Hoy fue extendida una carta al Papa Francisco de parte de la Machi Francisca Linconao en el marco de su visita a Maquehue, previo a la visita que realizó la autoridad tradicional a la Congregación hermanas de la Santa Cruz con el propósito de entrevistarse con el sumo pontífice. A continuación, parte de los contenidos de la carta y enseguida, detalles del estado de persecución del cual ha sido objeto Linconao:
CARTA MACHI FRANCISCA A PAPA FRANCISCO
Hoy tengo la posibilidad de dirigirme a Ud. para presentar mi situación y la de nuestro Pueblo Mapuche. Mi nombre es Francisca Linconao Huircapán, Machi (autoridad tradicional Mapuche) del Lof Rahue, de la comuna de Padre Las Casas, Región de La Araucanía.
Desde el año 2013 el Estado Chileno ha tratado de vincularme a un terrible hecho: la muerte de dos personas en un incendio, ante lo cual he sostenido siempre mi inocencia, pues en mi rol de Machi respeto profundamente la vida.
He enfrentado dos juicios de los cuales he sido absuelta, a fines del año 2017 se anuló el último juicio y nuevamente deberé enfrentar un agotador proceso judicial. Actualmente me encuentro con la medida cautelar de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno, lo que por cierto afecta mi quehacer como Machi y la tranquilidad de mi hogar, pues la policía día a día asistirá a controlar si estoy en casa, a diferentes horas de la noche.
En las acciones que dieron origen al primer juicio se allanó mi hogar en presencia de mi sobrina nieta de tan sólo tres años, se me acusó de tener armas, y los carabineros me despojaron de mi vestimenta tradicional, lo que vulneró completamente mi dignidad como mujer Mapuche, pero por sobretodo como Machi. En ese juicio pude demostrar mi inocencia, pero el Estado no ha reparado el daño ocasionado, está pendiente una demanda civil al respecto.
Dentro del segundo juicio, desde el 31 de marzo del 2016, tuve que enfrentar 9 meses de prisión preventiva, en la cual mi salud se fue deteriorando, sumando nuevas enfermedades crónicas. También tuve que realizar una huelga de hambre, para así lograr esperar el desarrollo del juicio en mi hogar, sin tener que estar constantemente solicitando cambios en la medida cautelar.
Todo mi caso es conocido ampliamente a nivel nacional e internacional, durante todo el proceso llegaron muestras de solidaridad desde diferentes partes del mundo, lo cual me ha dado la fuerza para seguir insistiendo en demostrar mi inocencia y que finalice lo más pronto posible este nuevo juicio.
A Ud. como máxima autoridad de la Iglesia Católica, y como reconocido líder internacional de la paz, le pido que invite al Estado de Chile a revisar mi situación e intervenga en este nuevo juicio, en el cual los fiscales de este país intentan condenarme a 40 años de cárcel, sin tener pruebas en la carpeta investigativa, sin yo tener ningún vínculo en este horrible crimen, pues ya ha quedado demostrado.
Si Ud. averigua un poco, se dará cuenta que en Chile sólo a los Mapuche se nos aplica la Ley Antiterrorista, no se nos respeta la presunción de inocencia, la prisión preventiva es extremadamente larga y sin justificación. Sólo a los Mapuche se nos somete una y otra vez a juicios, existiendo una condena anticipada por los medios de comunicación.
Ya lo dije en un medio de comunicación local: Ud. y yo somos Autoridades Espirituales, y podemos dar muestra del respeto que debe existir entre las personas que habitamos esta tierra, sin embargo, debido a la persecución en mi contra, no he podido vivir mi espiritualidad.
Muchas gracias y espero lleve esta palabra a su país de origen, pues allí también está sufriendo lo mismo nuestro Pueblo Mapuche.
ANTECEDENTES DE LA PERSECUCIÓN A MACHI LINCONAO
Al Papa Francisco Autoridad de la Iglesia Católica
La presente tiene por motivo exponer a usted las graves injusticias y persecución que he tenido que atravesar siendo autoridad ancestral del pueblo mapuche, dedicando toda mi vida desde los 16 años al servicio de mi comunidad y de todas las personas que buscan mi ayuda.
