Este lunes 22 de enero de 2018, en la zona cordillerana de San Fabián de Alico, realizaron por tierra y río una protesta y toma de obras exigiendo la paralización de las faenas debido a que la empresa se encuentra trabajando fuera de plazo, el cual venció en abril del 2017 y hasta ahora llevan solo un 10% de avance en la obra y pretenden terminar el 2022.
La organización defensora del territorio “Ñuble Libre” señala que es necesaria la reevaluación ambiental del proyecto para medir los nuevos impactos que se generarían en los próximos 5 años de construcción.
Cabe consignar que vecinos del territorio realizó hace algunos meses una denuncia en la Superintendencia de Medio ambiente (SMA), la cual no ha fiscalizado las obras ni resuelto con respecto a esta irregularidad.
La organización defensora del territorio “Ñuble libre” se pregunta: ¿Hasta cuándo la empresa va seguir trabajando sin respetar su permiso ambiental y sin que las instituciones respectivas hagan su trabajo?, asumiendo que es fundamental exigir el cumplimiento de los permisos ambientales y el correcto funcionamiento de las instituciones frente a esta situación.
HidroÑuble es parte de la empresa Eléctrica La Puntilla quien pretende imponer una central hidroeléctrica denominada “Ñuble” para una capacidad Instalada de 136 MW, con una grotesca intervención en este territorio cordillerano, donde además se pretende instalar un mega embase multipropósito que incluye también fines de generación de energía.
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COMUNICDO PÚBLICO
Durante el transcurso de la tarde del Lunes 22 de Enero miembros de la comunidad de San Fabián de Alico en la región del Biobío, intentaron detener en terreno las faenas del proyecto Central Ñuble de pasada, como un acción desesperada frente a la indiferencia de la superintendencia de medio ambiente ante los graves incumplimientos que ha realizado la empresa Hidroñuble, los cuales han sido denunciados sin obtener respuesta alguna. La toma contó también con la presencia de kayakistas y vecinos ligados a actividades turísticas en el río, que se ven tremendamente afectados por este proyecto.
La resolución de calificación ambiental de la central del año 2007, determina que las obras tendrán una duración de 30 meses. Al día de hoy, tras 40 meses de trabajos las obras bordean solo un 10 % de avance y de acuerdo a afirmaciones de la empresa Hidroñuble se espera finalizar el año 2022. Si bien es común que proyectos de esta envergadura sufran retrasos, en este caso se extendería en 5 años el plazo de construcción y con ello, todos los impactos negativos asociados: tránsito de camiones, tronaduras y ruidos molestos, flujo vehicular, aumento de la población que usa servicios municipales, entre otros.
Con esta acción los vecinos esperan exigir una paralización de las faenas hasta que se reevalúen los impactos que tendría las obras durante los siguientes 5 años y así se definan nuevas medidas de mitigación, compensación y reparación, en un territorio que ha cambiado sustancialmente desde el año 2007.