culturales, religiosos, espirituales ancestrales que hay en varios lugares de la Araucanía como parte de la cosmovisión del Pueblo Mapuche, es incomprensible el grado de irresponsabilidad con respecto a las señales que el Intendente Andrés Jouannet y el Ministro Máximo Pacheco Matte vienen haciendo de la Araucanía: Un verdadero saqueo con la imposición de nuevas formas de invasión y que ponen en riesgo el bienestar y futuro de todos los habitantes de la Región, sin importar su origen y procedencia.
ARAUCANÍA HABLA es la propaganda y una de las caretas del gobierno, para que hablemos de desarrollo y el futuro de la Región, sin embargo se transgrede el derecho a la consulta de las comunidades, no se hacen vinculante las decisiones de acuerdo a las normas internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración ONU, es más, con absoluta arbitrariedad, autoritarismo y centralismo, bajo la complacencia del intendente, ya se está delineando, planificando e imponiendo un tipo de desarrollo, con antecedentes graves y alarmantes.
Preocupación causaron las declaraciones del Ministro empresarial Máximo Pacheco Matte el 23 y 24 de mayo de este año a través de la prensa regional anunciando que en carpeta oficial hay 40 centrales hidroeléctricas[1]. Más aún, este 11 de diciembre, publicaba el mercurio los nuevos anuncios del Ministro: 100 minicentrales para la Araucanía. “En la Región de La Araucanía hemos planteado que se construyan por lo menos 100 minihidros más. Y esta es una solución que se adapta muy bien a La Araucanía»[2], señaló el titular de la cartera.
Por las cuarenta centrales diversas organizaciones territoriales, entre ellas: Red Defensa Territorios, Lof Mapu Karilafken – Pitrufquen, Movimiento Los Ríos Nos Unen, Cuenca Trancura Curarrehue – Pucón, Consejo Territorial Mapuche de Pucón, Lof Mapu Cuenca del Cabedaña – Catripulli, Defensa territorio ancestral – Sahuelhue (Melipeuco), Casa Rayün Mapu de Cunco, Agrupación Cultural Huitral Mapu de Curacautín, declararon a Pacheco en junio de este año como persona Non Grata: “Rechazamos las imposiciones de modelos que en nada contribuyen al bienestar de la Región y sus actuales propuestas de “asociatividades” y “rebajas de luz”, junto con ofrecimientos de fuentes de trabajo mediático, pero que a la postre significan un profundo empobrecimiento en todas sus formas para esta Región. Por ello, ante los anuncios manifestados por el Ministro de Energía Máximo Pacheco, lo declaramos persona “Non Grata”, como asimismo, a toda empresa que pretende el lucro a costa del intervencionismo y afectación de nuestras formas y fuentes de vida. No son bienvenidos”.
¿Quién escucha?
Durante buena parte del año 2014, representaciones territoriales de zonas como: Lof Trankura en Curarrehue, territorio del Lifko de Melipeuco, Karilafken de Pitrufquen; y Chesque – Hualapulli de Likan Ray, de la Región de la Araucanía, realizaron encuentros Trawun de manera autónoma y autoconvocada, con procesos de autoconsulta, basados en normas internacionales de derechos, definiendo sus prioridades en materia de desarrollo y exigiendo asimismo su respeto e implementación ante las autoridades competentes. Algunos de los temas definidos y depositados a diversos órganos públicos son: – El Resguardo de los espacios sagrados de los territorios; – Garantías sobre el acceso al agua de las comunidades Mapuche y campesinas; -Retiro de nuevos proyectos extractivos que llegan al territorio y moratoria de todas aquellas iniciativas industriales que se encuentran en evaluación; – Una Mayor fiscalización y monitoreo a las empresas y sus actividades que están operando en los territorios tales como Pisciculturas y Centrales de Pasada Hidroeléctricas; – Restitución de tierras ancestrales y regularización de tierras para comunidades mapuche; – Implementación de mecanismos para la co-administración y co-gestión de áreas prioritarias de protección ambiental y conservación; – Participación en los procesos de Planificación Territorial; – No a la manipulación e interpretación inescrupulosa del convenio 169 de la OIT; – Fortalecimiento y respeto de los intereses culturales.
Como respuesta a estos planteamientos territoriales, el gobierno viene aprobando una serie de centrales hidroeléctricas, incluyendo la del Lof Trankura de Curarrehue (Añihuerraqui), en medio del corazón de un lugar sagrado, violando sistemáticamente los derechos.