Según mi entendimiento esta persecución se inicia desde el año 2008 fecha en la que realicé una demanda inédita en Chile invocando el convenio 169 de OIT, para exigir protección de un lugar sagrado para la cultura mapuche, el cerro Rahue, ésta demanda se inició cuando el empresario Alejandro Taladrìz realizaba explotación de este lugar cercano a mi comunidad, talando árboles nativos y violando menoco (fuentes de agua, vertientes naturales), lugares de connotación sagrada para mi cultura y necesarios para mi trabajo como mujer dedicada a la medicina ancestral y al de otros machi que necesitamos de las hierbas medicinales y aguas limpias para hacer remedios naturales y sanar de distintas enfermedades a todos quienes buscan nuestra ayuda. Esta demanda fue ganada y el cerro Rahue hasta el dìa de hoy se encuentra con protección impidiendo su explotación, desde esa fecha he sentido que los empresarios y latifundistas me han señalado como una mujer peligrosa para sus intereses económicos, pues fui la primera persona en este país que invoca este convenio y gana una demanda sentando un precedente que podría ser repetido por otras autoridades del pueblo mapuche.
Es así como inexplicablemente el 4 de enero del año 2013 llega un numeroso contingente policial a allanar mi casa ubicada en la comunidad Pedro Linconao II, en donde solamente vivíamos tres mujeres adultas y una menor de edad (mi hija Carmen, mi hermana Juana Linconao y mi nieta Paulita de tres años), este procedimiento policial fue irregular y muy agresivo, pues cargaban armas de grueso calibre y sin medir dialogo entraron a mi casa, no mostraron ninguna orden escrita por una autoridad, sin explicar la razón de este atropello, así entraron y registraron las distintas habitaciones de mi casa alrededor de 30 policías de civil y uniformados, en donde policías no identificados pusieron dentro de una caja objetos que usaron para inculparme de una hecho gravísimo que afecto a una pareja de ancianos quienes murieron producto de un incendio la noche anterior. En esa ocasión estuve detenida por una noche en la comisaria de la comuna de Padre las casas, en donde me maltrataron despojándome de mi vestimenta tradicional y exponiéndome a la prensa como una delincuente, para luego ser llevada al tribunal donde recién me informaron que me estaban inculpando de participar en el incendio con resultado de muerte de la pareja Luchsinger Mackay ,hecho en donde yo nunca he tenido ninguna responsabilidad y en del cual soy absolutamente inocente. En esa ocasión quede con medidas cautelares muy con arresto domiciliario total y arraigo nacional, lo que me impidió por muchos meses ejercer mi trabajo como machi.
En febrero del 2014 tuve que enfrentar el juicio en donde quedo en evidencia el montaje que trataron de imponerme, pues a través de un video ampliamente difundido se aprecia claramente los momentos precisos en donde los policías de civil que ingresan a mi vivienda con una mochila son encubiertos por otros para que no se observe como siembran pruebas falsas, en este proceso quede absuelta de todo cargo y a posterior realice una demanda en contra del estado de Chile por daños morales y perjuicios en donde gane una indemnización que hasta el día de hoy no se ha hecho efectiva.
El ensañamiento y persecución hacia mi persona no se detuvo, el 30 de marzo del 2016 nuevamente fui arrestada e inculpada injustamente por el mismo caso del cual había sido absuelta, pero en esta ocasión se utilizó al comunero mapuche Josè Peralino Huinca quien fue presionado y manipulado para que firmase una declaración inculpándome a mí y a diez hombres más, quienes también fueron arrestados y procesados a pesar que Peralino en plena audiencia de formalización denuncia ante jueza de garantía ser víctima de apremios ilegítimos señalando a los policías como culpable de extorsión para firmar dicha declaración, pese a esto se nos encarceló a todos y por mi parte tuve que permanecer nueve meses en la cárcel de Temuco, ya que también se nos aplicó el peso de la ley antiterrorista, la que impone prisión preventiva de inmediato aunque no existan pruebas, violando las garantías jurídicas como son la presunción de inocencia e impidiendo obtener beneficios como cambios de medida cautelar, ya que se exige unanimidad para poder acceder a estos, por lo cual en este periodo de encarcelamiento me enfermé gravemente, pues una machi no debe estar separada de su territorio, ya que tenemos una conexión especial con la naturaleza, de donde se nos entrega la energía y el don para sanar a otras personas. Así fue como estuve prácticamente todo el año 2016 en la cárcel de mujeres, obteniendo cambio de medida cautelar por arresto domiciliario total en cuatro oportunidades, revocándose cuatro veces a pedido de los querellantes quienes me acusaron públicamente y sin pruebas de ser un peligro para la sociedad, por lo cual el 22 de diciembre del 2016 tome la decisión de iniciar una huelga de hambre para denunciar la injusticia y mi grave situación a nivel internacional, lo que junto al apoyo de una gran movilización social terminó por presionar al poder político y jueces quienes a pedido de un recurso de amparo de mi defensa terminaron por dejarme con arresto domiciliario total y arraigo nacional el 5 de enero del 2017.
