Cae empresa transnacional contratada por Ministerio de Obras Públicas para la construcción del “elefante blanco”, un gasto público que es parte de los amarres del gobierno de Piñera y Bachelet, que se señala por opositores como desproporcionado y para fines industriales, donde la opinión de la ciudadanía chilota y del País, no cuenta.
En abril del 2014 se anunciaban los acuerdos con el consorcio OAS, Hyundai, Systra, Aas-Jackobsen, que se adjudicó la construcción del Puente Chacao.
La misma empresa OAS solicitó el 31 de marzo 2015 acogerse a la ley de protección de quiebras en Brasil por la «intensa restricción de crédito» que sufre por ser investigada en el marco del escándalo de corrupción de Petrobras y anunció que venderá numerosos activos, informaba la agencia EFE.
El proyecto canal de Chacao es un tema País, mientras dicha inversión podría destinarse a mejorar la conectividad y servicios públicos como educación y salud al interior de la Isla y otros territorios, se prefiere destinar a este elefante blanco (sería el más grande de Chile y América Latina) que tienen como propósito facilitar los traslados de la gran industria, en el marco de la explotación de la isla.
Chiloé presenta múltiples y frágiles ecosistemas, con amplios humedales indispensables para mantener los ecosistemas y a su vez, de enormes atractivos para visitantes. Sin embargo, se ha intensificado la llegada de empresas que reemplazan bosques nativos y tierras agrícolas por plantaciones monocultivo de pinos y eucaliptus, diversas actividades de la contaminante industria salmonera y otras del extractivismo que amenazan, donde progresivamente, parte de la identidad y el bienestar, va desapareciendo. Este año, varios focos de crisis hídrica asomaron en la Isla.