Independiente de los colores políticos e ideológicos, uno espera, que quienes asumen la conducción de ciertos espacios públicos, tengan el mínimo tino para velar por los intereses y necesidades colectivas, para custodiar nuestras básicas soberanías y patrimoniales, para que se respeten los derechos humanos de todos y todas; y que se planifique de acuerdo a las voluntades locales y no en cuatro paredes por grupúsculo de personas con criterios centralistas y de lucro empresarial como sucede en estos momentos en figuras como la de los Ministros Máximo Pacheco Matte y Jorge Burgos, con grotesca intervención en la Araucanía junto a un grupo de empresarios, bajo la sumisión, amparo y promoción a favor total de este tipo de proyectos por parte de funcionarios designados como el intendente Jouannet, el Seremi de Economía Eduardo Vicencio; el Seremi de Energía Aldo Alcayaga; y el director del SEA, Ricardo Moreno.
Hoy nos dicen que la región está bajo la producción de energía, que hay crisis y necesidad energética, pero nadie desde las instancias públicas reconoce que eso no es así, que la ciudadanía en el País solo consume el 15 % de la energía, que más del 60 % se la lleva la gran industria como las mineras y luego las celulosas de las forestales; que en la Araucanía, la ciudadanía consume el 22 % y que más del 42 % lo consume una celulosa [3]; que estas centrales van para el SIC (Sistema de interconexión central); y que el gobierno autorizó en junio del 2015 a una transnacional estadounidense (AES GENER [4]) exportar energía a Argentina, en medio de una desquiciada expansión de la actividad minera que pretende quintuplicarse en actividades extractivas privadas, incluyendo suelos del centro y sur de Chile bajo una cadena de negocios.
Actualmente, unos 29 proyectos hidroeléctricos se encuentran en etapa de evaluaciones ambientales, aprobadas, en construcción o ya construidas, considerando algunos casos de referencia con menos de 3 mw que no ingresan a evaluación ambiental, lo que se condice con los cientos de derechos de agua para fines hidroeléctricos a mano de empresas o particulares. Desde una perspectiva comunal el panorama es el siguiente: 1) Angol, una central hidroeléctrica en Río Picoiquen; 2) Collipulli, una central hidroeléctrica “Agua Viva”; 3) Vilcún, con dos centrales: Trueno y Cóndor; 4) Melipeuco, con siete centrales: El Rincón o Truful Truful, Carilafquen – Malalcahuello, Las Nieves, El Canelo, Tacura, El Manzano, Río Tacura; 5) Pitrufquén – Freire, con una central hidroeléctrica: “Los Aromos”; 6) Cunco, con dos centrales hidroeléctricas: Río Traro y Allipén; 7) Pucón, con dos, una central Llancafil y minihidro Trailelfu; 8) Villarrica, con central Pedregoso; 8) Curarrehue, con seis: Epril, Puesco – Mamalluco, Añihuerraqui, Pangui, Resbaloso; 9) Curacautín, con seis centrales hidroeléctricas: Alto Cautín, Doña Alicia, Salto la Paloma, Hueñivales, El Pintoresco, El Agrio.
Para quienes conocen o viven en la Araucanía, independiente la perspectiva intercultural (chilena – Mapuche) o incluso multicultural, es decir si es chileno descendiente criollo, alemán, árabe, italiano, suizo y por otra, Mapuche de Chile; independiente de su oficio o profesión o si es de la zona rural o urbana, sepa usted que están saqueando todo, a su vista y paciencia; y la afectación tarde o temprano va a llegar a Ud, su familia y su descendencia.
Si no hay posibilidad de que agentes públicos del estado y ciertos empresarios tengan capacidad de replantearse, tener respeto y cambiar su enfoque y acción en estos temas de enorme importancia para el interés colectivo, la última palabra queda siempre a la potestad de quienes habitamos y queremos los territorios de esta región, bajo criterios de autonomías y autodeterminación. Aún hay mucha agua que tiene que fluir y las señales que ciertos personeros intentan dar son parte de actitudes torpes y de una poco inteligente maquinaria que se quiere imponer y en ese contexto deben ser medidas y revertidas.
Alfredo Seguel
Área comunicaciones
Red Defensa Territorios
[1] Entrevista a Máximo Pacheco Matte, diario austral, 24 de mayo 2015 / http://www.australtemuco.cl/impresa/2015/05/24/full/cuerpo-principal/14/
[2] Ejecutivo busca que empresas de la IX Región donen parte de sus ganancias a un fondo de desarrollo, diario El Mercurio, 11 de diciembre 2015 / http://diario.elmercurio.com/2015/12/11/nacional/nacional/noticias/033d7bb4-c718-4f20-9e23-3144e02c112a.htm
[3] Distribución y consumo energético en Chile – Informe INE / http://www.ine.cl/canales/sala_prensa/archivo_documentos/enfoques/2008/septiembre/energia_pag.pdf
[4] Chile autoriza a AES Gener a exportar energía hacia Argentina a través de línea InterAndes / http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=155151