Desde la fecha anterior tuve que esperar el juicio con estas medidas cautelares gravosas que impidieron mi trabajo y recuperación, el 21 de agosto del 2017 se inició el juicio oral que duro más de dos meses, terminando el 24 de octubre con una sentencia unánime absolutoria para todos los imputados, pero esta persecución no se detuvo, pese al veredicto que demostró nuestra inocencia, puesto que los querellantes solicitaron anulación del juicio, el cual en un fallo inédito por parte de la corte de apelaciones de Temuco fue anulado el viernes 29 de diciembre del 2017 , nuevamente tendré que someterme a un juicio en el cual veremos que no hay pruebas ni formas de vincularme al hecho del cual se me imputa y aun siendo inocente declarada por el tribunal hace menos de dos meses, el día 15 de enero del 2018 me han impuesto nuevamente medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno hasta que termine el nuevo juicio que se iniciará el 26 de febrero del 2018 extendiéndose por lo menos hasta el mes de abril. Esta situación es un acto injusto e inapropiado ya que siempre me he hecho presente en cada uno de los requerimientos judiciales, no hay justificación para limitar mi libertad, aquí queda más que demostrado la maldad judicial con la que se actúa hacia mi persona.
Ya expuesta la totalidad de las graves violaciones a mis derechos fundamentales como ser humano y más aún como autoridad del pueblo mapuche, es que solicito su intervención como autoridad política y espiritual del cristianismo para que cese la persecución hacia nuestro pueblo por parte del gobierno, fiscales y policías, quienes usando su poder nos han maltratado por muchos años, queriendo impedir nuestra vida en el territorio que hemos habitado desde antes que existieran los estados chileno y argentino y se impusieran tratando de reducirnos y eliminarnos. Frente a esto, es necesario su pronunciamiento hacia tales aberraciones, puesto que si ha de venir de visita a nuestro territorio es su deber enterarse de la realidad que vive el pueblo ancestral y la necesidades de justicia que tenemos.
Si la iglesia católica proclama la paz y justicia ésta debe ser para todos los pueblos sin excepción !!
Machi Francisca Lincoanao Huircapan Autoridad Ancestral del pueblo Mapuche
TEMUCO, 16 de enero 2018
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Visita del Papa Francisco, el Pueblo Mapuche y los Derechos Humanos
La visita del Papa a Chile no ha dejado indiferente a nadie y se han instalado en el acontecer público una serie de críticas y reacciones por esta venida. La primera, fue la impulsada por sectores empresariales a través de sus medios comerciales, como El Mercurio, ligado a sectores más conservadores y de poder económico, quien prolifera sobre el millonario gasto para el País, generándose una amplio campaña de cuestionamiento cuya expansión informativa replicada por otras fuentes similares se hizo entrever que era proveniente desde “la ciudadanía”.
Desde territorio Mapuche, desde la misma Iglesia se ha llamado la atención con respecto a la situación histórica que viene enfrentando el Pueblo Mapuche hasta nuestros días. Un sacerdote jesuita que reside en el territorio mapuche Lafkenche de Tirúa, Carlos Bresciani, señaló que espera que la visita del Papa Francisco a Temuco (17 de enero) sea una “oportunidad para visibilizar realidades que están invisibilizadas por nuestro racismo ambiental, institucional, y hasta eclesial” (…) “Espero que de verdad se haya enterado bien de lo que pasa acá en el territorio, de las comunidades violentadas, de la realidad histórica que vive acá el pueblo mapuche de usurpación territorial, de devastación económica a través de las forestales. Bueno, él ha sido bien consistente, pero espero que pueda decirlo aquí en terreno, con todos los actores involucrados en Temuco, ya sabemos cuál son: Multigremial y compañía”, añadió el sacerdote a El Ciudadano.
Por su parte, la Machi Francisca Linconao, autoridad tradicional Mapuche que ha sido objeto de sendas persecuciones a quien la han intentado involucrar persistentemente desde sectores de poder en la Región de la Araucanía en el denominado caso “Luchsinger Mackay”, lo que se ha señalado como actos racistas por parte de su vocera Ingrid Conejeros, quien también contextualiza estos hechos: “El tema aquí es una persecución política que, a través de la Ley Antiterrorista, logra castigar a estas personas que son dirigentes, que son autoridades ancestrales, y que están llevando -lo que es muy importante- procesos de protección hacia la tierra, hacia la naturaleza y procesos de restitución territorial en el caso de los dirigentes mapuche”.
