El jueves 30 de abril y viernes 1 de mayo se realizó en Villarrica un encuentro con diversos exponentes que trabajan con distintas iniciativas relacionadas al bosque nativo y sus maravillas que contribuyen a la alimentación y a un mejor vivir.
Mientras los bosques nativos se siguen exterminando por la insensatez de algunos, quemándolos o talándolos para dar paso a mineras y/o plantaciones de pinos y eucaliptus, imponiendo formas depredadoras, aún quedan numerosas familias que se resisten a desaparecer con este tipo de iniciativas que dan vida y esperanza a que es posible transitar con formas de desarrollo respetuosas entre las personas y con la naturaleza, con técnicas bajo conocimientos ancestrales y otras innovadoras.
Algunos de los productos que se hicieron presentes en la feria fueron: Nutela, harina, aceite y granola de avellanas. También: harina de murtilla, deshidratados de maqui, murtilla, harina y Kuz Kuz de piñones, plantas medicinales, enseres de ñocha, aceites esenciales, jabones de plantas y hojas de árboles nativos aromáticos y medicinales. De igual forma: postres varios con productos del bosque, mermeladas de diversos tipos como el Lleuque. También hubo plantas y árboles nativos de todo tipo, los primeros brotes de changle y gargal, entre otros que llegaron a este encuentro de “Trabajo y Bosque Nativo”, que contó además con espacios de conversación, muestra de cine, charlas, salón del Shef con degustaciones, muestras fotográficas y pinturas-dibujos de niños/as.
Allí acudieron expresiones de diversos territorios, de zonas wenteche, pewenche y Lafkenche, varias vinculadas a procesos asociativos como: el Trafkintuwe del Parlamento Mapuche de Koz Koz; La Escuela Rural de Hualapulli-Liumalla; el grupo de recolectores Ñefn Ruka; Bosque Modelo; Cooperativa Fën y Gustos del Bosque, wen Kimey del territorio pewenche, Ruta y emprendimientos Newenche, Circuito Lago Budi (LafkenMapu), Red de ferias Walüng, entre otros.
También participaron instancias promotoras de la alimentación sana, como el programa Vida Saludable de la Universidad de Concepción, Slowfood, Eecosur, FIA, entre otros.
El bosque nativo, además de ser una enorme fuente de desarrollo para las economías locales, es indispensable para el establecimiento de los ecosistemas y las fuentes de agua que posibilitan la existencia, más aún en estos tiempos, donde se enfrenta una severa crisis hídrica agudizada por actividades industriales dañinas.
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