La Machi Linconao nuevamente deberá enfrentar un juicio junto a otros diez comuneros mapuche y este lunes 15 de enero de 2018 en el marco de una audiencia de medidas cautelares en su contra que determinó arresto domiciliario y arraigo nacional, indicó con respecto a la presencia del papa: “Yo soy machi, yo hago oración, igual que él. Él es papa, reza, va a tener que recibirme para poder conversar con él. Tengo la esperanza de decirle todo lo que está pasando aquí con el Pueblo Mapuche. Eso es lo que esperamos. Si no, ¿a qué viene entonces?».
El sacerdote jesuita Fernando Montes con respecto a la presencia del Papa Francisco en Temuco/ Padre Las Casas, señala a la agencia Fides: “hemos comprendido que tal elección expresaba el interés del Papa por los problemas que actualmente existen con el pueblo originario de nuestro país”. Según el jesuita chileno, el Papa “tiene una palabra importante que decirnos al respecto. Podría ayudarnos a pedir perdón, con humildad, en aquello que hayamos sido nosotros responsables. Su presencia debe ayudarnos a no desviar nuestra atención del problema de fondo”.
Grupos de poder económico vinculados principalmente al latifundio colonial y empresas forestales por medio de la denominada Multigremial, a través de campañas mediáticas han buscado insistentemente en obnubilar la realidad de la Región de la Araucanía con respecto a los derechos humanos del Pueblo Mapuche, impulsando sobreponer la muerte de un matrimonio: Werner Luchsinger (75 años) y su esposa Vivianne Mackay (69 años), en la madrugada del 4 de enero de 2013 a causa de un incendio intencional de su casa patronal en un predio dentro de la comuna de Vilcún, Región de la Araucanía, cuyo caso ha sido utilizado para diversos fines políticos y el que tiene un condenado, el machi Celestino Córdova a 18 años de cárcel y quien ha iniciado una huelga de hambre este 14 de enero demandando poder renovar su rewe (espacio ceremonial).
Cabe mencionar que los conflictos territoriales de comunidades mapuche con sectores del latifundio colonial (terratenientes) y empresarial han arrojado en los últimos 15 años el asesinato de a lo menos 18 personas en Chile y Argentina, la mayoría son jóvenes a manos de agentes represores del estado chileno, entre ellos Matías Catrileo, Alex Lemún y Jaime Mendoza Collio. Además de asesinatos, también hay casos de cerca de doscientos niños/as mapuche afectados por la represión estatal en los últimos años, incluyendo casos de torturas que involucran a un pequeño de tres años y una pequeña de dos años en la zona de Tirúa.
Otra caso grave hacia la infancia y adolescencia mapuche en el marco de zonas militarizadas que custodian intereses forestales, es el de Brandon Hernández Huentecol, quien con 17 años de edad en diciembre del 2016 resultó gravemente herido tras recibir por la espalda el impacto de escopeta calibre 12 antimotines, ingresando unos 140 perdigones en su cuerpo y el agente aún no es formalizado.
Uno de los graves conflictos territoriales que se vive en el centro sur de Chile son a causa de la industria forestal sostenida principalmente por dos grupos económicos (Matte y Angelini) con una extensión que superan los dos millones de hectáreas (hay unas tres millones de hectáreas de monocultivos de pinos y eucaliptus), generando en múltiples localidades graves consecuencias, tales como: crisis hídrica, resequedad, empobrecimiento de territorios, desplazamiento de población rural, pérdida de soberanía alimentaria, perdida de bosques nativos, de flora y fauna, de ecosistemas, de humedales y la proliferación de numerosos focos de incendios a causa de sus composiciones y efectos, como lo han denunciado 110 organizaciones el 2017 en Chile y dando cuenta de los graves hechos que afectan a múltiples comunidades y sectores campesinos.
Otro elemento de conflicto que se ha suscitado en este último tiempo, es el relativo a los incendios de iglesias (católicas y evangélicas) razón por la cual se ha criminalizado a cuatro comuneros mapuche quienes llevan un largo periodo de prisión preventiva, hechos que han contribuido a oscurecer las causas mapuches como señala el sacerdote jesuita chileno, Fernando Montes Matte, ex rector de la Universidad Alberto Hurtado: “Existe el peligro que toda la atención de los chilenos se centre en esos hechos de violencia y no en la situación de injusticia y violación de derechos que vienen desde antiguo y permanece hasta nuestros días”, quien además considera que el conflicto con las empresas forestales y sus impactos, son parte de una de las principales razones de violencia a las comunidades, según da cuenta a la agencia Fides.
En el presente existen además decenas de proyectos de energía que se emplazan en territorio ancestral Mapuche, generando graves conflictos, incluyendo varios lugares sagrados del Pueblo Mapuche por centrales hidroeléctricas en las regiones del Bio Bio, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, conflicto que ya tiene una muerte, el de la joven madre, Macarena Valdés y cuyo desarrollo apunta al extractivismo y exportación a Argentina principalmente para el fracking petrolero.
Hace algún tiempo circulaba una potente reflexión sobre el poder político empresarial que promueve las hidroeléctricas: “El Dios de ellos lo tienen en el bolsillo, el Dios de ellos hace daño, se apoderan de los ríos, se apoderan de Chile entero, si Chile entero está vendido ya”, señala don Silverio Loncopan, del Lof Trankura de Curarrehue en territorio se aprobó una hidroeléctrica “Añihuerraqui” que involucra a las aguas del río como parte de un complejo ceremonial espiritual.
Previo a estos tiempos contemporáneos, existe un conflicto histórico que proviene desde el último periodo del siglo 19 y que grupos de poder intentan desviar la atención, que incluye, como señala el historiador Mapuche Hernán Curiñir, el asesinato (genocidio) de miles de personas Mapuche (entre 50 mil a 70 mil) a manos del ejército del estado chileno, hechos ocurrido entre 1866 a 1881 con el propósito de despojar las tierras del Bio Bio al sur, acto bélico que se denominó “Pacificación de la Araucanía”. Simultáneamente fueron los perpetrados en Puelmapu (Argentina) en la denominada “Campaña del Desierto”, también arrojando decenas de miles asesinados a manos del ejército argentino y de otros decenas de miles de esclavos, cuyas tierras en gran parte, fueron entregadas en amplias extensiones a cientos de colonos europeos.
Ngulumapu es el nombre del territorio ancestral mapuche del lado oeste (centro sur de Chile) y Puelmapu es el territorio del este (centro sur de Argentina) y en estas tierras las resistencias llevan largos periodos de tiempo y hoy, nuevamente se enfrentan amenazas coordinadas por el estado chileno y argentino a favor del saqueo territorial, donde ciertos sectores de Iglesias occidentales denominadas cristianas, incluyendo del catolicismo, no solo han omitido las sistemáticas violaciones a los derechos humanos y la depredación en estos territorios causados por el colonialismo y el extractivismo, sino además hay complicidad y ejecución en ello, como ha sucedido por ejemplo con grupos vinculados al Opus Dei y Legionarios de Cristo, como el Obispo Stegmeier en Villarrica o el mismo clan Matte, respectivamente.
El Obispo de Aysén, Luis Infanti, en una entrevista señalaba que se está destruyendo la obra de Dios, haciendo un llamado para frenar la depredación de su creación: “Que desde la fe fortalezcamos las organizaciones sociales, culturales, religiosas … para que con actitudes y acciones pacíficas ayudemos a tomar conciencia de estos graves problemas y exijamos mayor comunión, solidaridad y justicia entre las personas y la naturaleza. Conscientes y creyentes que la Tierra es de Dios, no podemos permitir que se privaticen los bienes esenciales a la vida (tierra, agua, aire), creyéndonos dueños de ellos, beneficiando a algunos y marginando a la mayoría, y menos aun mercantilizándolos, o sea haciendo un negocio con ellos, condenando así a los más pobres” (…) Cuán importante es valorar la vivencia espiritual de los pueblos indígenas, que desde sus orígenes se sienten parte de la madre tierra y se relacionan con respeto, amor y comunión/veneración con ella, al igual que con los miembros de la comunidad”.
“Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta”, dice Jorge Bergoglio en la introducción de la encíclica ecológica Laudato Sí (sobre el cuidado de nuestra casa común) que dio a conocer en mayo del 2015. “Entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra. Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7)”, indica en esta encíclica de 192 páginas de extensión que hace un análisis de la situación del planeta y los impactos de un modelo de “superdesarrollo consumista”, atribuible a la inequidad social y ambiental.
El 17 de enero del 2018 el Papa Francisco encabezará la “Misa por el progreso de los pueblos” en el sector Maquehue de Padre las casas (Temuco), mientras en la Araucanía se ha levantado un estado de sitio, con policías militarizadas en amplias zonas, contradiciéndose con la misión de paz que se dice traer, en el seno de un territorio ancestral afectado por el colonialismo y el racismo, donde persisten las resistencias ¿Qué expectativas se puede tener para la justicia y paz en estos territorios con la presencia y mensajes de Jorge Mario Bergoglio?